Los escenarios que el Gobierno le planteará a la nueva misión del Fondo Monetario

La misión del organismo se reunirá con el ministro de Economía, Martín Guzmán. Habrá reuniones con otros ministerios, el Banco Central, cámaras empresas y sindicatos. Nuevas prioridades como postal de un cambio de época. 

06 de octubre, 2020 | 16.22

El ministro de Economía, Martín Guzmán, recibirá esta tarde a los enviados del Fondo Monetario Internacional (FMI) para analizar el desempeño de la actividad y las estimaciones presupuestarias del año próximo, mientras avanzan las negociaciones sobre un nuevo programa financiero con el organismo. Será el puntapié de un raid de reuniones que tendrá la delegación encabezada por Julie Kozack, directora adjunta del departamento del Hemisferio Occidental del FMI; y Luis Cubeddu, jefe de misión para Argentina, hasta el fin de semana en que retornarán a Washington. Se trata de una visita "exploratoria", que puede traducirse en recoger datos para su análisis posterior del staff del Fondo. "Es una misión sumamente técnica en la que no hay miradas políticas ni ideológicas. Se cuidan mucho después de lo que hicieron sus antecesores durante el macrismo", aseguró a El Destape una fuente oficial.

El clima de época se les hizo notar a los enviados del Fondo, quienes no fueron recibidos esta vez con las pompas de no hace tanto tiempo. No hubo alojamiento cinco estrellas ni cenas fastuosas. La pandemia tampoco hubiese permitido esto último. "Antes era como si llegaran los virreyes. Estos son laburantes. Con muy buenos sueldos, pero laburantes como nosotros", comentó la fuente, con ubicación privilegiada en la negociación. Kozak y Cubeddu se unirán al representante permanente del FMI en la Argentina, Trevor Alleyne, para iniciar lo que se entiende como una "etapa exploratoria de contexto", a pocos días de que se lanzaran medidas económicas para recomponer el nivel de las reservas.

"Las reuniones presenciales empiezan esta tarde. Las reuniones virtuales ya están desarrollándose en paralelo. En Buenos Aires Kozack, Cubeddu y Alleyne se reunirán con oficiales del Gobierno (Economía, BCRA, Producción, Desarrollo Social, entre otros) representantes del sector privado, economistas, sindicatos y sociedad civil", confirmó a El Destape un vocero del Fondo Monetario.. 

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La posición del Fondo, luego de la vergonzosa asistencia de campaña que hizo con sus préstamos a la Argentina durante la gestión de la ex titular del organismo Christine Lagarde, fue clave en la negociación del país con los acreedores privados. La expectativa es si ese apoyo se transformará en una mayor apertura al diálogo con las autoridades nacionales al discutir un nuevo programa, que implicará el mayor o menor grado de acción que le permitirá al país en su política económica hasta que se le devuelva el histórico e ilegítimo préstamo que le entregaron al macrismo.

En este contexto se inscribe la reunión que mantuvo este lunes, a horas del primer contacto con los enviados del Fondo, entre todo el equipo económico y referentes de las principales cámaras empresarias del sector industrial, comercial, financiero y servicios y de los sindicatos. "El diálogo con cámaras empresarias, sindicatos y organizaciones sociales es la base de la construcción de los acuerdos que Argentina necesita para estabilizar la economía. El programa al que apuntamos con el FMI también debe tener la legitimidad del respaldo colectivo", publicó Guzmán en redes sociales, luego de la reunión. Más temprano también se informó una comunicación telefónica entre el presidente Alberto Fernández y el primer ministro de los Países Bajos, Mark Rutte, quien le garantizó la ayuda de su país para que la Argentina pueda “llegar a un acuerdo” con el Fondo. 

Muchos países, principalmente los europeos, que integran el FMI estuvieron en desacuerdo de que se desembolsara un crédito récord de 57.000 millones de dólares al país, aunque la presión del gobierno de Donald Trump destrabó el financiamiento. El país recibió en un año y medio 44.000 millones que tuvieron como objetivo apuntalar la campaña de su candidato dilecto, Mauricio Macri. En esos 18 meses el país incumplió, y por extensión también el Fondo, todos los límites que exige el estatuto del organismo para estos créditos. En sólo dos meses el país, por ejemplo, tuvo que pedir un "waiver" (perdón) por incumplir las pautas económicas firmadas en el primer acuerdo Stand By. Sin embargo, los desembolsos nunca se frenaron hasta la derrota de Macri tras las PASO . 

De ese equipo negociador por parte del Fondo no quedó nadie. La primera en renunciar fue la propia Lagarde, quien dio así por concluida sus aspiraciones que coqueteaban con la presidencia de Francia, su país natal. Su reemplazante, la actual directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva, removió al entonces jefe de la misión para Argentina Roberto Cardarelli y al director del departamento del Hemisferio Occidental del FMI Alejandro Werner, ambos ligados al escandaloso fracaso del programa del Fondo con la Argentina, lo que hace que la actual misión avance con pie de plomo. El Gobierno también se mueve con cautela, en una delgada línea entre la intervención que requiere la sangría de reservas y el menú de opciones que puede utilizar sin incumplir n los burócratas del Fondo.

La pandemia también motivó un cambio de mirada del organismo. Georgieva aseguró este martes que el apoyo que brindaron los Estados para mitigar los efectos de la pandemia fue clave para "poner un piso", con cerca de 12 billones de dólares en ayudas para los hogares y las empresas. Consideró así que en los países donde persista la pandemia "es crítico mantener los salvavidas porque, si se cortan muy pronto, el largo ascenso se puede convertir en una caída precipitada". Este es precisamente el argumento que usarán los funcionarios argentinos para negociar un programa que no conlleve un ajuste brutal del gasto público, como suele recetar el organismo, que impida ampliar la red de contención social y apuntalar la reactivación económica.