El Banco Central avanza con su política de utilización del yuan para el pago de importaciones, al mismo tiempo en que encuentra espacio para la compra de dólares con el objetivo de recomponer sus reservas en moneda norteamericana. En la jornada del martes, logró adquirir 9 millones de dólares y se desprendió de 770 millones de yuanes, equivalentes a 106 millones de dólares. Hasta el momento, ya se utilizó el 60% del primer tramo del swap firmado con China.
A la espera del cierre de las negociaciones con el FMI, el Gobierno mete presión con el uso de los yuanes. A los 107 millones de dólares en yuanes vendidos el martes, se le suman los 109 millones del lunes y otros tanto del viernes. El ritmo de venta promedio es de USD92 millones. Ya se utilizaron casi USD3000 millones de los 5000 millones del primer tramo activado en marzo.
La importancia y los usos del swap chino
La Argentina cuenta con un swap de monedas con China por 130.000 millones de yuanes, lo que equivale a unos 19.000 millones de dólares. Este swap representa actualmente el 60 por ciento de las reservas brutas en poder del Banco Central, de los cuales el equivalente a 5000 millones de dólares podría ser utilizados para afrontar los compromisos con el FMI.
La conversión de yuanes a dólares implica transformar el swap en un préstamo a una tasa que supera el 8 por ciento nominal (equivalente a la Shibor de bancos privados chinos más 6 puntos adicionales). Es una tasa cercana a la del FMI, que actualmente paga el 7,8 por ciento nominal, debido a que se suma la sobretasas que debe pagar Argentina por el tamaño de su deuda con el FMI que pactó el gobierno de Macri.
El principal uso de los yuanes es el pago de importaciones de bienes provenientes de China. Luego, se ubicó el primer y único pago realizado al FMI en moneda china. Fue por un total de USD1.100 millones, que complementaron los USD1.600 millones en DEGs.
"La utilización de yuanes se extiende no solo a la cancelación de deuda con el FMI, sino también al pago de los cupones de los títulos 'hard dollar' y a importaciones de combustibles por parte de ENARSA, YPF o CAMMESA, que fue facilitada por una nueva normativa del Banco Central", analizaron desde la consultora Delphos.