En el contexto de la aceleración inflacionaria de los últimos meses, el sector comercial espera un Día del Padre más complicado que lo usual, con ventas moderadas, subas de precios del 175% y un ticket promedio alto, de unos 15.000 pesos.
El consumo minorista siguió creciendo durante algunos meses de aumento inflacionario, entre marzo y abril. Algo lógico teniendo en cuenta que, ante la imposibilidad de comprar bienes durables, la gente se volcó a deshacerse de sus pesos con cada vez menos valor. Sin embargo, esta tendencia volvió a revertirse en mayo. Según la CAME, en el mes pasado las ventas minoristas cayeron no solo en el registro interanual, un 2,8%, sino también respecto a abril, en un 1,2%.
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Las ventas por el Día del Padre se enmarcan en este nuevo escenario de contracción. Un informe de Indecom precisó que las ventas cayeron en promedio un 29,7% a nivel general en comparación con la misma jornada del año pasado. En ese marco, la consultora especializada en consumo reveló que un 90% hizo o hará “compras mucho más austeras” que en años anteriores, algo que ya había ocurrido en junio de 2022, cuando la inflación interanual era de "solo" el 64%.
Más allá del aumento general de todos los bienes de consumo final y masivo, lo que ocurre además es que específicamente los regalos típicos de esta fecha también tuvieron aumentos por encima de la media, con un promedio de 175% contra una inflación interanual del 114%, estima Indecom. El tope está en los importados, con subas del 200%, mientras que el piso estuvo en 150%, para el caso de las prendas de vestir.
Como consecuencia, se estima un gasto alto. Para Focus Market, el ticket promedio por regalo para el Día del Padre será de 15.750 pesos, con indumentaria, vinos e informática TV y video como los rubros más vendidos por los comercios. Esta cifra se ubica, de hecho, en el rango más alto de los estimados por la consultora que dirige Damián Di Pace (de entre 13.000 y 16.000 pesos). Un escenario así implicaría, evidentemente, una fuerte segmentación, con los sectores acomodados traccionando las ventas de la jornada, mientras los sectores bajos están cada vez más endeudados para pagar gastos corrientes.
De hecho, Indecom explicó que uno de los problemas que redundan en la baja de las ventas es que “la inflación de los últimos dos años ha hecho que los límites de compra de las tarjetas de crédito hayan quedado demasiado atrasados y que mucha gente, ya no tenga margen de financiación”, aun cuando estos aumentaron entre un 25 y un 30% a fines de mayo.
Aun así, la consultora que dirige Miguel Calvete estima que el ticket será más barato: “Seis de cada diez operaciones se está gastando menos de 8.000 pesos en el regalo, mientras que dos de cada diez llegará a un máximo de 8.000 pesos. Y sólo dos sobre el total evalúa estar por encima de esa cifra", detalló su informe.
Este mismo panorama moderado es confirmado desde el propio sector comercial. "Viene tranqui", afirmó a El Destape el vocero de CAME, Salvador Femenía, en relación a las ventas de la jornada, con "más actividad en grandes comercios que cuentan con promociones bancarias". De todos modos, el fin de semana largo genera, en la entidad pyme, expectativas de que haya cierta retroalimentación a partir del mayor movimiento turístico y gastronómico.
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