Mega deuda de Macri: un informe interno revela que el FMI sabe desde 2018 cómo se fugó el préstamo

El informe Pais 18/297, firmado en octubre de 2018, explica que se estaban mal vendiendo los dólares del préstamo stand by. ¿En qué anda la causa judicial por el endeudamiento macrista?

12 de noviembre, 2023 | 00.05

El Gobierno anunció, a través de Sergio Massa, que la Oficina Independiente de Investigaciones del FMI enviaría una comisión para analizar lo sucedido con el préstamo stand by otorgado a Mauricio Macri en 2018. Pero la decisión de investigar lo sucedido durante aquel período ya se había adoptado en 2021, tal como quedó explicitado en un informe del 19 de enero titulado “Possible topics for future IEO evaluations (Posibles temas de evaluación)”. En ese texto se mencionaba la política de acceso excepcional del FMI, con especial énfasis el préstamo otorgado a Macri.

El FMI no fue un convidado de piedra. Estaba al tanto de todas las normas internas fraguadas para otorgarle a Macri un salvataje por 45.000 millones de dólares; también tuvo conocimiento sobre el proceso de fuga de capitales. A todos los informes producidos por la Auditoría General de la Nación y las denuncias penales llevadas adelante por la Oficina Anticorrupción y la Procuración del Tesoro en los últimos años, se suma el propio conocimiento que tenía el FMI sobre el desfalco, tal como quedó registrado en el Informe País 18/297 donde ya se advertía sobre los desvíos en el uso de los recursos enviados a la Argentina.

Este es el mismo informe que ahora se pondrá en juego, junto al dictamen de la AGN, en el momento en que llegue la comitiva del Fondo.

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La clave

El FMI produjo el “Informe País N° 18/297”, en el contexto de la primera Revisión en virtud del Acuerdo Stand-By otorgado a la administración de Mauricio Macri. Con fecha 17 de octubre de 2018, el staff técnico del organismo advertía sobre los desvíos del dinero prestado. Los puntos sobresalientes de aquel cuestionamiento fueron los siguientes:

* “Finalmente, los mercados han puesto en duda el compromiso de las autoridades con el programa. Esto en parte refleja … una estrategia poco clara y, en ocasiones, inconsistente de intervención cambiaria por parte del Banco Central”.

* Con una intervención cambiaria superior a los límites pactados en el Acuerdo Stand-By, las reservas internacionales fueron vaciadas a un ritmo mucho mayor que el previsto en virtud del programa.

* En sentido contrario a los compromisos tomados en el marco del programa, las autoridades han seguido una estrategia ad-hoc de intervención discrecional. En ocasiones intervinieron sin que hubiera una fluctuación significativa del peso, vendieron reservas a una moneda en apreciación, vendieron reservas mediante subastas y ventas directas al mercado, y efectuaron ocasionales incursiones fuera del mercado ante grandes fluctuaciones diarias de la moneda.

Ese documento fue la base de la presentación que efectuó la Procuración General del Tesoro, a cargo de Carlos Zannini, para constituirse como querellante en la causa penal que tramita en el juzgado de María Eugenia Capuchetti.

Luego de leer dicho informe, escrito en el mismo momento en que ingresaba el dinero del organismo y se fugaba, cabría una sola pregunta: ¿el propio staff del FMI entendió que el BCRA había convalidado una venta discrecional de dólares pactada con los fondos especulativos que se querían ir del país?

La previa. Una trama

En diciembre de 2017, el raid de toma de deuda externa llegaba a su fin. Las empresas que se habían lanzado a esta aventura, envalentonados por Luis “Toto” Caputo, advirtieron una inesperada suba de tasas para el país. Ya avizoraban la crisis que se venía. Lo que parecía un hecho aislado en el imaginario del Gobierno, se convirtió en certeza cuando Caputo, secretario de Finanzas, escuchó en boca de los inversores de Wall Street que ya no les iban a comprar más bonos. Por entonces, la corrida y huida eran inminentes.

En marzo de 2018, el JP Morgan desarmó sus posiciones en LEBACs, seguido por una compra automática de casi 1.000 millones de dólares. Los fondos tipo BlackRock o Templeton que tenían LEBACs, cuando avistaron la pared con la que iban a chocar, recurrieron a los bancos comerciales con los que operaban para que les desarmaran todas sus operaciones en pesos.

Ni BlackRock ni Templeton se querían ir perdiendo plata. Según narró a este periodista un inversor de Wall Street, estos grandes fondos de inversión les exigieron a sus bancos que llamaran directamente a (Federico) Sturzenegger para que aparecieran en pantalla los dólares que se querían llevar al precio que ellos querían pagar. Era eso o una mega devaluación.

Los bancos comerciales que habrían jugaron fuerte con los fondos de inversión – según la versión de este inversor- fueron el City International Market, el HSBC y el Deutsche Bank.

Según determinó la AGN, los recursos del FMI se destinaron en un 71% al pago de servicio de la deuda pública, en particular de emisiones realizadas durante el período 2016-2019, en donde se destacaron los montos de la deuda emitida entre 2017 y 2018. El 39% se correspondieron a cancelaciones de servicios de deuda emitida en los años 2018 y 2019.

De acuerdo al mismo informe, la salida de capitales totalizó, en 2016, los 15.105 millones de dólares, mientras que al año siguiente fueron 31.151 millones. En 2018, representó un total de 27.000 millones de dólares.

“Estos pagos resultaron en una masa de recursos que se volcaron al mercado en coexistencia con una salida de capitales, en un contexto de falta de controles sobre los flujos de salida de la cuenta capital. Esta situación debería haber sido evitada de acuerdo a la manda del Convenio Constitutivo del FMI”, sostuvo la AGN en su dictamen.

Nombres y una computadora

Cuando el Frente de Todos asumió el Gobierno, una de las primeras decisiones políticas adoptadas fue realizar un informe sobre la deuda externa durante el macrismo y su correlato en la fuga de capitales, FMI incluido. El trabajo realizado por el BCRA, publicado a mediados de 2020, describió que la salida de capitales había ocurrido en dos etapas.

La primera podría fecharse entre enero de 2016 hasta mayo de 2018, cuando salieron 41.000 millones de dólares, financiados por las emisiones de deuda pública comandadas por Caputo y Bausilli. En el segundo tramo, la fuga fue de 45.000 millones, cubiertos por el dinero del FMI.

¿Quiénes se llevaron ese dinero? ¿A quiénes financiaron con una deuda que deberán pagar los 47 millones de argentinos? El periodista Horacio Verbitsky publicó en El Cohete a la Luna el listado de 100 empresas y 100 empresarios que sacaron el dinero del país; en ese listado radican los grandes dolarizadores del período. Entre las empresas aparecen Telefónica, Pampa Energía, Shell, Aluar o la misma YPF; y entre los empresarios, la familia Eskenazi (constructoras y bancos), Claudio Belocopitt (Swiss Medical y Canal América), José Alberto Benegas Lynch –el ídolo de Milei-, la familia Werthein, entre otros.

Pero el nombre y apellido de los fugadores podrían dejar de ser una nota periodística para convertirse en material probatorio dentro del expediente judicial que tramita Capuchetti. La llave la tiene la Comisión Bicameral de Seguimiento de la Deuda Externa, a cargo de José Mayans.

Sin embargo, todavía duerme el sueño de los justos la información que envió el BCRA con los movimientos de todos los CUIT que fugaron divisas durante el macrismo, una verdadera ruta del dinero. Todo está guardado en la memoria…de una computadora. No sólo podría determinarse la cuenta total de la compra de dólares por cada actor del poder económico sino hacia qué bancos o guaridas fiscales fueron transferidos.

La jueza impunidad

Capuchetti es la magistrada que se niega a investigar a la organización Revolución Federal como parte del entramado que estuvo detrás del intento de magnicidio contra Cristina Fernández de Kirchner. También tiene en su despacho la causa por el préstamo del FMI.

Cuando la magistrada resolvió levantar el secreto bancario y fiscal vinculado a los compradores de dólares durante el período 2018-2019, todo hacía suponer que se podría llegar a conocer el nombre - y sus responsabilidades - de los que llevaron adelante el desfalco junto al FMI. Pero no.

Lo último que se incorporó en el expediente fue el informe de la AGN, aportado por la Procuración del Tesoro en su calidad de querellante. Y nada más. Por parte del juzgado, no hubo ninguna medida para profundizar sobre los beneficiarios finales detrás del endeudamiento y posterior fuga. Todo está bien guardado…en un despacho.

 

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