El Banco Central Europeo (BCE) puso este jueves en marcha el plan para hacer frente a la creciente inflación y subió la tasa de interés en 50 puntos básicos por primera vez en 11 años. De esta manera, el BCE decidió un incremento mayor al que se había adelantado en las últimas semanas, cuando varios miembros del Comité Ejecutivo indicaron que el incremento sería de 25 puntos básicos, e inicia una senda de endurecimiento monetario en línea con lo que está haciendo Estados Unidos.
“La tasa de interés para sus operaciones de financiación se situará en el 0,50%, mientras que la tasa de depósito alcanzará el 0% y la de facilidad de préstamo, el 0,75%”, informó el organismo y reprodujo la agencia internacional DPA. La entidad monetaria lleva meses preparando el fin de un período de dinero barato, que ayudó a la economía a superar las crisis de los últimos años.
Este endurecimiento de la política monetaria ya se inició en julio con el fin de las nuevas compras de deuda en los mercados y, al igual, que Estados Unidos se convierte en una aspiradora de capitales desde los mercados emergentes. Esto complica a la Argentina, porque la carrera entre ambas monedas tensiona el tipo de cambio en la Argentina El objetivo de la banca central europea es reducir la masa monetaria en circulación y frenar la inflación, que el mes pasado marcó un nuevo récord en la zona euro, con un 8,6% interanual.
La institución con sede en Frankfurt, Alemania, se suma así a otros bancos centrales, como la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos, que desde hace meses se muestran mucho más activos en la lucha contra la suba de los precios. Desde hace ocho años el BCE aplica una tasa de depósito negativo (-0,50%) al exceso de liquidez que le confían los bancos, con el objetivo de animarles a conceder más préstamos para apoyar la actividad y llevar la tasa de inflación al 2%, de acuerdo con su mandato.
Este objetivo de aumento de precios fue inalcanzable durante años, pero ahora la inflación se disparó debido a la recuperación tras el Covid-19, las tensiones en las cadenas de suministro y la crisis energética vinculada con la ofensiva rusa en Ucrania.
El organismo además comunicó que la deuda pública respecto del PIB de la eurozona se situó en el primer trimestre de 2022 en el 95,6%, una décima menos que en los tres meses anteriores y su nivel más bajo desde el segundo trimestre de 2020. Según datos publicados por Eurostat, en el conjunto de la Unión Europea (UE), la relación entre deuda y PIB era del 87,8% al final del primer trimestre del año, frente al 88,1% del cuarto trimestre de 2021.
Se trata del menor nivel de deuda pública en la UE desde el segundo trimestre de 2020, cuando alcanzaba el 87,5%.