La cuarentena permitió controlar la expansión del coronavirus en Argentina en los primeros días, lo que facilitó la apertura gradual en las zonas donde se contuvo su circulación. Eso permitió que se mitigue el impacto de la pandemia en algunas regiones, pero la imposibilidad de erradicar la enfermedad mantiene una fuerte presión sobre la economía. En los países donde no se tomaron medidas en esa línea, las consecuencias son cada vez más graves.
La industria en mayo utilizó menos de la mitad de su capacidad instalada, el 46,4% según el Indec. Esto implicó una leve mejora de cuatro puntos porcentuales respecto a abril, el mes en el que todo el país se mantuvo en aislamiento estricto. Sin embargo, representó un derrumbe de 15,6 p.p. respecto al 62% de igual período del año pasado.
En el medio del desplome un dato alentador vino del lado de la industria metalmecánica, excluida la industria automotriz, las industrias metálicas básicas, la refinación del petróleo, los productos minerales no metálicos y los productos del tabaco. La elaboración de acero crudo se incrementó un 81% en mayo respecto del mes anterior, según la Cámara Argentina del Acero. Con esto recuperó parte de la caída de marzo-abril, aunque registró una disminución de 52% respecto del nivel de fabricación de mayo del año pasado.
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La peor recesión en 300 años
Por el impacto del coronavirus, el PBI de Gran Bretaña cayó 19,1% de marzo a mayo respecto a diciembre-febrero. En este contexto, la Oficina de Responsabilidad Presupuestaria (OBR) advirtió en un informe que Reino Unido "se encamina a registrar su mayor contracción anual del PBI en 300 años", de más del 10%.
En el país, la automotriz de lujo Rolls-Royce despidió a 9.000 trabajadores, la aeronáutica Virgin Atlantic 3.150, su par Flybe entró en quiebra y British Petroleum cerró 14 de sus plantas. Al lado, en Irlanda, la low cost Ryanair recortó el 20% de los sueldos.
En Francia, la aerolínea de bandera (Air France) lanzó un plan de eliminación de 7.500 empleos, la automovilística Renault echó a 5.000 y hubo entre todos los sectores una reducción salarial de 2,2 millones de trabajadores, compiló CEPA en su último informe.
La empresa de aviación alemana Lufthansa entró en quiebra, pero el gobierno de Angela Merkel estatizará el 20% de la compañía. También presentaron la bancarrota la tienda de ropa H&M y Dorna Sports, la organizadora del Mundial de Motociclismo (MotoGP). El país acumuló 300.000 despidos hasta el momento.
España, una de las naciones que más demoró en declarar el aislamiento social, fue una de las que peor recibió el impacto. La empresa de cruceros Pullmantur está en quiebra y Airbus despidió a 900. Además de esto, el restaurante de comidas rápidas Burger King suspendió a 140.000 empleados y las automotrices Seat a 14.820, Renault a 11.000, Ford a 7.400 y Nissan a 3.000.
Además de Europa, entre los desarrollados que menos se prepararon para el coronavirus se encuentra Estados Unidos. El presidente, Donald Trump, ni siquiera declaró una cuarentena federal, sino que dependió de cada gobernador, lo que facilitó que varias de sus ciudades se conviertan en epicentros de la pandemia.
Por las políticas del gobierno, en promedio hay 25 millones de puestos de trabajo menos. Disney despidió a 100.000 trabajadores y American Airlines redujo el personal en el 30%. Además, quebraron los centros de compras JC Penny, la empresa de alquiler de autos Hertz y la alimenticia Dean Foods. También cerró plantas la compañía de ropa interior Victoria’s Secret.
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