Un nuevo día negro en el mundo financiero volvió a sembrar dudas sobre la credibilidad del programa económico del gobierno de Javier Milei. Con los dólares paralelos disparados, la carrera contra las especulaciones tiene obstáculos muy serios: el pago de importaciones "pateadas", la relación con el sector agropecuario, el punto de confianza del FMI y los puentes de negociación con la bastardeada China por el Swap.
Estado de situación actual: mientras el dólar blue subió a $ 1.265 para la venta y los tipos de cambio financieros operaron en alza, las acciones argentinas cayeron con fuerza y los bonos bajaron este martes. El S&P Merval retrocedió más de 4%, tras haber subido en las ruedas previas.
En Nueva York, las acciones de empresas argentinas se hundieron hasta 8%. En tanto, los bonos nominados en dólares disminuyeron hasta 5%, por lo que el riesgo país se disparó hasta las 1.481 unidades. Un panorama difícil de creer cuando se debería presumir un estado de gracia entre el Gobierno y los popes financieros. El economista Leandro Ziccarelli - más conocido como el "Zar de las finanzas"- suele repetir un apotegma: "Los mercados votan, pero no militan".
En las últimas cinco jornadas las reservas brutas del Banco Central (BCRA) aumentaron sólo 60 millones de dólares. Se trata de una dinámica que contrasta con lo esperado para esta época del año, cuando la estacionalidad de la cosecha debería estar permitiendo una acumulación más abultada de divisas, que luego de pie a la prometida unificación cambiaria. Las intervenciones en el Mercado de Cambios, aun positivas, promediaron exactamente la mitad del promedio diario comprado una semana atrás.
Teléfono, Sociedad Rural
Según equipos técnicos del Frente Renovador, a partir de la segunda semana de junio, salvo que ingresen divisas en base a nuevos préstamos de bancos u organismos internacionales, el BCRA empezaría a tener resultado negativo en sus operaciones diarias en el Mercado de Cambios. Este análisis no contempla un nuevo diferimiento, no declarado oficialmente, del pago de importaciones.
Esto se sustenta en que no existe un nuevo incentivo para que el complejo agrícola liquide más divisas de las que concretó en mayo. El complejo necesita liquidar obligatoriamente y cuando en agosto esté necesitado de comprar insumos para la nueva campaña de siembra del segundo semestre del año, la presión devaluatoria de los dólares financieros puede terminar en una ampliación de la brecha cambiaria superior al 50%.
La liquidación de la cosecha gruesa de soja es un aspecto importante para lo que se venga. Según la consultora LCG, la semana pasada se había recolectado sólo el 77% del área sembrada (81% el año pasado; 85% los últimos cinco años).
Lo que está faltando es que esa cosecha se venda. La última semana levantó mucho las toneladas a las que se le puso precio, pero todavía se ubican en un porcentaje menor a la de otros años. En líneas generales, se hicieron pocas operaciones a “precio hecho” y muchas con “contratos a fijar”, lo que indica que los valores actuales (precios internacionales junto con tipo de cambio) no convencen a muchos productores.
De momento, el mercado de futuros no tuvo mayor reacción y sigue descontando un ritmo de devaluación acotado para los próximos meses: 3% mensual en junio y julio y 3,5% en agosto. La posición a diciembre se paga $ 1.167 y refleja una devaluación implícita del 4,3% mensual promedio en los próximos siete meses.
El precio de postergar los pagos
Mes a mes crece el porcentaje de pago de importaciones sobre las efectivamente realizadas en el mismo mes. De acuerdo al crecimiento del porcentaje que se produjo, en mayo, éste podría haber llegado al 85% aproximadamente. Estos datos estarán oficialmente publicados por el BCRA a fines de junio.
En base a este análisis, a partir de la segunda semana de junio, el Central entraría en una demanda similar a pagar el 100% de importado en cada mes. Esto significa hacer frente a 4.444 millones de dólares por mes (200 por día aproximadamente) en base a lo acumulado en los primeros cuatro meses del año.
Jueces del partido contra el dólar: China y el FMI
Mientras los dólares financieros y el blue se disparan, operadores del mercado siguen cada vez más de cerca qué puede ocurrir con el swap de monedas que la Argentina mantiene con China para financiar compras de comercio exterior. Son unos 5.000 millones de dólares que permiten engrosar las reservas.
Si no prosperan las negociaciones, a fines de junio vencen 2.906 millones, mientras que en el último día de julio hay otro vencimiento por 1.938 millones. Sin misterios, es una realidad que para aceitar las negociaciones, China pretende reanudar las obras de las represas Cepernik y Néstor Kirchner, en Santa Cruz. Las impertinencias públicas de la Cancillería Argentina tampoco ayudan.
Al Gobierno lo tomó por sorpresa que la cosecha gruesa se esté comercializando a un ritmo inusualmente lento. Por eso la administración libertaria analiza cada vez con mayor seriedad la posibilidad de tener que pagar una parte del swap con China en el corto plazo.
Su confianza se ancla en que llegarían unos 900 millones de dólares provenientes del Fondo correspondientes al cumplimientos de las metas del primer trimestre. De esta forma, se especula con la posibilidad de llegar a un acuerdo con el gobierno chino para devolver fondos en cuotas, a determinar en una negociación.
China no sólo pide la reactivación de las represas, sino que estaría interesada en participar de obras en la red ferroviaria argentina, donde hay mucho por hacer, sobre todo en materia de transporte de cargas.
Mientras se tensa el hilo, otra preocupación, más abstracta, debería preocupar a Milei. No queda claro hasta qué punto llega el permanente pedido del FMI y el Tesoro estadounidense de que el ajuste implementado por el Gobierno sea "sustentable". Los tarifazos sobre costo fijo sin quita real de subsidios en servicios públicos, el boleto del transporte público del AMBA pisado para moderar la inflación, la continuidad de la caída de consumo y los escándalos internos como la salida de Nicolás Posse o la falta de entrega de alimentos a punto de pudrir simbolizan la falta de armonía en la severidad del ajuste que propone La Libertad Avanza.
Mientras suceden y se aproximan los problemas, el lunes por la medianoche, el Presidente compartió un video donde la televisión japonesa presentaba un imitador de él mismo. El posteo lo acompañó una frase habitual en su lenguaje y escrito en mayúsculas: "Fenómenos barrial".
Hay una canción inédita de Patricio Rey y sus redonditos de ricota que se llama "Mi Genio Amor" y uno de los versos dice: "Si empiezo a desconfiar de mi suerte, estoy perdido". Bien podría caberle este postulado al momento que atraviesa Milei.