Durante su exposición ante la Comisión de Presupuesto y Hacienda de la Cámara de Diputados, el ministro de Economía, Martín Guzmán, aseguró que “la única alternativa que tiene Argentina para hacer frente a los vencimientos" con el Fondo Monetario Internacional (FMI) “es mediante un programa que redunde en la concreción de ese financiamiento”. Además, destacó los puntos de clave del entendimiento al que arribó el Gobierno con el organismo.
“No se está agregando ni un solo dólar a la deuda que se tomó en el programa stand by”, expresó Guzmán al presentar el acuerdo alcanzado entre el Gobierno y el FMI. Ante un centenar de representantes, aseguró que “hoy Argentina enfrenta una situación de gran potencial desestabilizador que es la deuda con el FMI, su carga, y la secuencia de vencimientos”.
En esa misma línea, remarcó que el país “no cuenta con los recursos para hacer frente a los vencimientos del programa stand by de 2018” unos U$S 44.500 millones. Esta falta de divisas “pone en clarísimo riesgo la estabilidad de la balanza de pagos en tiempos muy próximos, este mes”, advirtió el ministro.
Por otra parte, Guzmán apuntó a la necesidad de “tener mayor autonomía en las políticas económicas” , y precisó que para ello “se definió (como parte del programa) como primer objetivo de acumulación de reservas internacionales que para el año 2022 es de US$ 5.800 millones; para 2023 de US$ 4.000 millones y para 2024 es de US$ 5.200 millones”.
“Lo que se negoció es un acuerdo que tiene como base un programa que incluye un conjunto de compromisos de política, de condiciones que desde la perspectiva del gobierno nacional son consistentes con los objetivos económicos y sociales a los que estamos apuntando de generar trabajo y empleo, mayor dinamismo productivo, ayudar a fortalecer estabilidad económica y poder atacar nuestros problemas sociales y, desde el punto de vista macro, atacar lo que hoy es el principal objetivo de política macroeconómica del gobierno que es (atacar) la inflación”, aseguró Guzmán ante los diputados.
El rol del Estado en medio del acuerdo
En otro tramo de su exposición, sostuvo que en el acuerdo alcanzado “no hay una filosofía en la cual el Estado cumple un rol que daña, en lugar de ayudar a las posibilidades de desarrollo económico y social”. Por esa razón, reafirmó que "no hay ninguna reforma que implique quita de derechos, no hay reforma previsional, la actualización de los haberes jubilatorios se seguirá rigiendo sobre la base de la ley vigente, aprobada y sancionada el año anterior, y no hay ninguna reforma laboral”.
“El primer objetivo desde la política macro es poder ayudar a apuntalar la recuperación económica en curso con el Estado jugando rol para ello a partir de una política fiscal que es moderadamente expansiva, y al mismo tiempo, poder atacar un segundo objetivo que es el de contribuir a un desarrollo más virtuoso en el mediano plazo”, señaló. Por todo esto, el programa conjuga “una política de gasto real, creciendo de forma moderada, a lo largo de todo el periodo junto a una reasignación de la utilización de los recursos del Estado, buscando seguir potenciando el crecimiento de la inversión en los segmentos que consideramos que más ayudan a tener una económica más dinámica”.
Por último, soslayó que desde lo fiscal, el país apuntará a "seguir estableciendo un camino de fortalecimiento del crédito, y profundizar un camino tan necesario del fortalecimiento de la moneda". Y finalizó: "Por ello es importante poder ir bajando, reduciendo el déficit fiscal, de modo de depender menos del endeudamiento y depender menos de la emisión monetaria”.