La fuga de capitales del período comprendido entre enero de 2016 y octubre de 2019 alcanzó los 86.200 millones de dólares, según los registros del Banco Central. Según las palabras del propio ex presidente Mauricio Macri, incluso el crédito tomado con el Fondo Monetario tuvo como destino la formación de activos externos de los bancos. El director por el Cono Sur ante el FMI, Sergio Chodos, se refirió este lunes a las declaraciones del expresidente. “Es lo que pensábamos. Teníamos visto que hubo dos fuentes propósito para el préstamo. Pagar deuda insustentable y la otra es formación de activos externos”, aseguró el funcionario.
En declaraciones a El Destape Radio, Chodos aseguró que "con el Fondo se está discutiendo el esqueleto de los programas que vamos a tener. Argentina no puede pagar en estas condiciones". "Hay una paradoja: el FMI asiste a los países, no a los gobiernos. Se está discutiendo para que los fondos del nuevo programa vayan a financiar los vencimientos del programa anterior. El Fondo no tiene refinanciaciones y se hace un nuevo financiamiento para pagar el viejo”, detalló.
En medio de la negociación con el Fondo, el ex presidente Mauricio Macri reveló cuál fue la presunta utilización del préstamo del ente a ese gobierno. El ex mandatario aseguró: "La plata del FMI la usamos para pagar a los bancos comerciales que se querían ir porque temían que vuelva el kirchnerismo".
En ese sentido, Chodos detalló que "cuando pidieron el préstamo estaban defendiendo políticas determinadas". "Lo que se presentó como real fue la crisis de confianza, cuando el problema pasaba por otro lado, Hay un mandato electoral para negociar con el Fondo. Es el corazón del mandato del 2019. Al peronismo le toca arreglar. Y arreglar en cinco minutos es firmar un contrato de adhesión a lo que te den”, explicó el representante regional ante el organismo multilateral de crédito.
Las cifras de la fuga de capitales en la era Macri
El cuento de que los capitales huyeron ante un posible cambio de Gobierno se torna fantástico al ver las cifras de endeudamiento y fuga que se exhibió durante toda la administración Cambiemos.
Durante la primera fase del ciclo de endeudamiento y valorización financiera, la formación de activos externos de los residentes alcanzó los 41.100 millones de dólares, mientras que los restantes 45.100 millones se formaron durante el ciclo de aceleración de la fuga de capitales, detallan los registros del Central. En un informe sobre el proceso macrista de la autoridad monetaria revela que "la evolución de la formación de activos externos, que operó prácticamente sin restricciones desde 2016, se triplicó en cuatro años al pasar de 8500 millones de dólares en 2015, a niveles cercanos a los 27.000 millones en 2018 y 2019".
La entrada de divisas financió la formación de activos externos (41.100 millones de dólares) entre enero de 2016 y abril de 2018, el déficit de la balanza de servicios (24.500 millones; fundamentalmente ligados al turismo) y el creciente pago de intereses (22.600 millones).
Si bien esta política de endeudamiento permitió que durante este primer período se acumularan reservas internacionales (USD 29,4 mil millones), ya se destacaban signos importantes de alerta. "Casi el 70% de los dólares financieros que ingresaron al país, salieron en ese mismo período en concepto de formación de activos externos del sector privado y pago de intereses y utilidades", señala el Central.
La insostenibilidad del programa macroeconómico se hizo evidente con la imposibilidad de refinanciarlas deudas ante el cierre parcial de los mercados internacionales para Argentina a principios de 2018. De esta forma comenzaba una segunda etapa signada por la inestabilidad cambiaria, la salida de capitales especulativos, la aceleración de la fuga y la pérdida de reservas internacionales.
El préstamo del FMI pasó a ser la fuente primordial de nuevo financiamiento durante el período comprendido entre mayo de 2018 y octubre de 2019. Estos fondos junto a las reservas internacionales, abastecieron una fuga de capitales del sector privado, que alcanzó los 45.000 millones de dólares, una salida de capitales especulativos por 11.500 millones y los servicios de la deuda (pública y privada) por 36.900 millones.