En medio de las negociaciones con el Gobierno, el FMI reconoció que la recuperación de la producción y la inversión en la Argentina son más fuertes de lo esperado. Desde Casa Rosada señalaron que este reconocimiento es importante para la definición del punto de partida de un eventual nuevo programa con el organismo multilateral de crédito.
A través de un comunicado, el Fondo aseguró que hay coincidencia con la visión del Gobierno acerca de la importancia de sostener esa recuperación. Este punto refuerza la línea del ministro de Economía, Martín Guzmán, sobre la necesidad de que el programa acordado incluya políticas macroeconómicas que le den continuidad a la recuperación que atraviesa el país.
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"Se habla de que la mejora sostenible de las finanzas públicas sea gradual. La visión del ministro es que un programa con ajuste fiscal frenaría la recuperación", sostuvo el FMI. En el comunicado, se destacan las inversiones en infraestructura, tecnología e inclusión social focalizada como prioritarias. Este mensaje "está en línea con la visión que viene siendo la base de la programación presupuestaria impulsada por el Gobierno, en la que el fortalecimiento del capital público y las inversiones en ciencia y tecnología se han planteado como pilares para construir una economía con más dinamismo productivo".
De esta manera, el FMI vuelve a reconocer que el problema de la inflación es multicausal, por lo cual abordarlo requiere un enfoque macroeconómico integral. En el Gobierno creen que ese enfoque debe incluir una reducción persistente de la emisión monetaria, junto a una reducción gradual del déficit; una estructura de tasas de interés que dé un retorno real positivo a los activos en pesos para así fortalecer la estabilidad cambiaria, y políticas de precios e ingresos, incluyendo acuerdos de precios con el sector privado que contribuyan a una mejor coordinación de expectativas.
Los equipos técnicos que negocian con el organismo afirman el enfoque debe ser complementado con crecimiento de las reservas internacionales que se logra vía el crecimiento de la inversión extranjera directa y de las exportaciones netas, sobre las cuales el FMI reconoce que crecieron de manera muy sólida este año. Para cerrar una cuerdo, el Fondo pide amplio apoyo nacional e internacional para el programa.
Guiño clave de Estados Unidos a Argentina
Mientras el Gobierno intensifica las negociaciones con el FMI para cerrar un acuerdo que redefina los pagos de la deuda, un alto funcionario de la administración de Joe Biden le realizó una advertencia al organismo multilateral de crédito. Desde los Estados Unidos, principal accionista del Fondo, señalaron la necesidad de que nuestro país sea quien diagrame el programa económico de cara a los próximos años.
Juan González, el subsecretario para el Hemisferio Occidental del Consejo de Seguridad Nacional, planteó cuáles son los desafíos del país para lograr un acuerdo con el FMI y la necesidad de que Argentina se reinserte en el circuito financiero internacional. En ese sentido, sostuvo: "Hoy, después de 20 años, tenemos la oportunidad de dar vuelta la página y reafirmar el valor de las Instituciones que componen al Banco Mundial y hacer que la Argentina regrese al sistema financiero. Ambas partes deben llegar a un acuerdo con fundamentos sólidos y razonables".
En una conferencia regional organizada por la consultora Eurasia Group, González remarcó una condición necesaria para que el entendimiento llegue a buen puerto: "El FMI ha aprendido que no siempre es posible usar un modelo para prescribir políticas macroeconómicas en un entorno político, se deben tener en consideración el contexto nacional y las dotaciones factoriales". Y sentenció: "A fin de cuentas, los argentinos deben poder idear un plan". Y expresó: "Podría ser algo transformador para la Argentina y nuestras relaciones bilaterales. Biden habla acerca de políticas políticamente sostenibles y necesitamos estabilidad en la región, ya que Brasil y Argentina son muy importantes para nosotros".
Cabe recordar que en el primer trimestre de 2022, Argentina debería enfrentar vencimientos por U$S 7.500 millones entre capital e intereses, cuando las reservas netas del Banco Central se estiman en torno a los U$S 4.000 millones.