El Ministro de Economía, Martin Guzmán, acompañado por el representante argentino ante el FMI, Sergio Chodos, recibieron a la delegación del Fondo encabezada por la directora adjunta del departamento del Hemisferio Occidental, Julie Kozack; el jefe de la misión del FMI para Argentina, Luis Cubeddu y el representante residente del FMI en Argentina, Trevor Alleyne. El encuentro se da en el contexto de las negociaciones sobre un nuevo programa de apoyo de la institución.
Según indicaron fuentes oficiales, ambas partes consideraron la reunión como productiva. Se espera que la misión del FMI continúe su trabajo y mantenga otros encuentros con autoridades económicas del país en los próximos días.
Que le propondrá el Gobierno al Fondo
Argentina buscará en las próximas negociaciones un programa de facilidades extendidas (EFF) para renegociar su deuda por unos 44.000 millones de dólares, acordada en 2018. Así lo confirmó el ministro de Economía, Martín Guzmán, en una rueda de prensa.
En diálogo con la agencia Reuters, Guzmán sostuvo: “El programa de facilidades extendidas da un periodo de repago del capital en cuotas entre el año 4 y medio y el año 10”. Al mismo tiempo, agregó que “el staff del FMI y el Gobierno argentino consideran que en las circunstancias actuales ese tipo de programa es la mejor alternativa”.
Cuánto le debe Argentina al FMI
En abril de 2018, el gobierno de Mauricio Macri acordó con el FMI un crédito inicial de U$S 50.000 millones que en poco tiempo se revisó hacia el alza y se elevó a U$S 57.000 millones, de los cuales efectivamente se desembolsaron US$ 44.100 millones entre 2018 y 2019. En sólo dos años, Argentina recibió del Fondo la mitad de lo que había recibido en toda la historia de relación con ese organismo.
El primer desembolso del crédito del Fondo se hizo efectivo en junio de 2018, por U$S 15.000 millones, que se destinaron a reforzar el presupuesto y las reservas. En octubre de ese año se hizo una primera revisión del acuerdo, acompañada de un segundo desembolso de U$S 5.700 millones, y se resolvió expandir el monto original hasta los U$S 57.000 millones.
En el plan rediseñado los desembolsos planeados para 2019 prácticamente se duplicaron hasta alcanzar los U$S 22.800 millones, quedando para 2020-2021 apenas U$S 5.900 millones.
A cambio de la ampliación, el país se comprometió a acelerar la consolidación fiscal, adelantando para 2019 la meta de déficit cero, originalmente prevista para 2020, y para ese año se había puesto como objetivo un superávit del 1% del PBI. También se planteó la adopción por parte del BCRA de un sistema de bandas cambiarias con una política basada en la expansión nula de la base monetaria.
El último desembolso tuvo lugar en julio de 2019, dejando las reservas en U$S 68.732 millones, para que luego de las PASO y con la caída de depósitos, se cierre el año con U$S 44.781 millones. Claramente, el plan no funcionó.