En un sorpresivo comunicado, el Fondo Monetario Internacional (FMI) anunció este miércoles que dejará su cargo Alejandro Werner, quien conduce hace diez años el Departamento del Hemisferio Occidental del organismo. Es la última pieza clave que quedó de la controversial gestión de Christina Lagarde y que sobrevivió a la renovación del staff que aplicó la actual directora gerente, Kristalina Georgieva. Los cambios en las altas esferas del organigrama fue una respuesta directa a la mala praxis, por llamarlo de una manera elegante, que hubo en el otorgamiento del crédito histórico al macrismo, el cual había abierto una grieta hacia el interior del FMI. Wener se jubilará en agosto, pero su partida fue anunciada oficialmente Georgieva.
“Alejandro dirigió al Departamento en tiempos muy difíciles y lo deja sobre una base firme para continuar con el trabajo de ayudar a nuestros países miembros en toda la región. “Aprecié profundamente su experiencia, buen juicio y consejos, y le agradezco su excelente servicio y apoyo”, comenzó a despedirlo la actual titular del Fondo. En el comunicado, el Fondo confirmó que la búsqueda de quien los suceda comenzará en breve.
Al frente del Departamento del Hemisferio Occidental, Werner lideró las negociaciones con el gobierno de Macri que resultó en el préstamo más grande en la historia del Fondo bajo la tutela de Lagarde. Junto a Roberto Cardarelli, el entonces jefe de la misión, llevó adelante la relación con el gobierno de Cambiemos, relevando los programas y pautas económicas que exigía el Fondo al país. Y que nunca se cumplieron.
Muchos países, principalmente los europeos, que integran el FMI habían manifestado públicamente su desacuerdo de que se desembolsara un crédito récord de 57.000 millones de dólares al país, aunque la presión del gobierno de Donald Trump, dejando al descubierto la injerencia de los Estados Unidos el organismo, destrabó el financiamiento.
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El macrismo recibió en un año y medio 44.000 millones que tuvieron como objetivo apuntalar la campaña de reelección. En esos 18 meses el país incumplió, y por extensión también el Fondo, todas las condiciones que exige el estatuto del organismo para estos créditos. En sólo dos meses el país, por ejemplo, tuvo que pedir un "waiver" (perdón) por incumplir las pautas económicas firmadas en el primer acuerdo Stand By. Sin embargo, los desembolsos nunca se frenaron hasta la derrota de Macri tras las PASO .
De ese equipo negociador por parte del Fondo no quedó nadie y ahora Werner se jubila y deja el organismo. La primera en renunciar fue la propia Lagarde, quien dio así por concluida sus aspiraciones que coqueteaban con la presidencia de Francia, su país natal. Georgieva removió formalmente de sus funciones a Cardarelli y Werner. En cuanto finalizó el gobierno de Macri ya había dado un paso al costado en la práctica, cediéndole el lugar en las negociaciones con Argentina a Julie Kozack, su número dos, y Luis Cubeddu, el reemplazante de Cardarelli.
De 54 años, nacido en México de padres argentinos, Wener se unió originalmente al Fondo en 1995. Dejó el organismo brevemente por otras actividades profesionales y regresó a México para desempeñarse como Director de Estudios Económicos en el Banco de México.
Posteriormente se convirtió en Subsecretario de Hacienda y Crédito Público de la Secretaría de Hacienda de México durante el. Después de más de una década de servicio público, se incorporó al BBVA Bancomer de México como director de banca corporativa y de inversión.
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