El ministro de Economía, Martín Guzmán, ratificó que la mejora en la oferta de canje de deuda es el "máximo esfuerzo" que puede hacer la Argentina, aunque anticipó que existe un grupo de bonistas más duros que seguirá exigiendo "más de lo que el país puede". "Ahora estamos esperando la respuesta de los acreedores. Hay algunos que ya están acompañando; ha habido una recepción inicial muy positiva, y esperamos que el resto decida", afirmó el ministro en una entrevista al diario La Nación.
Luego de la presentación de una enmienda con la mejora en la oferta a los acreedores externos, hubo grupos de fondos que anticiparon su aceptación, mientras que los más beligerantes, que incluyen al gigante de Wall Street, Blackrock, ratificaron su rechazo. La apuesta de Economía, tal como anticipó El Destape, será alcanzar los umbrales mínimos de adhesión que requieren actualmente los procesos de reestructuración con tenedores individuales (no agrupados) de deuda argentina.
"No hay ningún grupo que de por sí constituya una mayoría. La mayor parte de la deuda, un 60 por ciento, está en manos que no participaban de las negociaciones por su tamaño. Hemos tenido una respuesta inicial muy positiva. Estamos recibiendo apoyo del mercado", aseguró Guzmán en la entrevista.
El ministro aseguró que existen otros intereses que se juegan en las negociaciones. "Siempre hay incentivos para pedir más. Hay un grupo de acreedores con los que logramos ponernos de acuerdo antes de salir con la oferta y hubo otro conjunto, el del grupo Ad-Hoc, que en un momento dejó ya de querer negociar, se plantaron, y pretendían que la Argentina fuera más allá de lo que el país puede", afirmó el funcionario.
El titular del Palacio de Hacienda subrayó que un acuerdo con los acreedores "no va a resolver los problemas de la economía". No obstante, insistió en la importancia de "sacarnos esa carga y tener una deuda en niveles que podamos cumplir para generar certidumbre en el sector privado a fin de crear empleo e invertir con condiciones de financiamiento adecuadas, y que el sector público pueda generar sus políticas de empleo, ciencia, salud, educación y así trazar un sendero de desarrollo económico y social positivo".
En la entrevista adelantó que las restricciones cambiarias continuarán en el corto plazo. "A lo largo de nuestro gobierno apuntamos a que haya modificaciones en la regulación de la cuenta de capital, lo que llaman el cepo, pero no se puede hacer de un día para el otro sin generar resiliencia y robustez", afirmó el ministro.
También descartó que haya una hiperinflación producto de la emisión monetaria: "Acá hay un frente político muy fuerte capaz de prevenir y evitar todo ese tipo de situaciones. Todos los instrumentos disponibles y que sean necesario usar, los utilizaremos si el nivel de liquidez en la economía es muy alto".