La Aduana realiza allanamientos en 18 bancos, ocho estudios contables y 25 sociedades por una supuesta fuga de 400 millones de dólares por pedidos de importación truchos. La maniobra consistió en simular importaciones, utilizando documentación falsa, con el único objetivo de fugar divisas al exterior.
Los allanamientos se realizaron en el microcentro porteño, Rosario, Córdoba y Bahía Blanca en conjunto con Policía Federal Argentina, División Lavado de Activos. Según se informó, hubo irregularidades que se filtraban por los errores de control que presentaba el Sistema Integral de Monitoreo de Importaciones (SIMI).
Cómo se fugaron 400 millones de dólares
La investigación surgió de un cruce sistémico efectuado por la Aduana comparando los giros de divisas cursados de los bancos con las importaciones que nunca efectuaron los falsos importadores. En dicho cruce se detectaron SIMIs falsas, que habrían sido realizadas con la connivencia del personal del sector de comercio exterior de diversos bancos y financieras.
Los giros al exterior por las falsas importaciones se efectuaron a 146 firmas estadounidenses de dudosa constitución –fundamentalmente LLCs radicadas en Delaware y La Florida- que están vinculadas a argentinos. Aduana puso en conocimiento de la situación al Homeland Security Investigations para recabar información de las empresas en Estados Unidos y que también brinde información sobre los beneficiarios finales de las empresas radicadas en ese país.
En el caso de algunos estudios contables y jurídicos, se armaban las empresas y en otros ofrecían aumentar la capacidad económico financiera a quienes giraban las divisas. Muchas de las empresas allanadas no estaban habilitadas como importadores o exportadores, fueron incluidos en la base de usuarios de comprobantes apócrifos y creadas solo para realizar este tipo de conducta ilícita.
Massa cambió las SIMI por las SIRA
En octubre de 2022 comenzó a operar el Sistema de Importaciones de la República Argentina (SIRA) a partir de una resolución conjunta entre la Secretaría de Comercio y la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) en sustitución del SIMI. Este nuevo sistema permite "tener una trazabilidad de 100% de la operatoria, tratando de ordenar el esquema y dándole previsibilidad a la hora de que el importador comienza con el proceso y así sepa la fecha de giro estimada", habían explicado desde el Ministerio de Economía.
Para la aprobación de los permisos a través del SIRA se tiene en consideración un análisis de capacidad económica financiera del importador y el perfil de riesgo aduanero y fiscal. En este punto se evalúan empresas que tiene facturas apócrifas, sobrefacturación de importaciones y las que hacen uso abusivo de las cautelares.
También existe una Cuenta Corriente Única de Comercio Exterior, que permite al Estado tener una suerte de tablero de control para realizar un monitoreo en tiempo real del flujo financiero y físico del comercio exterior.
También se establecerán facilidades para las pymes y entidades civiles, dándole previsibilidad a las empresas en la fecha de giro, que podría acortarse a 60 días de los 180 actuales.