Pasan deuda del BCRA al Tesoro para blindar el ajuste

En conferencia de prensa, Caputo anunció junto a Bausili que a partir del lunes el Tesoro se hará cargo de la deuda del BCRA por los pases remunerados. El Gobierno, redoblará la apuesta del ajuste. 

28 de junio, 2024 | 21.07

El ministro de Economía, Luis Caputo, anunció el inicio de la segunda parte del programa ortodoxo (de miseria planificada) de la administración Milei. A partir del lunes, los pasivos remunerados que el Banco Central le paga a las entidades financieras por la colocación de pesos pasarán a computarse como deuda del Tesoro de manera compulsiva. El objetivo de esta medida radica en la obsesión de Milei de mostrarle al mercado que se le pondrá fin a la emisión monetaria.

Esta no es una iniciativa nueva; desde hace un mes, el Gobierno venía impulsando esta transferencia del BCRA hacia el Tesoro con las licitaciones de Lecaps. Sin embargo, lo compulsivo de la medida podría jugarle en contra ya que ni a los bancos – ni a los inversores que tienen acciones de bancos – les agrada la sobreexposición hacia la deuda del Tesoro. El lunes, las acciones de cada una de las entidades que operan en el sistema darán su veredicto.

Desde el Gobierno indicaron que esta medida encontró “el beneplácito” del FMI. “Le damos el beneplácito a las medidas anunciadas por el ministro de economía, Luis Caputo, y el presidente del Banco Central, Santiago Bausili, para reforzar el marco de política monetaria", habrían dicho desde el FMI, según dejaron trascender desde el equipo económico.

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El Tesoro paga

El ministro Caputo, junto a Santiago Bausili, titular del BCRA, anunciaron el reemplazo del pago de los pasivos remunerados del BCRA por deuda del Tesoro nacional. A partir del lunes, el Gobierno publicará una serie de normativas para concretar la operatoria, que será de manera compulsiva.

Esta no es una medida nueva. El traspaso de la deuda del BCRA hacia el Tesoro había comenzado con la licitación de las Lecaps. El proceso fue el siguiente:

“Los pasivos remunerados se redujeron un 24,8% en términos reales hasta el 16 de mayo respecto al 7 de diciembre. Luego, la tendencia continuó con la baja en la tasa de interés de los pases pasivos a 3,3%,  por debajo de la ofrecida por el Tesoro”, puede leerse en un informe de la Fundación Capital, donde se explica el proceso previo al anuncio de este viernes.

“En paralelo con la Comunicación A 8020 del BCRA que excluía de los límites establecidos sobre el financiamiento al sector público por parte de los bancos a las “Letras del Tesoro Nacional Capitalizables en pesos” (LECAP), resultando en una redirección de los pesos a la licitación de títulos del 16 de mayo. Así, los pasivos monetarios mostraron una baja real del 45,6% y los remunerados del 59,5% en lo que va de la nueva administración”, agregó el documento de la Fundación Capital.

Ahora, el Gobierno apuesta por la aceleración del proceso para hacerlo compulsivo. ¿Por qué la apurada? Milei está nervioso y quiere mostrarle al mercado que su plan avanza.

A tipo de cambio oficial, al 10 de diciembre del año pasado los pasivos monetarios sumaban 86.500 millones de dólares, stock que se redujo a 54.700 millones al 16 de mayo, ubicándose luego de las dos últimas emisiones de títulos públicos en unos 39.700 millones al 3 de junio. Esta es la cuenta que deberá ahora pagar el Tesoro, según los cálculos de la Fundación Capital.

Los depósitos que antes estaban garantizados por el BCRA ahora quedarán bajo el ala del Tesoro. Tamaña sobreexposición no suele ser bien recibida “por los mercados”. El lunes, los inversores que tengan acciones de los bancos locales, como el Fondo Discovery – cuyo titular, Rob Citrones, es amigo personal de Caputo – darán un primer veredicto.

Blindar el ajuste

En la reunión que mantuvo el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, con una serie de “inversores” de grandes Fondos ocurrida el pasado 13 de junio, el mensaje que le bajaron fue el siguiente: “Lo que sigue, además de la reducción de subsidios, es eliminar toda la deuda del BCRA”. Esto lo escribió Nick Padgett, director de Frontaura Capital. El Gobierno parece actuar en consecuencia de lo que le dictan desde el exterior.

Pero la maniobra anunciada tiene bastante de ficticio, como los anunciados superávits financieros y primarios a costa de patear pagos a CAMMESA, el feroz ajuste del gasto y la licuación de los ingresos de trabajadores y jubilados.

“El cambio de acreedor de los pases del BCRA por una letra de regulación monetaria suena a los recuerdos de la cuenta de regulación monetaria de Martínez de Hoz. Esto será un mayor déficit para el Estado. Sin una política de crecimiento para compensar el déficit, no ya cuasifiscal sino fiscal, habrá un mayor ajuste, que va a pegar en la recaudación y en más déficit”, analizó Alejandro Vanoli, ex presidente del BCRA.

Sobre el ajuste fiscal ortodoxo, el ministro Caputo mintió cuando dijo - durante la conferencia de prensa- que se lo hizo “cuidando a los más vulnerables”. El incremento de la desigualdad social al primer trimestre del año lo refuta; como también el dato de los millones de jóvenes que tuvieron que suspender comidas por la falta de recursos dentro de los hogares. Al primer trimestre de 2024, el 70% de los hogares no cubría el valor de una canasta básica.

Ahora, el ajuste seguirá siendo feroz, por eso los despidos de trabajadores del Estado que comenzaron a concretarse durante el viernes por la noche tras la conferencia de prensa del tándem Caputo – Bausili.

Plata hay

El gobierno deberá enfrentar en julio la devolución de los 800 millones de dólares desembolsados por el FMI; también deberá afrontar pagos por 2600 millones de dólares de los bonos soberanos (AL y Globales) y comenzarán a erogarse las amortizaciones de los BOPREAL.

Es probable que con la nueva deuda que asumirá el Tesoro para concretar la transferencia de los pases remunerados se haga de pesos que no serán volcados ni a la economía real ni a la amortiguación del ajuste sobre el gasto. Todo lo contrario. Es probable que la estrategia apunte a comprarle al BCRA los dólares que deberán destinarse al pago de deuda externa.

¿Alguien dijo “no hay plata”?