Los productores y exportadores de soja ya anhelan un 2024 en el que puedan discutir una baja de retenciones, principalmente para la soja. Según indicó el titular de la Federación Agraria, Carlos Achettoni, en el equipo de Sergio Massa estarían pensando en “un decrecimiento del 20% anual en forma concomitante”, según explicó en diálogo con El Destape. La principal carta de negociación de los grandes jugadores del sector serían los dólares que siguen guardados en los silobolsas. La CIARA – CEC, la cámara que nuclea a las grandes cerealeras, reconoció en su último Monitor Agroindustrial que el actual volumen de granos sin vender, en manos de grandes productores que en muchos casos están integrados verticalmente con la exportación, asciende a los 9000 millones de dólares. Con este stock sobre sus espaldas, es probable que vuelvan a presionar por una nueva devaluación quirúrgica.
Los sojeros adelantaron en mayo exportaciones equivalentes a 4031 millones de dólares, mientras que en junio frenaron las ventas. De ahí que la liquidación de divisas haya sido un 62% menor a las del quinto mes del año. La caída en la comercialización mensual nada tiene que ver con la sequía sino a que mantienen gran parte de los granos guardados en silo bolsas, a la espera de una mejora en el tipo de cambio.
La CIARA CEC, la cámara empresarial que nuclea a las exportadoras de granos, reconoció en su informe Monitor Agroindustrial que, “en base a las declaraciones de compras de la industria y la exportación, datos comparados con las declaraciones de los productores, se estima que tienen sin vender, un equivalente de 9230 millones de dólares”.
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El año pasado, la cosecha de soja llegó a las 41 millones de toneladas, mientras que para este 2023, sequía mediante, la cantidad de granos de la oleaginosa apenas llegó a las 22 millones. De acuerdo a los datos de CIACA - CEC, el total de granos vendidos a la industria y la exportación en lo que va del año totaliza las 11,4 millones de toneladas, la mitad de lo comercializado en el mismo período de 2022.
En función a estos guarismos, los productores aun guardan cerca de 11 millones de toneladas valuadas en 9200 millones de dólares.
Integrados por las retenciones
En el país existen 57.780 productores de soja, pero solamente el 10% de ellos concentra el 56% de la producción, según el informe “Soja, el yuyo maldito”, elaborado por el Centro de Estudios Agrarios (CEA). También existe una concentración en las empresas con capacidad de acopio y exportaciones. Es decir, los granos están en poder de los grandes jugadores del mercado, muchas veces integrados verticalmente con los acopios y las empresas exportadoras.
Un caso clave en esta integración lo constituye la fusión Bunge – Viterra. En total, movieron 20,8 millones de toneladas durante el año pasado. De cerrarse la fusión, pasarán a manejar el 24% de las principales exportaciones agropecuarias. Pero no solo eso. Bunge posee una capacidad de acopio de 3 millones de toneladas por año, mientras que Viterra lo hace con 4 millones, según el informe del CEA. A su vez, esta sociedad posee el 50% de las acciones del grupo Lartirigoyen, con una capacidad de acopio de 2,6 millones de toneladas y la siembra de 150.000 hectáreas.
Desde la CIARA – CEC se quejaron por los bajos niveles de molienda como consecuencia de las menores ventas de soja por parte de los productores. Sin embargo, el planteo podría leerse como una estrategia de pinzas para exigir mayores incentivos para los productores, como por ejemplo una baja de retenciones o un nuevo dólar soja.
“El 74,6% de la renta agrícola se la lleva el Estado. Para el que alquila el campo, se lleva al 100%. Esto es lo que se pierde en cuanto producción y en las regiones. Los principales motivos de este alto índice son la sequía y los menores precios internacionales”, indicaron desde Fundación Agropecuaria para el Desarrollo, según lo narrado por el informe Monitor Agroindustrial de la CIARA – CEC.
Desde la agroindustria van a pujar por una disminución de las retenciones. Según narró a El Destape el dirigente Carlos Achettoni, titular de la Federación Agraria, ya hubo algunas conversaciones con el equipo de Massa sobre este tema, aunque nada cerrado aún.
- ¿Se habla de algún tipo de segmentación?-, insistió El Destape.
- De economías regionales sería cero. En el caso de soja, maíz, trigo, centeno, sorgo y cebada sería progresivo con retiro de retenciones desde las primeras toneladas y decrecimiento en porcentuales de a un 20% anual en forma concomitante-, respondió el lider de la FFA.
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Incentivos para la molienda
Otro artilugio que podría estar sobre la mesa tiene que ver con los niveles de molienda. Si bien mejoró la capacidad instalada del complejo sojero, desde CIARA CEC insisten en que este año la molienda no superará las 27 millones de toneladas. Así y todo, las exportaciones de aceites de soja mejoraron durante mayo, en la comparación mensual.
En el quinto mes del año, se vendieron al exterior 4,4 millones de toneladas, mientras que en abril habían sido 3,6 millones y 1,7 millones en marzo. En la comparación interanual, en el quinto mes del año se exportó 1 millón menos que en el mismo período del 2022.
Las exportadoras sostienen que los productores no venden los granos para su industrialización. Pero lo cierto es que, en muchos casos, existe una fuerte integración vertical tal como se explicó anteriormente, por lo que los actores serían los mismos. Así queda demostrado al analizar el trasfondo de la fusión entre Bunge y Viterra.
Por ende, detrás del reclamo por una falta de granos para la molienda, más allá de los efectos productivos que dejó la sequía, podría esconderse un pedido expreso para obtener, nuevamente, una devaluación quirúrgica que les mejore sus márgenes de rentabilidad.
Proyecciones
Según los datos de RIA Consultores, los pronósticos climáticos informan un cambio de ciclo en el régimen de lluvias para la Argentina; de esta manera, con la salida del fenómeno Niña y un ingreso en una fase neutra o incluso Niño, lo que implicaría precipitaciones promedio o por encima del promedio para la región agrícola argentina, se produciría una recuperación del sector para el ciclo 2023/2024.
“Podríamos llegar a las 135 millones de toneladas. En función de la evolución del clima, es esperable una recuperación de la producción de trigo a 18 millones de toneladas (versus 12,6 en esta campaña), de maíz a 59 millones de toneladas (41 Mt) y de soja a 48 millones (25 Mt)”, puede leerse en un reciente informe de la consultora.
“La recuperación esperada de estos tres cultivos aportaría 31.700 millones de dólares en concepto de exportaciones en el ciclo 2023/24, que comienza en diciembre con el ingreso de la cosecha del trigo”, explicó Javier Preciado Patiño, director de RIA Consultores.