En los últimos días, el expresidente Mauricio Macri salió a dar versiones contradictorias respecto a la política de endeudamiento de su gestión. Sin embargo, ahora fue por más: salió a defender al FMI en medio de las negociaciones que comanda el Gobierno para rediscutir el pago del mega empréstito de U$S 44.000 millones que tomó Juntos por el Cambio.
En diálogo con la señal de noticias TN, el líder del PRO justificó la deuda tomada con el organismo multilateral de crédito e intentó proteger al Fondo: "Argentina recibió el crédito más grande de la historia como una demostración de apoyo, en el Fondo no son los malos que quieren ganar la plata, son otros países que nos creyeron y nos prestaron los ahorros de sus jubilados". Incluso fue más allá y no se responsabilizó del condicionamiento externo que generó su propio gobierno: "Ya teníamos un plan con el Fondo. Si nosotros ganábamos, todos esos plazos se iban a extender 10 años automáticamente, no 20 como pide el Gobierno. No estamos en condiciones de pedir excepciones".
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"El problema no es el Fondo, el problema es la falta de plan del Gobierno. Lo peor de todo es haber ido al G20 a echarle la culpa al FMI y a mí. El G20 son ellos, seguramente habrán dicho `Este presidente no sabe con quién esta hablando? Financiamos un barco para ir al Polo Norte y ellos fueron al Polo Sur donde no hay futuro´".
Macri y la mentira de la deuda
En otro pasaje de la entrevista, Macri aseguró que la fuga de capitales que se le adjudica "es una gran mentira". Esta fue su explicación: "La plata del Fondo no se fugó, fue a repagar los préstamos que iban venciendo. vencían los bonos dde los bancos y nos prestaron la plata para no entrar en default y seguir administrando la transición política". Y remató: "Desde que entró la plata del Fondo, la deuda argentina no aumentó. La deuda en abril de 2018 es igual a la de diciembre del 2019. No se la llevaron amigos míos"
A su vez, remarcó que "la que más endeudó en promedio fue el gobierno de Cristina, y Alberto que luego superó todos los récords". Y sumó: "Ellos no cuentan la deuda en pesos, y por mas que te endeudes en pesos o gallinas, eso es deuda. Esta es la única verdad".
En primer lugar, el Banco Central informó que la fuga de capitales entre 2015 y 2019 superó los US$ 86.000 millones y más de la mitad de ese dinero se concentró en el 1% de las empresas y personas humanas que compraron dólares en ese período. Puntualmente, el 1% de las empresas que resultaron compradoras netas de dólares adquirió US$ 41.124 millones en concepto de formación de activos externos y, en el caso de las personas humanas, tan sólo el 1% de los compradores acumuló US$ 16.200 millones en compras netas durante el período, un total combinado de US$ 57.324 millones.
En cuando a la dinámica en la que ocurrió esto, la entidad que conduce Miguel Pesce expuso que durante los últimos cuatro años "la fuga de capitales se triplicó" y hubo "una notable concentración en unos pocos actores económicos".
"Un reducido grupo de 100 agentes realizó compras netas por US$ 24.679 millones mientras que los 10 principales compradores explican compras netas por US$ 7.945 millones", indicó el Central. En total, la cantidad de personas humanas que compraron divisas en este período fue de 6.693.065 y el las personas jurídicas alcanzaron la cifra de 85.279.
Según el BCRA, hubo dos etapas en la dinámica de movimientos de capitales durante el período 2015-2019, la primera de ellas que se extendió hasta comienzos de 2018 y se caracterizó por un fuerte ingreso de divisas y otra inmediatamente posterior en la que se invirtió el flujo de dinero.
Respecto al segundo punto, Macri no diferencia la deuda que el Estado toma con acreedores privados u organismos internacionales de la deuda intra sector público. Esto último es de vital importancia, ya que la deuda de un área del Estado con otra área del propio Estado es un registro contable que carece de valor económico sustancial. No hay manera de que la deuda en pesos sea equiparable a la deuda en dólares.
Durante las presidencias de Cristina Kirchner, el peso de la deuda bajó fuertemente y durante el de Mauricio Macri creció del 52,6% del PBI al 88,8% del PBI. En el primer año de Alberto Fernández subió al 102,8% del PBI, principalmente por la reducción del PBI real en 2020 por la pandemia.