A través de un comunicado, el gobierno bonaerense de Axel Kicillof pidió que sus acreedores actúen de buena fe en medio de las negociaciones para reestructurar su deuda. De momento, los bonistas no presentaron una contrapropuesta acorde a las pretensiones de la Provincia.
"Mantenemos un diálogo continuo con aquellos acreedores que aún no aceptaron la propuesta y les hemos solicitado una contrapropuesta que sea plausible de implementar en el marco de la grave situación que atraviesa la Provincia y en el marco de sostenibilidad que hemos definido. Ahora reside en ellos lograr los acuerdos necesarios que nos permitan avanzar", sentenció el documento.
En ese sentido, el Ministerio de Hacienda y Finanzas describió la crisis económica que atravesaba el distrito gobernado por Kicillof incluso previo a la pandemia: "la pobreza en los partidos del gran Buenos Aires superaba al 40% de las personas, esto nos obliga a poner en el centro de nuestras prioridades la contención del impacto de la crisis sanitaria y económica sobre los sectores más frágiles".
"Nos encontramos ante desafíos extraordinarios. Según las estimaciones, se prevé una caída de la actividad económica provincial en torno al 10% anual durante el mes de marzo y una contracción de la recaudación tributaria cercana al 30% en abril", expresó el comunicado.
Ante semejante marco de dificultades, la Provincia sostuvo que "los acreedores conocen muy bien esta situación y está en su buena fe incorporarla en cualquier contrapropuesta".
A modo de conclusión, el documento agregó: "La capacidad de pago de la Provincia es muy limitada, lograr los alivios justos en la carga de la deuda no solo permite los espacios necesarios para afrontar la pandemia sino también para retornar a un sendero de crecimiento económico que, a fin de cuentas, es la única forma de repagar los compromisos que asumamos".