A pesar de que Juntos por el Cambio denunció una supuesta "bomba de tiempo" de la actual deuda en pesos, economistas afirman que, más allá de que el problema fue autogenerado por el propio macrismo, no hay riesgo real de default y que el actual esquema de vencimientos en moneda local es sostenible.
La polémica que generó el comunicado opositor y los sucesivos intercambios entre Gabriel Rubinstein, Hernán Lacunza, Emmanuel Álvarez Agis y Martín Guzmán, entre otros, llevan a la pregunta concreta de si la deuda en pesos es sostenible o si puede generarse una situación de default.
Existen varios elementos, sin embargo, que alejan este último escenario. PxQ destaca por un lado la sostenibilidad de las tasas de interés de la deuda emitida por el Tesoro y el Banco Central. "Recordemos que el 14% del total de la deuda del Tesoro + BCRA no paga intereses, el 37% está emitida a tasa fija y el 49% a tasa variable. Asumiendo una inflación en el orden del 100%, la tasa real ponderada del Tesoro es de +0,67% anual, y la del conjunto Tesoro + BCRA de -5,8%. No parecen tasas de interés 'imposibles de pagar'", explicó la consultora que dirige Álvarez Agis en un informe que publicó esta semana. En este marco, el economista de PxQ Pedro Martínez Gerber, señaló a El Destape que efectivamente la deuda en pesos es sostenible.
Martín Kalos, director de Epyca, aclaró que actualmente Argentina, a comparación con otros países, no debe un monto de deuda importante en relación al PBI. Y agregó que ahora, a diferencia de lo que sucedía bajo la administración de Cambiemos, los vencimientos, particularmente en dólares, están diseminados a lo largo de la próxima década por la reestructuración que llevó adelante Guzmán. "Durante el gobierno de Macri la deuda que se tomó fue de muy corto plazo, y se sumó una deuda enorme con el FMI, también de corto plazo", lo que generó "una montaña de deuda impagable".
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Kalos aclara que, de todos modos, eso no quita que sigue existiendo el problema del refinanciamiento de la deuda en pesos a "muy cortísimo plazo". "Las nuevas licitaciones del Tesoro son de acá a las elecciones. Nadie se anima a refinanciarte fuerte más allá porque no hay señales claras del arco político de la actitud que va a tomar el próximo Gobierno con la deuda en pesos".
El problema es generado por el propio Juntos por el Cambio por partida doble
Es decir, el problema es generado por el propio Juntos por el Cambio por partida doble. No solo por sus comunicados anunciando una "bomba de tiempo" con la deuda sino, más fundamentalmente, por el antecedente de 2019. "Es algo casi sin antecedentes a nivel mundial un default en moneda propia, es decir. que un gobierno, pudiendo emitir en moneda local, decida no emitir y no pagar", explica el economista de Epyca.
Por eso, a pesar de lo abultado y cortoplacista de los vencimientos, Kalos remarca que "no hay riesgo de no pago, porque la decisión que tomó Hernán Lacunza (en agosto de 2019) de no emitir es rara y no debería volver a ocurrir". En ese sentido, señala que, aunque el acuerdo FMI prohíbe ampliar la base monetaria, el default sería un mal mayor. La decisión, en definitiva, es política.
"Si existe una duda sobre la posibilidad de un default en pesos es solo porque existe el default de 2019 y porque Juntos por el Cambio no descarta esa opción públicamente. El resto la descarta porque entiende que es o rollover en el mercado o emisión", sintetiza Kalos.
PxQ, subraya, además, que al estar cerrado el financiamiento internacional la única opción para financiar el déficit es mediante el mercado doméstico. Entonces, agrega esta consultora, el problema para JxC es que un plan de "ajuste fiscal que le permita el gobierno de 2024 eliminar por completo las necesidades de financiamiento del Tesoro", como el que sugieren los economistas opositores, es virtualmente imposible, ya que solo alcanzaría si incluso se ajusta el gasto social, con el grado de conflictividad política y social que ello generaría.