En una economía en tensión, en medio de una fuerte interna dentro del espacio político gobernante, cualquier movimiento, anuncio o “no anuncio” realizado por el Gobierno impacta en el mercado de dólar paralelo. Mientras, todos los agentes económicos hacen su juego y buscan sacar partido de las turbulentas aguas. La gota que agrietó aún más el dique de contención fue el anticipo de una medida que aplicó el Gobierno recién este jueves para frenar la pérdida de dólares a través del blue, donde se busca emparejar el precio que se ofrece por el cambio de la divisa de parte de turistas extranjeros a un precio más cercano a las versiones financieras.
El anticipo, previo a que se definiera, de que se tomara la medida que, de fondo, implica desfinanciar el negocio del dólar ilegal, lo que inició una nueva carrera para el blue, acompañado por los precios de los dólares financieros.
El dólar que se vende en las cuevas, más allá del volumen (el Gobierno asegura que no supera los 3 millones diarios), proviene de dos fuentes: la ilegal, derivada de actividades ilícitas como el narcotráfico o las importaciones “hormiga”; y la legal, de los turistas que prefieren cambiar sus divisas a pesos en las cuevas que ofrecen más del doble que el oficial. El miércoles se adelantó que se cortaría esta vía de capitalización de las cuevas y los precios en ese mercado se dispararon hasta los 333 pesos en apenas un día y medio.
En términos económicos, el principal problema es la falta de reservas, de la cual derivan dos explicaciones: menor ingreso de divisas del sector agroexportador, que mantiene 14.000 millones de dólares en silobolsas, mientras que existe una fuerte salida de divisas por importaciones, que el mes pasado marcó un récord histórico de 8500 millones de dólares. La pérdida de reservas obligó al Central a cortar el flujo de divisas para el pago de importaciones y eso derivó parte de esa demanda a los dólares financieros, dando un nuevo impulso a los precios de contado con liquidación y Bolsa.
La descoordinación económica y las discusiones internas dentro del Gobierno mantienen la brecha en niveles elevados, lo que es atizado por los grupos de poder real que presionan por una devaluación del tipo de cambio real. El dólar paralelo salta este jueves 21 pesos y se vende en las cuevas de la city porteña a 338 pesos, con lo cual se mantiene como el tipo de cambio más caro del mercado. El resultado es una brecha cambiaria con el tipo de cambio oficial mayorista salta hasta el 160,8 por ciento, el mayor nivel en 40 años.
Para el Gobierno, el blue se trata de un mercado insignificante en volumen, pero impacta negativa en las expectativas y en las decisiones de los actores económicos. El impacto en la conformación de precios, abastecimiento y decisiones de ahorro e inversión están teñidas por las expectativas devaluatorias que imprime la brecha entre la cotización oficial y el informal.
En las últimas semanas se registraron fuertes remarcaciones de precios, que llegan hasta el 15 por ciento en un mes, acopio de mercaderías y bienes exportables, incremento en la dolarización de cartera por distintos canales, menor propensión a ahorrar e invertir en pesos, mayores importaciones que se canalizan por el mercado financiero y un ingreso de divisas del turismo receptivo que va a las cuevas y no a reservas.
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