China tiene suficientes respaldos y herramientas monetarias para evitar que el gigante inmobiliario Evergrande desate una crisis financiera mundial, dijo el martes el presidente del Banco de Desarrollo de Asia (ADB), Masatsugu Asakawa.
Pero la situación de Evergrande pone de relieve el rol clave que tuvo la inflación de precios de activos en un ambiente de rápido crecimiento de China y podría haber consecuencias para las finanzas y el consumo en los países de la región, dijo Asakawa.
"No creo que el caso de una sola firma pueda desatar una crisis global como la causada por el derrumbe de Lehman Brothers", dijo Asakawa en una rueda de prensa.
Las autoridades chinas están mostrando eficiencia para contener cualquier contagio a partir de la quiebra potencial de Evergrande y el banco central está inyectando abundante liquidez de corto plazo a los mercados, expresó.
Evergrande también tiene el control de suficientes activos de los que podría desprenderse para cumplir con sus pagos, añadió.
Los problemas de la inmobiliaria subrayan la fuerte dependencia de la economía china en el mercado de bienes raíces, de un modo que se asemeja a la burbuja de activos de Japón experimentada a fines de la década de 1980 y principios de la de 1990.
Una caída del mercado inmobiliario podría afectar a los gobiernos de la región y a las familias en China que han dependido del sector de propiedades para financiar su deuda.
"Necesitamos observar atentamente los acontecimientos porque el impacto en las finanzas del Gobierno de China y el gasto de los hogares es una fuente de preocupación", dijo Asakawa, quien anteriormente se desempeñó como jefe de políticas cambiarias para el exterior de Japón.
Con información de Reuters