El plan financiero de Caputo choca con las presiones devaluatorias del mercado y sojeros

Según un informe del CESO, los sojeros estuvieron detrás de la última corrida cambiaria. No liquidaron lo esperado en el mes pasado y presionan para una devaluación directa. 

04 de junio, 2024 | 19.10

En los primeros cinco meses de 2024, las grandes cerealeras liquidaron 9044 millones de dólares, unos 403 millones menos que en 2023, el año de la enorme sequía. Tal como se había señalado en diferentes artículos desde El Destape, los sojeros decidieron sentarse sobre los granos de la actual cosecha para presionar una mejora de su rentabilidad vía una eliminación de retenciones o una nueva devaluación del tipo de cambio. Para el Centro de Estudios Económicos y Sociales Scalabrini Ortiz (CESO), el plan financiero de Caputo se quedó sin tiempo de juego. Tal situación tuvo su correlato en lo corrida cambiaria de los últimos días de mayo.

De acuerdo el análisis del CESO, “el ancla cambiaria ya genera ruidos y obstaculiza la única canilla genuina por la cual pueden ingresar dólares”. Los sojeros, como es habitual para sus reglas de juego, se sentaron sobre los granos. Durante el último mes, le avisaron al ministro Luis Caputo que, por ahora, “ellos son los dueños de los dólares”.

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Los números de la presión

De acuerdo a lo informado por la CIARA – CEC (la cámara que nuclea a las exportadoras de cereales y soja), se liquidaron durante mayo 2612 millones de dólares, una baja del 37% en relación al mismo período de 2023 (dólar soja) “y una leve caída del 4% en relación al acumulado de este año en comparación con el año 2023”.

“Mayo se fue y el campo no liquidó lo esperado, presionando por un tipo de cambio más alto. La especulación de los exportadores se ve estimulada por la promesa de eliminar las retenciones realizada por el Presidente a los empresarios del sector”, explicaron desde el CESO.

Las exportadoras presionan para una devaluación directa. Según había manifestado Gustavo Idigoras, titular de la CIARA CEC, Caputo les había prometido la unificación cambiaria como principal incentivo para seguir exportando. El plazo mencionado era junio. Las cerealeras le marcan la cancha al ministro.

“En los primeros cinco meses de 2024 se liquidaron por CyO unos 9.044 millones de dólares, unos 403 millones de dólares menos que en 2023 (sequía). En 2018, cuando también hubo sequía, y en 2019 la liquidación fue de 7.733 y 8.138 millones de dólares, respectivamente”, explicó Ernesto Mattos, director de Instituto de Estudios para el Desarrollo Productivo y la Innovación de la Universidad de José C. Paz.

La baja liquidación de los agroexportadores ocurrió a pesar de la mejora relativa en el tipo de cambio que reciben; las empresas tienen el beneficio de vender hasta el 20% de sus dólares a través del contado con liquidación. Es decir, la última corrida cambiaria les mejoró un poco su rentabilidad.

Según la Bolsa de Comercio de Rosario, el llamado “dólar agro” se ubicó este martes en los 977 pesos, cuando al 20 de mayo se ubicaba en los 930 pesos. A pesar de la mejora relativa, siguen con su juego habitual: olfatean la debilidad de Caputo desde sus silobolsas.

Otros motivos de la crisis financiera

Los dueños de los dólares –los grandes exportadores sojeros- son los voceros empresariales del “atraso cambiario”. Murmullos que hacen ruido, destacan desde el CESO. “El retraso cambiario parece manifestarse en una baja liquidación de exportaciones encendiendo luces de alerta entre los operadores financieros. En ese contexto, la decisión de una nueva baja de la tasa de interés generó mayor incentivo para el desarme de tenencias en pesos y para la dolarización de carteras”, explicaron en su último documento de coyuntura.

Es decir, para el CESO, el plan financiero de Caputo hace agua por todos lados. “El ancla cambiaria empieza a generar ruido en el mercado y obstaculiza la única canilla genuina por la cual pueden ingresar dólares; al tiempo que el único motivo por el cual el BCRA sigue acumulando reservas es la caída de las importaciones provocada por una brutal recesión. El ancla monetaria no se sostiene con una inflación que continúa en niveles altos, y los efectos del ancla fiscal y salarial sobre la evolución de los precios van llegando a su fin”, indicaron en su informe titulado “La primera corrida de Milei”.

Sin dólares y con deudas

El Gobierno hace de todo para pisar la salida de dólares. En este contexto, maneja sus cuentas públicas de manera arbitraria para construir sus falsos superávit con la técnica de “Pie Grande”, es decir, con el método de pisar la mayor cantidad de pagos posibles.

Por ejemplo, en el caso de las importaciones, durante abril se canalizaron pagos desde el Banco Central por 3159 millones de dólares, un 41% por debajo del mismo período de 2023. Dicho valor fue inferior a las importaciones de bienes FOB por un total de 4471 millones, según puede leerse en el último balance cambiario publicado por el BCRA.

Con los dólares de las importaciones pisados, y sin las divisas del sector agroexportador, Caputo entrará en la segunda mitad del año sin tener los recursos para cubrir los vencimientos de deuda en moneda extranjera que crecen semestre a semestre.

“En julio de 2024 comienzan los primeros vencimientos de capital por la deuda renegociada en 2020. Argentina deberá afrontar el pago de aproximadamente 2700 millones de dólares, El problema más urgente es el SWAP chino. Entre junio y julio vencen casi 5.000 millones”, explicaron desde el CESO.

¿Qué harán los operadores de mercado o las grandes empresas que apuestan a la timba financiera frente a los cada vez más evidentes agujeros del programa financiero de Caputo?

“¿La corrida cambiaria llegó a su fin o sólo fue el comienzo de una suba mayor en los tipos de cambio paralelos? Bajo estas condiciones, lo ocurrido durante las últimas semanas parece ser una muestra de que el plan Caputo-Milei no es sostenible”, concluyó el documento del Centro de Estudios Económicos y Sociales Scalabrini Ortiz.