El proceso de endeudamiento de las empresas ya es 30% más alto que en 2017 y alcanzó un nivel récord en octubre con la emisión de obligaciones negociables por U$S 2.582 millones, en un proceso que profundizó el atraso cambiario acumulado con la decisión oficial de devaluar 2% mensual frente a una inflación acumulada en el año de 107%.
Los dólares que captan las empresas son vendidos en el mercado de cambio, lo que permitió que el Banco Central terminara con un saldo a favor de US$ 1.530 millones tras sus intervenciones. El resto sirvió para financiar las salidas de divisas por el turismo emisivo y los pagos de importaciones, donde se destacó el incremento de autos y bienes de consumo, que compiten con la producción nacional.
Los números del endeudamiento son elocuentes: el acumulado del año es de US$ 7.630 millones, frente a los récord anteriores de 2016 de US$ 5.026 millones y 2017 de US$ 5.921 millones. En octubre se colocó más del doble que cualquier otro mes del año (los niveles más alto fueron en julio US$ 1.146 millones y en septiembre US$ 1.150 millones) y prácticamente lo mismo que en años enteros como 2015, US$ 2.654 millones, 2020 US$ 2.610 millones.
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El proceso de atraso cambiario provocó una inflación en dólares que le resta competitividad a la economía argentina, especialmente frente a los países de la región que dejaron flotar a sus monedas que se devaluaron frente al dolartoday, especialmente desde la elección de Donald Trump como presidente de Estados Unidos.
“La Cámara Argentina de la Industria Ferial (CAIFE) advierte que los costos para organizar ferias, exposiciones y congresos en el país permanecen elevados. Esta situación afecta tanto a empresas nacionales como extranjeras y complica la competitividad del sector, dijo la entidad.
Pablo Ruda, presidente de CAIFE, señaló que "Argentina quedó cara en dólares", lo que representa un problema para la industria ferial. Según explicó, los gastos vinculados con la participación en eventos internacionales, como la construcción de stands, promotoras o servicios de catering, son hasta un 25% más económicos en otros países.
“Hoy Argentina es cara en pesos para las empresas locales y cara en dólares para las internacionales”, reseñó Ruda.
El proceso de endeudamiento durante la anterior experiencia neoliberal de Mauricio Macri detectó dos años de emisión neta pero en 2018 se desplomó a US$ 1.824 millones cuando los mercado se cerraron para la colocación de deuda del país y el gobierno debió acudir al Fondo Monetario Internacional para garantizar salida a los fondos que habían invertido en la deuda pública y privada.
“El destino no es productivo ya que las inversiones no aumentan en la misma proporción y están restringidas al mínimo por el achicamiento del mercado interno. Muchas empresas se endeudan para compensar la caída de ventas que provocó la recesión inducida por el gobierno libertario”, evaluó el economista Federico Glodowsky.
“El endeudamiento privado incrementa las reservas internacionales, que alimentan una paridad artificialmente apreciada para contener la inflación, pero que cuando el flujo de divisas se corte, también lo hará la estabilidad macro”, advirtió.
Glodowsky señaló a El Destape que “el problema nunca es el endeudamiento, el problema es el destino o mejor dicho, la capacidad de repago. Si el Estado consume los dólares que ingresan los privados, cuando el carry trade se corte habrá que ver de dónde salen los dólares necesarios para pagar esos vencimientos”.
El proceso de endeudamiento durante los años del macrismo, con deuda que se toma a un promedio de tres años, con vencimientos de intereses y capital que suelen ser semestral,hubo que afrontarlo durante el siguiente gobierno, ya con un cepo, la pandemia, la guerra y la sequía que combinadas restringieron la disponibilidad de divisas.
El Banco Central impulsó en ese período la renovación del capital y el pago solo de los intereses, siempre que no se trate de deuda intra empresas o con vinculadas, lo que permitió reducir la demanda de divisas.
“Estos modelos económicos siempre duran poco, son inestables y dependen del arbitrio del mercado. El neoliberalismo es un modelo de saqueo y grandes ganancias de corto plazo, no un plan económico de largo plazo ni un modelo de país”, sostuvo Glodowsky.
El Estimador Mensual de Actividad Económica (EMAE) que difundió la semana pasada el Indec mostró que la economía se contrajo en septiembre 0,3% respecto de agosto y que 11 sectores siguen por debajo del año pasado, con solo Minerías y Agro mostrando crecimientos, el primero por la maduración de proyectos de inversión que llevan un lustro de iniciados y el segundo por efecto estadístico respecto de la sequía histórica.
Aún en ese esquema de retracción, en octubre las importaciones registraron un incremento interanual del 4,9%, la primera variación positiva tras veinte meses consecutivos de caída desde febrero de 2023. Ese crecimiento estuvo explicado por las compras de bienes finales y de unidades terminadas de la industria automotriz y es una de las características del modelo que cualquier esbozo de recuperación no beneficia a la producción de bienes en el país.