Tal como admitió el ministro de Economía, Luis Caputo, el desempleo siguió creciendo en marzo y abril por más de 0,8%, según las últimas mediciones disponibles elaboradas por la propia Secretaría de Trabajo. Así lo revela el "Panorama mensual del trabajo registrado", el informe que fue citado este mismo lunes por la Oficina del Presidente de la República Argentina para afirmar, exagerada y confusamente, que los salarios reales registrados del sector privado crecieron en abril, al asegurar que el salario nominal aumentó ese mes un 16% contra un 8,8% de inflación.
En verdad, ese 16% proviene del RIPTE, mientras que el "Panorama mensual del trabajo registrado" afirma que los salarios reales del sector privado registrado crecieron 3,9% en abril, y no 7,2% como afirma el comunicado de la Oficina del Presidente. Se trata de una cifra más fiel, ya que toma datos del SIPA, que corresponde utilizar por motivos metodológicos (ya que el RIPTE incluye en el cálculo a los aportes jubilatorios, que terminan distorsionando el número final). Así, la caída del salario real privado registrado desde noviembre asciende a 6 puntos.
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Pero el mismo informe que el Presidente reivindica muestra otra realidad: el aumento del desempleo. "Es una obviedad que la desocupación iba a subir", afirmó Caputo ayer en declaraciones a LN+. "Dada la situación que dejaron, ¿quién podía pensar que íbamos a salir de eso creciendo en seis meses en el nivel de empleo?", agregó el ministro.
No deja de ser la admisión de una tendencia incómoda para el Gobierno, que el informe de Trabajo cuantificó para el bimestre marzo-abril. Específicamente, mostró que el empleo privado registrado se contrajo en marzo un 0,4% respecto a febrero, y en abril otro 0,4% respecto a marzo. En total, el acumulado muestra una suba del desempleo de 0,82% en solo dos meses.
Esto, precisó la presentación oficial, supone una pérdida de 23.000 puestos de trabajo en marzo, y una cifra similar en abril. En total, poco menos de 50.000 trabajos privados registrados perdidos en solo dos meses. Desde septiembre hasta abril, es decir, desde las PASO, la cantidad de puestos perdidos en el sector privado formal asciende a 127.000, admitió la Secretaría de Trabajo.
Así, contabilizando ese bimestre ya son ocho los meses seguidos con caída del empleo privado registrado. La baja de marzo y abril no llegó a alcanzar la baja del 0,6% intermensual de enero, pero supuso una profundización respecto al 0,3% de febrero.
Se trata de un piso, ya que estas cifras no incluyen los empleos perdidos en el sector informal ni en el sector público, donde el impacto fue todavía mayor. De hecho, un informe de Ecolatina de la semana pasada señaló que "los asalariados públicos y privados registraron, en conjunto, una pérdida de casi 165.000 puestos de trabajo (-96.000 y -69.000, respectivamente)". La pérdida neta fue de 120.000 solamente porque unas 40.000 personas se volcaron al cuentapropismo, aclaró la consultora. A eso habrá que sumarle la pérdida neta de abril y la de mayo.
El problema, además, es que los únicos dos sectores con creación de empleo neto en el bimestre fueron el de restaurantes y hoteles (+0,5%) y el de la minería (+0,4%), este último con muy bajo impacto cuantitativo total.
Al contrario, buena parte de esta caída, dos tercios del total, pertenece al sector de la construcción, impactada por la paralización de la obra pública nacional que determinaron Milei y Caputo. Recién a inicios de junio el Gobierno comenzó a transferir algunas obras a las provincias, lo que es visto por CAMARCO como un dato esperanzador. La recuperación, sin embargo, puede ser lenta.
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