Un informe del Observatorio de Políticas Públicas de la Universidad Nacional de Avellaneda (Undav) reveló que si el acuerdo entre el FMI y el gobierno de Mauricio Macri hubiese seguido vigente, Argentina tendría que pagar unos U$S 46.000 millones entre 2022 y 2023. Asimismo, tras recibir el préstamo, se deterioraron todos los indicadores macroeconómicos.
“De no haberse dado de baja el acuerdo este exigía un pago en tan solo dos años del equivalente al 116% de nuestras reservas internacionales actuales, al 84% de las exportaciones de todo 2020 o a más de 4.800 millones de vacunas”, resaltó el estudio de la casa de estudios.
El préstamo fue un fracaso
Las consecuencias que dejó la firma del mega empréstito fueron dañinos por forzar objetivos demasiado optimistas:
-En 2019, la inflación excedió en más de 33 puntos el objetivo base.
-La relación deuda PBI superó al objetivo en 18 puntos.
-Las reservas finalizaron U$S 8.700 millones por debajo del objetivo.
Fuga de capitales
Según Undav, entre junio de 2018 y diciembre de 2019 ingresaron alrededor de U$S 44.500 millones, mientras que salieron del sistema bancario más de U$S 48.000 millones. Asimismo, el acuerdo generó un perjuicio para el endeudamiento en moneda extranjera, que se incrementó en más de U$S 30.000 millones.
Hace tres años, el macrismo acordó un Stand By de 36 meses en 2018, que comprendía desembolsos por un total de U$S 50.000 millones. Sin embargo, en septiembre de 2018, la cifra se amplió a U$S 57.100 millones.
No obstante, tras las elecciones primarias de 2019 se suspendieron los pagos de un acuerdo que ya no está vigente: el total del dinero enviado por el FMI ascendió a U$S 44.500 millones.