A días de la definición sobre la reestructuración de la deuda externa, el G6, grupo que reúne a las principales cámaras empresariales del país, respaldó la última propuesta de canje hecha por el país. El Gobierno esperaba el guiño del establishment económico para reforzar su posición ante los grupos de bonistas más duros.
El G6 está compuesto por la Unión Industrial Argentina, la Asociación de Bancos Argentinos, la Sociedad Rural, la Bolsa de Comercio, la Cámara Argentina de Comercio y Servicios y la Cámara Argentina de la Construcción. A través de un comunicado, también pidieron colaboración de parte de los acreedores para cerrar un acuerdo.
"Luego de varios meses de negociación, Argentina consolidó una propuesta que compatibiliza las posibilidades de crecimiento con el cumplimiento de las obligaciones contraídas, además de reducir las erogaciones futuras", sostuvo el documento. Y agregó: "En este sentido, el diálogo entablado y la oferta presentada muestran la voluntad del país de despejar las incertidumbres del horizonte financiero".
Al mismo tiempo, el comunicado señaló que "la propuesta elevada por el Estado Nacional y la voluntad de pago construyen una alternativa que mejora la situación objetiva de ambas partes". En esa línea, añadió: "Con su última oferta, nuestro país procura responder de buena fe a los requerimientos de su contraparte".
"Ahora, se requiere que los acreedores externos cooperen con un esfuerzo final para concretar la reestructuración consensuada. De tal forma que constituya en un avance para dos prioridades convergentes: el desarrollo integral de Argentina y la garantía de que el país va a honrar sus compromisos", concluyó el documento.
Tras el respaldo obtenido por los sectores más influyentes del poder económico, se espera que la próxima semana avance el proyecto de reestructuración de deuda bajo legislación local, que presenta condiciones similares al canje sobre compromisos con ley extranjera. De aprobarse, el Gobierno ostentaría el impulso político final para presionar aún más a los bonistas para que acepten el canje sin modificaciones de tipo económico.