El ministro de Economía, Sergio Massa, anunció que se dejará de pagar importaciones de China en dólares y pasarán a yuanes, aprovechando la activación del swap con ese país por un equivalente de US$ 1.040 millones.
Junto a su gabinete, Massa recibió al embajador de China, Zou Xiaoli, y empresas de diversos rubros. "Tras un acuerdo con diferentes empresas reprogramamos el instrumento de pago por más de US$ 1.040 millones para este mes de importaciones con origen en China, que dejan de pesar sobre el flujo de salida de nuestros dólares y pasan a ser parte del flujo de salida de yuanes", afirmó el ministro.
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El ministro señaló que esto "además nos permite para los próximos meses trabajar en la posibilidad de adelantar el ritmo de importaciones, la gran mayoría de estas autorizaciones se trabajaban a 180 días y con los yuanes se trabajan a 90 días, y de programar un volumen de importaciones en yuanes por más de US$ 1.000 millones a partir del mes que viene, que reemplazan el uso de dólares de la Argentina". En tanto, aseguró que "esto mejora la perspectiva de reservas de la Argentina en términos de reservas netas" y "nos da mayor libertad".
La medida se enmarca en las inspecciones e intimaciones efectuadas por la Aduana a empresas que efectuaron importaciones de mercaderías de origen China, pero refacturadas desde Uruguay y Europa en las que se registró de manera exponencial la solicitud de SIRAS en yuanes. La menor demanda de dólares por la activación del swap con China tendrá un impacto positivo en las reservas del Banco Central.
Las inspecciones de Aduana apuntan a las maniobras de sobrefacturación de importaciones que algunas empresas desarrollan para hacerse de dólares en el exterior. En ellas se analiza si el motivo de refacturar desde Uruguay corresponde a una maniobra para evitar el pago al exterior con yuanes - situación lógica si se pagara directamente a China - y así poder acceder a dólares evitando el uso de yuanes. En lo que va del año, se analizaron 4.803 destinaciones por US$ 287 millones de importaciones de mercadería fabricada en China y refacturada desde países europeos. De esta manera, se destaca que sólo tres países concentran el 60% de las operaciones trianguladas por 172 millones.
Además, los principales bienes importados son bienes de capital (maquinarias y fábricas llave en mano) y las empresas analizadas son, principalmente, del sector farmacéutico, petrolero, telecomunicaciones y automotriz. En este proceso, ninguno de los productos originarios de China tuvo un valor agregado “adicional” en Europa, y todas fueron operaciones de refacturación ya que el manifiesto aduanero marca que la mercadería fue embarcada directamente de China a Argentina.
"Nos agrega capacidad de funcionamiento desde el Banco Central, en estos días donde tuvimos que tomar la decisión de intervenir frente a aquellos que pensando que no teníamos capacidad económica como estado, especularon y sobreespecularon", afirmó. Asimismo, sostuvo que "de alguna manera también nos permite mantener el nivel de actividad, el volumen de importaciones, el ritmo de comercio entre Argentina y China, y los niveles de funcionamiento económico que la Argentina necesita".
"Esta liberación de obligaciones de pago del Banco Central, no solamente de un stock sino del flujo, es mayor fortaleza para las reservas, mayor capacidad de intervención del Estado, mayor libertad de nuestra economía y por sobre todas las cosas es la garantía de seguir produciendo con bienes intermedios que se importan de China y que además ya no sufren el proceso de triangulación que en algunos casos habíamos detectado", concluyó.