El ministro de Economía, Martín Guzmán, recibió tres propuestas de canje de la deuda externa de parte de los acreedores. Argentina extendió las negociaciones hasta el 22 de mayo y abrió las puertas a que los bonistas presenten sus ofertas siempre que se adapten a los lineamientos de sustentabiliad del propio Palacio de Hacienda y del FMI.
En las últimas horas de la tarde del viernes llegaron tres nuevas contraofertas a la original del economista, confirmaron fuentes oficiales a El Destape. "Todavía se están analizando", revelaron a este medio. Fueron redactadas por los grandes fondos de inversión que se juntaron en comités para acumular poder de negociación.
"El ministro de Economía junto a su equipo y los asesores financieros están analizando las características de estas propuestas y sus implicancias para el objetivo de restaurar la sostenibilidad de la deuda pública", comunicaron desde el Palacio de Hacienda. Desde el ministerio aprovecharon a aclarar que esta interacción aumenta las posibilidades de conseguir un acuerdo antes de que termine la semana próxima. "El Gobierno y los acreedores continúan el diálogo constructivo en pos de alcanzar un acuerdo sostenible en el proceso de la reestructuración de la deuda pública externa", enfatizaron.
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En una videoconferencia organizada por el Consejo de Relaciones Internacionales (Council on Foreign Relations, en inglés), Guzmán había explicado que “el éxito para Argentina significa alcanzar un acuerdo sostenible, con el que podamos comprometernos y cumplir”.
Hasta el momento el ministro sólo tenía en su escritorio el escrito de Blackrock, que no se adecuaba a los requisitos básicos. A esa se había referido cuando dijo: “Sólo recibimos una contraoferta, que no está alineada con los principios de sustentabilidad. La conclusión es que la deuda no sería estable y la economía no sería capaz de estabilizar. Sabemos que los acreedores estuvieron trabajando duro para presentar una alternativa. Estamos abiertos para escuchar; queremos escuchar las alternativas”.
Frente a la posibilidad de recibir contrapropuestas que se adapten al esquema de sustentabilidad, Guzmán había adelantado: “Continuaremos trabajando en el frente de la deuda hasta que lleguemos a un resultado”. “Estamos haciendo todo para alcanzar un proceso de estabilización que haga que Argentina sea un país sólido”, planteó.
La oferta original sólo cosechó el 19% de los los avales de tenedores de bonos, de acuerdo a un relevamiento del mercado realizado por El Destape. El Palacio de Hacienda precisaba la mayoría de los bonos, con distintas cantidades dependiendo del prospecto de los bonos 2005 o 2016. Guzmán planteaba tres años de gracia y una quita del 5,4% del capital y del 62% de intereses. La tasa que propuesta para los nuevos instrumentos consistía, en promedio, del 2,33%, muy por encima del promedio internacional pero por debajo del rendimiento de los actuales títulos.