Según la investigación que lleva adelante la AFIP y la Aduana, la documentación hallada en los allanamientos a las oficinas del "croata" Ivo Esteban Rojnica sugiere que colaboraba con la sobrefacturación de importaciones y la subfacturación de exportaciones. Hay documentos en los que estaban resaltados nombres y referencias sobre operatoria “TT” o “MEP” que señalaban como destinatario o cliente a “Refinería Sudamericana”. La firma había sido denunciada por la Aduana en junio.
Cómo es el nexo entre el croata y el caso Sudamericana
Agentes especializados de la Dirección General de Aduanas descubrieron que la firma Refinería de Grasas Sudamericana SA, que fabrica harina de carne y huesos -generalmente utilizada para la elaboración de alimentos de consumo animal-, apeló en forma sistemática a triangulaciones indebidas para subfacturar exportaciones a Colombia y Perú. La maniobra involucraba un tercer operador radicado en EE.UU., SPHERE TRADING LLC, que funcionaba como empresa pantalla, ya que el 100% de sus compras tenían como proveedora a la empresa investigada por la Aduana.
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Con el esquema descripto, además de ahuecar la base imponible de su operatoria en nuestro país, la firma exportadora evitó liquidar más de U$S 3 millones en la Argentina. Concretamente, la investigación de la Aduana se centró en 214 transacciones realizadas en 2021 y 2022 y constató irregularidades en nada menos que 158.
Mediante intercambios de información aduanera, el organismo que dirige Guillermo Michel detectó que, mientras que Refinería de Grasas Sudamericana S.A había declarado operaciones por U$S 7.815.558,70 en la Argentina, el valor de ingreso registrado en los países de destino fue de U$S 10.905.783,25. Así, la exportadora obvió el debido ingreso de U$S 3.124.006,15 a nuestro país.
La Dirección General de Aduanas le pidió explicaciones de ello a la firma investigada, pero la documentación presentada por ésta no resultó esclarecedora: no se observa un valor agregado tangible aportado por el intermediario estadounidense que justifique los márgenes de refacturación observados. Además, dado que el análisis de la Aduana corroboró que el 100% de las compras de la firma norteamericana fueron a la exportadora argentina, todo indica que aquélla no es más que una empresa pantalla, vinculada funcionalmente con Refinería de Grasas Sudamericana S.A.
Por ese motivo, Aduana considera que la operatoria descripta encuadra como contrabando, al constatar un ardid tendiente a obstaculizar las tareas de control del servicio aduanero. En ese marco, al infractor podría caberle una pena de entre dos y ocho años de prisión. Asimismo, el organismo pretende una multa mínima de U$S 53.451.763,79, de acuerdo a lo establecido por el artículo 876 de la Ley 22.415.
La Dirección General de Aduanas está abocada al control de este tipo de maniobras irregulares para velar por la transparencia del comercio internacional y asegurar la correcta liquidación de divisas en nuestro país. Cabe recordar que pocos días atrás el organismo denunció una subfacturación de más de U$S 5 millones en exportaciones de derivados del algodón y del girasol.