El ministro de Economía, Martín Guzmán, viajará esta noche a la ciudad de Washington para participar de la reunión de primavera del Fondo Monetario Internacional (FMI) y del Banco Mundial (BM), informaron fuentes del Palacio de Hacienda. En el Gobierno esperan poder ofrecer balances fiscales en línea con lo acordado para la primera revisión del organismo, aunque se especula con recalibrar objetivos en el corto plazo.
La delegación también estará integrada por el secretario de Asuntos Estratégicos de la Presidencia, Gustavo Beliz, quien oficiará de gobernador de la silla Argentina en el Banco Mundial, y el embajador en Estados Unidos, Jorge Argüello. El ministro buscará recalibrar el acuerdo en el marco de la coyuntura local y al contexto pospandemia en el que se sumaron las severas consecuencias para la economía mundial de la guerra entre Rusia y Ucrania. En este marco, Guzmán asistirá presencialmente a la cumbre en Washington, mientras que aún no estaba confirmada la participación "virtual o presencial" del titular del Banco Central.
Los funcionarios argentinos se entrevistarán durante la semana con el staff del FMI, unos días después de la creación de un nuevo Fondo de Resiliencia y Sustentabilidad, al que Argentina podría aspirar a obtener algún beneficio, por tratarse de un país de ingresos medios. El nuevo fondo es a 20 años de plazo con tasas más bajas, y tendrá en el arranque una capitalización de US$ 45.000 millones para todos los países que puedan calificar.
El monto total de la capitalización suma apenas un poco más que todo el préstamo que la Argentina acaba de renegociar con el FMI. Si bien no hay nada definido para la Argentina, la titular del organismo multilateral, Kristalina Georgieva, adelantó que estará operativo a partir del 1 de mayo próximo.
Cabe recordar que Guzmán y el presidente del Banco Central, Miguel Pesce, le habían solicitado expresamente a Georgieva, en la carta de intención que solicitó el préstamo y el nuevo programa con el FMI, "que confirme si, en algún momento de la duración del acuerdo de facilidades extendidas, el Fondo crease una nueva línea de financiamiento con mejores términos y para la que la Argentina sea elegible, Argentina podría tener la oportunidad de utilizar esa nueva línea, en acuerdo con las políticas y procedimientos del FMI".
En particular, el Gobierno solicitó expresamente a Georgieva, en la carta de intención y en el memorando de entendimiento del nuevo programa con el FMI, "que confirme si, en algún momento del acuerdo de facilidades extendidas, el Fondo crease una nueva línea de financiamiento con mejores términos para la Argentina".
Cambios por el efecto guerra
Semanas atrás, Georgieva había advertido: “Los riesgos para el programa son excepcionalmente altos y los efectos secundarios de la guerra en Ucrania ya se están materializando". En este contexto, también señaló: "La recalibración temprana del programa, incluida la identificación y adopción de medidas apropiadas, según sea necesario, será fundamental para lograr los objetivos del programa”.
“Si bien está en marcha una recuperación económica y del empleo, Argentina continúa enfrentando desafíos económicos y sociales excepcionales, que incluyen un ingreso per cápita deprimido, niveles elevados de pobreza, inflación alta persistente, una pesada carga de deuda y bajos amortiguadores externos. En este contexto, el programa económico de las autoridades establece objetivos pragmáticos y realistas, junto con políticas creíbles para fortalecer la estabilidad macroeconómica y comenzar a abordar los desafíos profundamente arraigados de Argentina”, había analizado Georgieva.
En este sentido, a estas horas se especula con un paquete de medidas que podría ser anunciado por el Gobienro previo al viaje de Guzmán. En concreto, se menciona la creación de un nuevo esquema impositivo para financiar la aplicación de un bono extraordinario para sectores vulnerables, una medida interpretada como una especie de Ingreso Familiar de Emergencia (IFE).