La Secretaría de Finanzas concluyó el canje de la deuda en pesos con una aceptación del 77% sobre el total títulos con vencimiento pautado para 2024. De esta manera, la cartera que conduce Luis Caputo, logró patear para adelante cerca de 42,6 billones de pesos en intereses. La mayoría de los títulos que participaron del canje estaba en manos de organismos estatales, principalmente el Banco Central, la ANSES y también bancos públicos.
“La Secretaría de Finanzas alcanzó una aceptación del 77% sobre el total de vencimientos de los títulos que vencían en 2024 (57 billones de pesos) y de esta manera se despejaron $ 42,6 billones. El sector privado aportó aproximadamente el 17,5% de sus tenencias, mientras que el sector público lo hizo casi por su totalidad”, indicaron desde el Palacio de Hacienda. Desde Finanzas también especificaron que con esta operación se lograron estirar los vencimientos por tres años, al mismo tiempo en que se pudo reducir la carga financiera con un ahorro en concepto de intereses cercano a los 555.000 millones de pesos. Fue la primera operación de estas características de la era de Javier Milei.
Con esta movida, el Tesoro buscó captar los instrumentos en pesos que vencían este año y otorgar a cambio una canasta de títulos compuesta por cuatro nuevos títulos CER (ajustados por inflación), que vencerán entre 2025 y 2028.
MÁS INFO
El mercado opina
"Buen resultado y esperado, sabiendo el alto porcentaje de estos bonos en manos del propio Estado", afirmó el analista financiero Christian Buteler a través de su cuenta de X. También en sus redes sociales, Gabriel Caamaño, de la consultora Ledesma, agregó: “Los bancos no entraron en gran cantidad, sin put (seguro) no les sirve ni por liquidez ni límite de exposición”. Desde el Gobierno también le atribuyeron la “buena performance” del canje a la baja en la tasa de interés, dispuesta por el Banco Central el lunes por la noche. Con la menor carga de intereses de deuda, el Gobierno podría soltar la motosierra – aunque sea de manera marginal – en su estrategia de ajuste fiscal; o sostener el superávit financiero tal como había ocurrido en enero pero no en febrero.
“Pasar del déficit que heredamos a equilibrio fiscal ha sido un éxito. Se redujo el déficit cuasi fiscal en casi cinco puntos. La base monetaria tuvo una contracción del 38% desde diciembre. Al mismo tiempo se compraron más de 9.000 millones en el Banco Central, así que hubo una fuerte recomposición del balance. Se evitó una hiperinflación y una crisis terminal”, sostuvo Caputo durante su participación en el evento anual de la AmCham. Sobre el capítulo fiscal, Caputo concluyó: “El equilibrio fiscal es sostenible, podría tener una mejor calidad, pero operamos con las herramientas que tenemos. ¿A quién le gusta tener impuesto al cheque, ingresos brutos o País? Hay cosas que se pueden hacer para mejorarlo. No nos vamos a desviar de esa meta".