Contra viento y marea

09 de agosto, 2020 | 10.51

El Gobierno cerró muy bien la negociación con los acreedores privados de Argentina. Sin peros. Es importante comenzar por entender la situación que dejó Macri respecto a este tema. En cuatro años endeudó al País (a todxs lxs argentinxs) en montos y plazos como jamás había sucedido en nuestra historia. Comenzó apuradísimo con el famoso “pago a los buitres” que alguna vez habrá que revisar, culminó con el vergonzoso y oneroso apoyo de campaña del FMI a su fracasada candidatura. Ni la dictadura cívico-militar genocida produjo semejante daño respecto al endeudamiento.

Entre los cinismos e ignorancias varias de las que hizo (hace) gala Macri repitió hasta el hartazgo el mantra falaz “no podemos gastar mas de lo que recaudamos” mientras cada uno de sus cuatro oscuros años de gobierno hizo exactamente lo contrario gastando muchísimo más de “lo que entraba” . Sin privarse de incluir este mensaje en clave machista y patriarcal cuando declaró textualmente “Es como ceder la administración de tu casa a tu mujer, y ella en vez de haber pagado las cuentas, usó la tarjeta. Un día te vienen a hipotecar la casa"  hablando de las políticas presupuestarias “populistas”. Encima, es justo lo que provocó él como “administrador” de las cuentas públicas.

Hecho solo comparable con el también cínico Bush que prometió “Lean mis labios: no habrá nuevos impuestos” para terminar subiéndolos. La “prensa” un poco mas “independiente” se lo recordó con claridad señalándole “Lean mis labios: he mentido”. Aunque la prensa concentrada no señaló las mentiras de Macri (“pobreza cero” y “conmigo la inflación no dura”, para citar solo dos hits) su destino fue idéntico al de Bush: FUE UNO DE LOS POCOS PRESIDENTES QUE NO LOGRO SU REELECCION.
He aquí el origen de la reedición de un persistente problema de la economía Argentina que Néstor Kirchner y CFK solucionaron (pensábamos que definitivamente) y Macri reeditó con fiereza.  Esta es la situación que encuentra Alberto Fernández al comenzar su presidencia. No fue él quien inventó el problema de la deuda. Fue Macri y su equipo. 

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Como puede verse en el gráfico de perfil de vencimientos elaborado por CEPA, los vencimientos entre 2020 y 2023 rondaban al asumir AF los 13,5 mil millones de dólares anuales en promedio a número gruesos. Como resultado de la negociación arribada esa carga baja a un promedio de  1,5 mil millones de dólares anuales.

Dicen, algunos de los propios endeudadores, que la carga de pagos después será muy alta. Es cierto. Pero observemos en el gráfico lo que hubiera sucedido sin el canje logrado, entre 2024 y 2027 la carga sería cercana a 12.2 mil millones de dólares anuales promedio, a partir de la negociación cerrada bajan al orden de los 9 mil. Por supuesto que entre 2028 y 2035 la carga se hará mucho más pesada. Pero esto no es culpa de Alberto, ni de Guzmán, ni del Frente de Todes. TODO ESTE PROBLEMA ES CULPA DE MACRI Y EL MEJOR EQUIPO DE LOS ÚLTIMOS 50 AÑOS EXCLUSIVAMENTE. Ellos sobreendeudaron a nuestro País. Y ellos provocaron que nada de esta deuda se reflejara en NINGUNA mejora presente o futura para lxs Argentinxs. Salarios en picada, desempleo creciente, pobreza creciente, destrucción del aparato productivo, tasas de interés delirantes, jubilaciones en caída, se les quitaron las netbooks a lxs estudiantes secundarixs. Todo esto fue lo que sucedió en Argentina mientras nos endeudaban por generaciones. Todo esto y mucho más, porque también acomodó jueces por decreto y creó una institución que no está en nuestra Constitución: la famosa “Mesa judicial” para que el Ejecutivo interviniera en forma diaria sobre las decisiones de ciertxs  juecxs y fiscalxs ya sea por consonancia o por apriete. Pero este es otro tema.

Ahora… el Fondo.

No creemos en el Fondo bueno. Conocemos el cuento de Caperuzita y el lobo.

El Fondo es corresponsable con Macri de la situación de deuda Argentina. Por supuesto que en segundo grado. Pero no debiera mirar para otro lado. Como viene haciendo.

Hasta ahora la “ayuda” del Fondo se ha circunscripto a decir que la deuda de Argentina es insustentable y que los acreedores privados deben hacer un “esfuerzo”. ¿El Fondo no? ¿Solo es insustentable la deuda con los privados? ¿No es el dinero fungible? ¿Qué significa todo esto?

Lamentablemente otro hecho que provocó Macri es dejar a nuestro País atrapado en una pelea entre acreedores. Porque en este caso el Fondo ha actuado solo como eso: un acreedor mas. Hasta ahora sus declaraciones oficiales del FMI podrían traducirse como: “págale menos a ellos, así después te agarro yo”. SI no queremos engañarnos tenemos que entender que el Fondo tenía un camino para “ayudar”. La única forma efectiva de ayudar en este tema era plantear antes de la negociación con los bonistas privados el otorgamiento de una quita o un generoso plazo de pagos, como señal concreta al resto de los acreedores. El resto es pura retorica que entraña la verdadera intención, despejar el campo de los pagos de Argentina para poder sentarse a negociar con mas fuerza y argumentando que “ayudó” a generar los recursos para poder cobrar y eventualmente imponer condiciones para aceptar un nuevo “plan de pagos”.

Por esto es que uno de los hechos políticos y económicos mas importantes de Néstor Kirchner fue, junto con bajar el cuadro de Videla, sacarse de encima el monitoreo y la participación del FMI en la política económica y diseño institucional de nuestra patria el 3 de marzo de 2006. Por supuesto que el monto de la deuda de Argentina con el FMI a la fecha hace imposible una decisión de este tipo, pero es un gran espejo donde mirar cada decisión de política económica. Argentina es a la fecha el principal deudor del FMI: MACRI LO HIZO. Y el FMI también. No “sucedió”.

Permítanos entonces contarles la seriedad de los análisis profesionales del Staff del Fondo. Analizando los mismos quedan claras las acciones pasadas y sus objetivos futuros del Organismo. Para julio de 2019 el FMI elaboró una revisión formal de la situación de la deuda Argentina, a la cual calificó en ese momento de SUSTENTABLE . Atención con la fecha, justo antes de las PASO. Sin embargo en febrero de 2020, el organismo (y su Staff que no cambió) consideró que la misma deuda era NO SOSTENIBLE para su propio esquema de calificación . Nótese que a la sazón lo único que había cambiado en Argentina era el presidente (o dicho de otro modo el FMI estaba “blanqueando” el fracaso en el financiamiento que le otorgara a la campaña de Macri). 

Pero esto no es nada. Agregan en su documento formal que para que Argentina le pueda pagar a los organismos multilaterales (Officials Creditors en su pomposo lenguaje) necesita obtener una quita de los acreedores privados (y mensura en distintos escenarios) para… acceder a los mercados privados y obtener fondos para pagar. O sea que el Fondo no está velando por la sustentabilidad de nuestra deuda, ni por el crecimiento Argentino, no por mejorar la vida en nuestro País. Lo dicen con todas las letras y oficialmente: su interés en empujar un acuerdo con los bonistas privados es ¡QUE NOS PODAMOS VOLVER A ENDEUDAR! 

Como se aprecia al FMI le importa tanto la sustentabilidad de la deuda Argentina como a Macri la república, y en ambos casos sus discursos públicos son solo fachadas que esconden las verdaderas intenciones. Por supuesto que en el documento mencionado también despuntan las primeras versiones de las condicionalidades, vinculadas a las tristemente célebres “metas fiscales”.

Recordemos, no hace tanto, a de la Rua, Cavallo, Patricia Bullrich y Morales con el famoso “Déficit cero” acordado/impuesto/autoimpuesto con el FMI en 2001 y cómo terminó. No existe a escala global un solo caso verificable de la mentada “austeridad fiscal expansiva” y sí ejemplos en los cuales la política fiscal expansiva ha sido la artífice de la salida de una recesión.  Sin entrar en las falacias respecto a la relación entre los gobiernos “dispendiosos” y el déficit. Los déficits y superávits son más producto de la fase del ciclo económico que de las políticas públicas mediante los estabilizadores naturales del presupuesto.  No debemos perder de vista tampoco que el presupuesto es una herramienta mas de política económica, y por lo tanto su resultado nunca puede ser un objetivo en si mismo. Los objetivos deben provenir de la política y las herramientas adecuarse a ellos.

Para decirlo con todas las letras: el Fondo alentó el canje diciendo en sus documentos oficiales que lo apoyaba porque era la única manera en que Argentina podría volver a endeudarse para pagarle al propio Fondo.

Como se ve el Fondo seguirá siendo problema de fondo.

Y hay que estar atentos (y militantes) porque el FMI probablemente venga por mas. Ya se insinúa que pretenderá una reforma laboral y una reforma previsional junto a la fracasada cantinela del “equilibrio” fiscal. En ambos casos con nuevos disfraces y pretextos.

En el caso del mundo del trabajo se pretenderá una mayor pérdida de derechos, la consabida flexibilización, a horcajadas de las novedades del “mercado laboral”. Las nuevas modalidades, la incorporación de la tecnología, el teletrabajo, etc… Una supuesta modernidad que apunta a precarizar aún más los derechos y condiciones laborales. Si la productividad ha crecido tanto en los últimos cuarenta años y los salarios tan poco (acompañados con mayor desempleo), lo que se necesita son jornadas laborales mas cortas y mayor cuidado en los derechos de lxs trabajadorxs. El discurso dominante que repite que el problema de la economía son las “leyes laborales” se da de narices con la realidad de una concentración en muy pocas manos de los beneficios de la tecnología consonante con la desigualdad cada vez mayor en los ingresos y la riqueza en niveles intolerables.

En el tema previsional, vendrán con la propuesta de mayor “libertad” para los salarios altos, que puedan aportar a cuentas individuales privadas en bancos o compañías de seguros. Es decir las AFJP encubiertas. Claro, la propuesta siempre tiene letra chica, y dirá: descontando los pagos de su aporte personal o de su impuesto a las ganancias. Entonces en realidad se vendría a destruir la solidaridad del sistema previsional, debilitando al sistema público y los ingresos del Estado. El resultado obvio es una peor distribución del ingreso y mayor precariedad para el 80% de los adultos mayores.
Este es el tamaño de los desafíos por venir en la relación con el FMI.

A la vez se abren oportunidades. En un mundo donde regirá el proteccionismo (que se retiró de la política internacional solo en la fábula neoliberal), la opción por el mercado interno es la prioridad. Sobre todo una vez despejado el horizonte de deuda privada. El desastre que causaron en el entramado productivo nacional las políticas de Macri genera una plataforma de capacidad ociosa instalada cercana al 60% que permite poner en marcha un crecimiento autónomo potente durante el lapso entre 24 y 36 meses. Por supuesto que sin descuidar el perfil exportador, siempre y cuando no colisione con el indispensable y virtuoso fortalecimiento del mercado interno con trabajo argentino. 

Durante el período de Macri nadie pudo realizar con éxito actividades productivas en nuestro País. El, con su equipo, lo convirtieron en un Casino donde solo fluyeron fondos para la especulación financiera, el aprovechamiento de tasas de interés que nunca esperaron los capitales por medio de las LEBACS y las LELICS. Un casino exclusivo para sus amigos y con las cartas marcadas.

En la Argentina de Macri todo el esfuerzo de lxs trabajadorxs, lxs profesionalxs, lxs empresarixs, lxs productorxs y lxs comerciantxs fue a para a manos de la tasa de interés y las tarifas de los servicios públicos. Es decir, el valor que se generó se fugó por estos canales.

Es en tal sentido que consideramos como líneas directrices necesarias mínimas  :

1.    Shock distributivo, que implica no solo paritarias libres y aumentos de jubilaciones. También involucra el rol del Estado en cuanto impulsor de medidas para que cada argentinx tenga trabajo, con énfasis en la potencialidad del sector privado. Por supuesto es indispensable acompañar esta política con un fuerte ordenamiento de precios de las actividades concentradas.
2.    Oferta masiva de crédito a tasas de interés muy (¿requete?) bajas para la actividad productiva, prestando especial atención a la necesidad de capital de trabajo. No solo ordenando el canal bancario, sino también reeditando extendidamente experiencias del tipo del “Crédito del Bicentenario” adecuado a las circunstancias actuales.
3.    Estatización de los servicios públicos, a esta altura de los acontecimientos queda claro que una de las claves de la destrucción de la Argentina perpetrada por Macri tiene que ver con la política de tarifas y calidad del servicio de las “prestadoras” privatizadas. Las tarifas deben ser un vector de mejora de la vida y la producción, no la variable de rentabilidad de firmas monopólicas.
4.    Plan de obra pública federal de envergadura. En este sentido es fundamental la política exterior y reafirmar la alianza estratégica formal que la Argentina tiene con la República Popular de China. Como prueba irrefutable están las represas Kirchner Cepernic en la provincia de Santa Cruz. La obra fue puesta en marcha durante el último mandato de CFK y después de cuatro años de ser “bombardeadas” por el gobierno Macri, son la única obra pública relevante que existe al finalizar su mandato. Existen proyectos ya aprobados en el marco de esta alianza que podrían ponerse en marcha muy rápido.

Vivimos en un mundo al que han regresado distintas versiones de la protección de las economías nacionales. Es difícil imaginar países compradores cuando todos quieren vender en una situación recesiva mundial. 

Hay que fortalecer el mercado interno y asistir crediticiamente a la actividad productiva. Y fortalecer al Estado y a la administración pública que son la garantía de la equidad y del crecimiento económico. La política económica debe volver a permitir que la actividad productiva florezca, después del daño generado por el equipo de Macri.  

Esas son a nuestro juicio las 4 líneas que deberíamos tomar de inmediato. Y son para arrancar la recuperación económica en la única dirección democráticamente viable, y en el marco de la pandemia global. Adecuada además porque centra la recuperación en la vida de nuestrxs compatriotxs y no en criterios economicistas. 
En línea con lo que viene inspirando las acciones el gobierno nacional, priorizar la vida contra viento y marea.