Desde la Organización de las Naciones Unidas (ONU) alertaron sobre su preocupación en relación a la política de sobretasas aplicada por el Fondo Monetario Internacional (FMI) que evidencia un fuerte y negativo impacto "en materia de derechos humanos". Fue a través de una carta dirigida a la directora del organismo de crédito multilateral, Kristalina Georgieva y tiene las firmas de la experta independiente de Naciones Unidas sobre consecuencias de deuda externa en los DD.HH., Attiya Waris y un grupo de titulares de Procedimientos Especiales en el mismo órgano.
En el documento, el grupo de expertos de la ONU expresan "profunda preocupación por el impacto negativo diferenciado de la política de sobretasas que el FMI aplica en sus líneas de crédito, la que afecta, particularmente, a países con altos índices de endeudamiento externo" donde, a su vez, señalaron que influye directamente en "el pleno goce de los derechos humanos, en especial de los derechos económicos, sociales y culturales".
Entre los países más afectados a causa de la política de sobretasas aparecen: Argentina, Albania, Angola, Armenia, Barbados, Ecuador, Egipto, Gabón, Georgia, Jordania, Pakistán y Túnez. Todos ellos recibieron una copia del texto enviado a Georgieva y el Fondo, el pasado 26 de agosto, para estar al tanto de la preocupación del ente.
Según los firmantes, la política de sobretasas del FMI "afecta la capacidad de los países de ingresos bajos y medios" y así no logran cumplir con sus obligaciones en relación a los derechos humanos de sus poblaciones en área importantes como lo son la salud, la educación y los servicios sociales.
Con inmensa preocupación y algo de sorpresa, desde la ONU señalan que no comprenden cómo la política de sobretasas no fue revisada en el marco global de importantes crisis simultáneas entre las que enumeran a la pandemia del COVID-19, la crisis de seguridad alimentaria, las emergencias climáticas, las guerras -como la invasión de Rusia a Ucrania- y otros conflictos humanitarios. "La actual política de sobretasas del FMI, a la cual no le encontramos justificación económica alguna, corre el riesgo de empujar a los países de ingresos bajos y medios a niveles de endeudamiento aún mayores", concluyen.
En junio de este año, el presidente Alberto Fernández continuó con el reclamo al Fondo para que "revea" dicha política de sobrecargos, que consiste en cobrar una tasa de interés adicional a la que pesa sobre los préstamos que exceden la cuota de cada país y que implican, lógicamente, costos extra. Según el Ministerio de Economía, en aquel momento, los intereses alcanzaban los US$ 1.000 millones al año.
En la previa a la reunión del G7, en Alemania, el jefe de Estado argentino había destacado que la directora del FMI mostró "compromiso" de insistir ante el directorio del organismo multilateral para que traten la iniciativa de eliminar esta política. Hasta el momento, no hubo cambios.