Argentina no fue considerada este año entre el medio centenar de países analizados para determinar las relaciones que mantienen los gobiernos con los inversores financieros que realizó el Instituto Internacional de Finanzas (IIF) y que se convierte en una guía que toman los responsables de bancos y fondos de inversión para canalizar recursos.
En la región fueron analizados la mayoría de los países, como Brasil, Uruguay, Chile, Bolivia, Perú, Paraguay, Colombia, Ecuador y también México, Costa Rica, Panamá, República Dominicana, El Salvador, entre otros.
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Pero Argentina y Venezuela quedaron fuera del radar en esta edición, aunque probablemente ambos vuelvan al ránking el próximo año, lo que demuestra que no será por abrazar las ideas libertarias de Javier Milei sino por la decisión de los organizadores de ampliar a países que podrían abrirse en un futuro cercano a mercados financieros.
El IIF destaca que “los países con sólidas relaciones con los inversores y prácticas de transparencia de la deuda se están dando cuenta de los beneficios, al ver calificaciones crediticias soberanas más altas y mejores flujos de capital”.
Argentina necesita volver a los mercados voluntarios de deuda para obtener financiamiento que permita renovar los vencimientos de deuda que se acumulan en los próximos años, a un promedio de US$26.000 millones anuales.
Parte de la estrategia del equipo económico que preside Luis Caputo se centró en reducir el riesgo país por debajo de los mil puntos, lo que permitiría intentar colocar deuda voluntaria. Sin embargo, después de alcanzar un piso de 1.200 puntos esta última semana volvió a dispararse a los 1.500 puntos, alejando cualquier posibilidad de obtener financiamiento voluntario.
En la "agenda pro mercado" la gestión de Javier Milei debería firmar rápido un nuevo acuerdo con el FMI y liberar el flujo de capitales.
Además de quedar al margen de los mercados por el elevado costo que significaría colocar deuda con este riesgo país (debería convalidar una tasa superior a 20% anual en dólares), también está marginada del radar de los inversores.
A través de una combinación de investigación documental y preguntas de encuestas dirigidas a representantes nacionales de las Oficinas de Gestión de Deuda evaluó y clasificó las prácticas de relaciones con inversionistas en todos los países.
En la conclusión, determinó que se observaron “mejoras significativas en la transparencia de la deuda y las prácticas de relaciones con los inversores en muchos países” y destaca el “mayor compromiso del África subsahariana con los acreedores”.
De los 50 países de la nuestra, Brasil , Filipinas, Indonesia, Turquía y Hungría “lideran las puntuaciones en relaciones con inversores, mostrando prácticas sólidas y un compromiso efectivo con los acreedores internacionales”.
Otros países de la región, como Bolivia, ingresaron por primera vez en la Evaluación de Relaciones con Inversores de 2024.
El IIF agrupa a casi 400 bancos y gestores de fondos de inversión de más de 60 países e incluye a los principales actores líderes en la industria de servicios financieros. Sus informes suelen ser la base para la toma de decisiones en las entidades
En este caso, el IIF señala que sus recomendaciones sirven “como directrices voluntarias para las autoridades de los países que buscan mejorar sus relaciones con los inversores y sus prácticas de difusión de datos”.
Dos países de la región, Uruguay y Brasil, estuvieron entre los puntajes más altos de transparencia en difusión de estadísticas de deuda. Uruguay también se destacó en la difusión de políticas y datos.
El informe destacó las mejoras en el contexto financiero global, con la baja de tasas de los bancos centrales y la mejora constante en lo que denominan la confianza de los inversores. “Este sentimiento positivo, reforzado por un sólido apoyo de liquidez por parte de los bancos multilaterales de desarrollo” permitió u aumento de la emisión a menores tasas tanto para países de grado de inversión como mercados emergentes.
El IIF destaca que la participación de deuda de mercados emergentes sigue en gran medida infraponderados en las carteras de los inversores internacionales y por eso “existe un margen significativo para un fuerte repunte de los flujos de deuda de cartera”.
“Sin embargo, el ritmo de recuperación puede ser bastante desigual; nuestra investigación sugiere que los países con sólidas relaciones con los inversores y prácticas de transparencia de la deuda son los que más se beneficiarán del actual repunte de las condiciones de liquidez global”, sostiene.
Argentina, por ahora, está fuera de ese radar.