Por el derrumbe de las ventas, la empresa de electrodomésticos Longvie suspendió a la mitad de sus trabajadores en las plantas que tiene en Catamarca y Entre Ríos. Los empleados suspendidos cobrarán alrededor del 80% del haber bruto de sus sueldos.
La planta de Catamarca se enfoca en la fabricación de lavarropas y tiene alrededor de 120 empleados. “Desde la gerencia nos dijeron que no había venta, que había bajado mucho la demanda. Realmente no tienen un panorama muy claro a futuro. Esto es día a día”, afirmó Nicolás Álvarez, delegado de los empleados en la empresa, al portal El Ancasti.
En la planta de Entre Ríos, donde trabajan unas 90 personas, se dedican a la producción de termotanques, calefones y estufas. “Solo quedan algunos trabajadores para cargar los camiones y algunas tareas de mantenimiento”, señalaron fuentes de la empresa al medio local El Once.
La medida se tomó por la baja en las ventas, con lo cual inició un plan de ajuste y reducción laboral que comenzó en diciembre de 2023, con el despido de casi 20 trabajadores, algunos de ellos, con 10 y hasta más de 15 años de antigüedad en la empresa.
Dos automotrices en problemas: retiros voluntarios y falta de insumos importados
La automotriz General Motors anunció que parará su producción por dos semanas por inconvenientes con el suministro de piezas de proveedores afectados con los pagos al exterior. La decisión de la empresa se efectivizará desde mañana y se extenderá hasta el 14 de abril en su planta de Alvear, en la provincia de Santa Fe. Por su parte, Toyota anunció un plan de 400 retiros voluntarios.
La decisión de la automotriz de origen japonés se debe al enfriamiento de la economía promovido por el gobierno de Javier Milei y de la fuerte caída en las ventas registrada en las últimas semanas. La compañía ya había suspendido la producción desde fin de diciembre último hasta comienzos de este mes por el mismo motivo.
El sector automotriz es uno de los más afectados por la escasez de dólares para pagar importaciones, a pesar de que el Gobierno comenzó a liberar divisas para abonar a proveedores del exterior. Las restricciones para el acceso a dólares provocaron que, durante el año pasado, esta industria sufrió numerosas interrupciones en su producción por el incumplimiento de pagos al exterior.
General Motors había dispuesto vacaciones a fines de diciembre y tenía previsto retomar la actividad a partir del lunes 29 de enero, pero esa intención se retrasó por la imposibilidad de abonar importaciones de piezas. Recién a principios de marzo volvió a producir, pero pocos días después decidió suspender nuevamente la fabricación del SUV Tracker, que es el único modelo que se produce en la planta santafecina. También hay otras empresas del sector, como Renault y Volkswagen, con problemas similares.
Por su parte, a poco más de un mes de haber anunciado un plan de inversiones para producir un nuevo modelo en el país, Toyota abrió un plan de 400 retiros voluntarios .La medida fue tomada en el marco del proceso de reestructuración que la compañía diseñó y no solo incluye la reducción de personal sino también el recorte de horas extras de los operarios que continúen en las líneas de producción. El objetivo de recortar personal para achicar los costos laborales va de la mano con una decisión que ya comenzó a aplicarse: la paralización de la producción los días lunes.