El ministro de Economía, Luis Caputo, viajará esta noche de martes rumbo a San Pablo, Brasil, para participar en la Reunión de Ministros del G20 que se desarrollará entre este miércoles y el jueves, con una agenda que contempla su participación en distintos paneles y encuentros bilaterales. Entre los encuentros bilaterales, tiene previstas reuniones con la titular del Fondo Monetario Internacional, Kristalina Georgieva, y la secretaria del Tesoro de los Estados Unidos, Janet Yellen, entre otros funcionarios extranjeros.
Caputo debatirá con sus pares del G20 sobre “La fiscalidad internacional para el siglo XXI”, y también acerca las “Perspectivas globales sobre crecimiento, empleo, inflación y estabilidad financiera”. Otro panel del que formará parte el ministro Caputo planteará distintas visiones respecto de la deuda global, y las herramientas de financiamiento para el desarrollo sostenible.
En cuanto a los encuentros bilaterales, el ministro tiene previsto mantener un encuentro con Georgieva; además, en otras rondas de encuentros agendados, se reunirá con el Comisario europeo de Fiscalidad y Unión Aduanera, Auditoría y Lucha contra el Fraude, Paolo Gentiloni; y con los ministros de Economía de España, Carlos Cuerpo; de Italia, Giancarlo Giorgetti; de Francia, Bruno Le Maire, y de Brasil, Fernando Haddad.
La agenda bilateral prevé, además, encuentros bilaterales con el ministro de Finanzas de Alemania, Christian Lindner; el secretario general de la OCDE, Mathias Cormann; y con la secretaria del Tesoro de los Estados Unidos, Janet Yellen. En estas reuniones, el ministro estará acompañado por el secretario de Finanzas, Pablo Quirno.
La advertencia del Fondo
La subdirectora gerente del Fondo, Gita Gopinath, puso reparos este fin de semana a la dolarización que impulsa el presidente Javier Milei, al evaluar y analizar el programa económico argentino tras su visita al país y sostener una reunión con el mandatario libertario.
Al referirse a la posibilidad de dolarizar, Gopinath sostuvo que "para cualquier régimen cambiario, incluida la dolarización, se necesitan buenas condiciones previas", señalando que "se necesita una cantidad suficiente de reservas y buenos marcos de política macro", advirtiendo que "lo que vemos por la experiencia de otros países es que la dolarización no resuelve todos los problemas", ya que "si no tienes disciplina fiscal, aunque dolarices, puedes acabar teniendo problemas si no eres capaz de controlar tu política fiscal, de contenerla, así que no es una panacea".
En cuanto a la posición que adoptará el Fondo si Argentina decide dolarizar, dijo que "desde la perspectiva del FMI, la decisión de qué tipo de régimen monetario tiene un país es una decisión soberana. Tenemos países miembros que están dolarizados. Otros flotan sus monedas. Lo que hacemos es evaluar las políticas macroeconómicas y los fundamentos de la economía, para ver si son consistentes con la transición a un régimen de tipo de cambio que el país ha elegido", precisó, según consignan en sendas entrevistas los diarios Clarín y La Nación.
A pesar de marcar las advertencias en relación a la dolarización, la representante del organismo multilateral destacó el trabajo que viene realizando la administración de Milei y remarcó que "la economía que heredó este Gobierno estaba cerca de una crisis, y requería de una acción audaz y decisiva, para alejarla del precipicio". Y ponderó que "hubo también un amplio reconocimiento del establecimiento de una fuerte ancla fiscal, que es lo que faltaba en todos los programas de estabilización anteriores".
Con respecto a la inflación, Gopinath manifestó que "no se llega al 2n por ciento de inflación de la noche a la mañana, se necesita tiempo". Y agregó que "en la evaluación que hicimos como parte de la séptima revisión, prevemos que la inflación puede bajar a un dígito para mediados de este año".
El peor alumno
El Fondo presentó este lunes, en el marco de los preparativos de la reunión, un informe de actualización de su visión de la coyuntura económica global para los países que integran el G20. Ese reporte, anticipado este lunes, planteó que “la posición cíclica de los países del G-20 ha demostrado ser más fuerte de lo previsto anteriormente, ya que hasta ahora la desinflación se ha desarrollado sin desencadenar una recesión y las economías de mercados emergentes han demostrado una mayor resiliencia.
De cara al futuro, se espera que la política monetaria se relaje un poco en 2024″ y anticipó un soft landing (aterrizaje suave) de la economía del G20 que ralentice la actividad pero que permita evitar una recesión. "Con la recuperación económica sobre una base más firme, los riesgos para las perspectivas están más equilibrados. Por el lado positivo, el crecimiento mundial podría ser mayor de lo esperado si el ritmo de desinflación es más rápido de lo previsto y se adelanta la flexibilización monetaria, o si la consolidación fiscal es más gradual de lo previsto inicialmente”, plantearon los economistas del FMI.
Sobre la Argentina, la ubica cómo la única economía de ese grupo que experimentará una marcada recesión (-2,8 por ciento de caída del PBI) y además será la única que tendrá dos años seguidos en retroceso. Otras que mostraron caídas al cierre de 2023 (como Alemania con -0,3 por ciento o Arabia Saudita con -1,1 por ciento) tendrán recuperaciones este año.
En cuanto a la inflación, el FMI planteó que el número promedio esperado para la Argentina será de 253,4 por ciento, con mucha distancia la economía más inflacionaria del G20, seguido por Turquía (54,5 por ciento). La Argentina forma parte del reducido grupo de países del G20 que tendrá este año más ínflación que en 2023, junto con China, Rusia y la propia Turquía.
“En la actualización de enero del informe WEO, la inflación general para las economías del G-20 se estima en 6,5 por ciento en 2024, con proyecciones de inflación general para 2024 rebajadas para las economías avanzadas del G-20 y revisadas al alza para las economías de mercados emergentes y en desarrollo del G-20 (a cuenta de los acontecimientos en Argentina)”, mencionó el informe del Fondo Monetario.