El Gobierno argentino habilitó la emisión de pagarés nominados en especie o mercancías, una medida que apunta a flexibilizar las transacciones comerciales en diferentes sectores. La decisión fue oficializada a través del Decreto 1124/2024 publicado hoy en el Boletín Oficial. En otras palabras, la administración de Javier Milei flexibiliza las formas de pago, que no solo incluye a los sectores formales de la economía sino que facilitará las operaciones comerciales entre quienes se encuentren en la opacidad fiscal al permitirles establecer contratos privados como método de pago.
El decreto 1124/2024 reglamentó el artículo 5° del Decreto-Ley N° 5965/1963, que establecía la posibilidad de incluir intereses en las letras de cambio, pero no especificaba las modalidades de cálculo. Entre los considerandos, el Gobierno destacó "la necesidad de brindar mayor flexibilidad en la determinación de los intereses para facilitar transacciones comerciales".
"Un pagaré es un contrato donde una parte se obliga a pagarle a otra. Si bien el Código Civil y Comercial permite libertad de diseño, el Decreto Ley 5965/63 especificaba que el pagaré debía pagar una ´suma de dinero´. Esta definición, en la práctica, se interpretó como que solo podían emitirse por montos fijos en dinero, lo cual limitó su utilidad", explicó Federico Sturzenegger, ministro de destrucción del Estado nacional.
De acuerdo a lo explicado por el ministro, los intereses de este renovado esquema de pagarés podrán ser “fijos, variables o referidos a la evolución de cotizaciones de bienes”, como por ejemplo, la soja.
“Esto abre la posibilidad de que un pagaré pueda estar en la práctica denominado en especies o mercancías, una modalidad muy reclamada por varios sectores. Por ejemplo, un caso típico es el de un productor agropecuario que prefiere comprar su maquinaria emitiendo un pagaré cuya obligación se mueva con el precio de la soja que va a producir con esa máquina”, explicó Sturzenegger.
De esta manera, dicha forma de pago podrá actualizar sus intereses en función de la variación del precio internacional de la soja. En el sector agropecuario es habitual considerar la producción granaria como una moneda de cambio. De ahí que dicha actualización del decreto ley de la década del 60 haya sido reclamada por amplios sectores de la economía vernácula.
La circulación de estos pagarés, considerados por el Gobierno como contratos entre privados, también le permitirá a los sectores que se encuentran en la informalidad laboral desplegar más herramientas para la concreción de sus negocios.