Tierra para vivir y producir: más de medio millón de personas ya se registraron para acceder a un lote con servicios

Hace solo una semana se lanzó el Registro de Solicitantes de Lotes que buscar hacer frente a la emergencia habitacional de cientos de familias. El eje en la redistribución de la riqueza para llegar a sectores de menores recursos.

25 de septiembre, 2023 | 00.06

El ministro de Economía y candidato presidencial de Unión por la Patria en estas elecciones 2023, Sergio Massa, puso en marcha formalmente el Registro Único de Solicitantes de Lotes (RUS), una herramienta que permite que familias de sectores populares puedan inscribirse para tener la posibilidad futura de acceder a tierra para vivir y para producir alimentos. Según pudo saber El Destape, a una semana de su lanzamiento ya se inscribieron más de medio millón de personas que buscan proyectar una vida más digna ya sea por la respuesta a una demanda habitacional, como por la posibilidad de producir en pequeña escala. 

El objetivo inicial del registro es justamente relevar y conocer la demanda de suelo existente en todo el país para, a partir de allí, planificar la política de acceso a terrenos con los servicios necesarios. “Tenemos que dar el primer paso de una manera efectiva hacia millones de argentinos que hoy no tienen la posibilidad ni de desarrollar su propio programa de agricultura familiar y mucho menos de tener su propio lote. Cada argentino en su lote es la consigna de los próximos cuatro años”, destacó Massa en el acto de lanzamiento en La Rioja y dijo que apunta a construir cuatro millones de lotes con servicios en los próximos cuatro años.

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“Está destinado a familias que lo necesitan, que no tienen otro beneficio del Estado en cuanto al acceso a la tierra o a la vivienda y además lo novedoso es que también se abre el registro para quienes necesitan tierra para producir”, detalló Fernanda Miño, secretaria de Integración Socio Urbana del Ministerio Nacional de Desarrollo Social de la Nación. Además resaltó “necesitamos este registro para sistematizar la demanda que es la única manera de poder crear las políticas necesarias para realizar las obras y garantizar que cada familia pueda tener un lote para vivir. Queremos abrazar desde el Estado las necesidades de quienes menos tienen”.

La funcionaria anticipó a este medio además que, dada la gran cantidad de inscripciones, evalúan “hacer un corte y ya avanzar con un planteo de un millón de lotes”. Consideró que es fundamental que se corra la voz sobre este registro y recordó que si bien desde el área ya se encuentran realizando más de mil obras en barrios populares, con esta nueva medida “se ampliarán de forma más federal e integral”. 

Cómo funciona el RUS

“El Registro Único de Solicitantes (RUS) es una herramienta que ponemos a disposición de todas las familias que no tienen tierra para vivir o producir, para poder primero contemplar dónde está la necesidad y después avanzar en la política pública viendo cuántos terrenos ociosos ya tiene el Estado -o puede comprar- para crear lotes con servicios, que permita que cada familia pueda tener su tierra”, explicó Fernanda Miño, militante social y política, actualmente al frente de la Secretaría de Integración Socio Urbana (SISU). 

Se trata del primer registro nacional que unificará la información sobre la demanda de lotes de las familias de los sectores populares tanto para construir su vivienda como para desarrollar actividades agrícolas, identificando las realidades de las diferentes zonas, características geográficas y mecanismos de articulación e implementación federal. Sobre ello Miño resaltó “lo novedoso de lo que anunció Sergio Massa es que el acceso al lote es abierto a cualquier familia de Argentina que lo necesite, no es necesario vivir sí o sí en un barrio popular”.

“Ya tenemos registrados más de medio millón de personas que necesitan tierra urbana y tierra agrícola para producir alimento a pequeña escala en zonas estratégicas” , explicó la funcionaria a este portal y remarcó que “en la Argentina no hay problemas de tierra sino de acceso, si no se tiene dinero es imposible comprar y por eso también lo abrimos a familias que hoy están alquilando con inferioridad de condiciones, con mucho manoseo". "Queremos llegar a todas las familias. Es una política muy abarcativa y tenemos esperanzas porque ya lo venimos haciendo, aunque en menor medida, y es posible”, agregó. Un programa que se viene implementando en este sentido es el Lote.ar para la creación de suelo urbano con servicios. 

En cuanto a los requisitos oficiales de acceso al RUS, las familias pueden inscribirse de forma online y gratuita siempre que no hayan sido ya beneficiadas con otro programa de loteo o vivienda al momento de la inscripción, y mientras no tengan ninguna propiedad inmueble, ni embarcaciones, vehículos de alta gama o aeronaves a su nombre.

Acceso a servicios básicos

Desde la SISU vienen realizando diferentes obras en los barrios populares del país enfocadas en garantizar el acceso a servicios básicos. De acuerdo con datos del área, se registran a la fecha distintos avances como 1.300 obras en marcha que buscan garantizar el acceso a redes de agua, cloacas, luz y gas, mejora de espacios públicos y comunitarios en más de 1.000 barrios, y junto a gobiernos provinciales, municipales, organizaciones sociales, iglesias y sindicatos se construyeron ya 22.00 nuevos lotes con servicios para dar respuesta a la demanda habitacional. 

“Con el Registro Nacional de Barrios Populares (ReNaBaP) hicimos el mismo trabajo a partir de relevar cuántos barrios había en el país, primero detectamos 4.400 barrios y hoy llegan a 5.687 y la idea es plantear en el tiempo una reapertura de ese registro, con unos 590 barrios más”, explicó Miño, vecina del barrio La Cava y fundadora de la Mesa Nacional de Barrios Populares. Al menos 1,17 millones de familias, unas 5 millones de personas, viven en barrios populares en todo el país y, en el 66% de estos barrios, la mayoría de sus habitantes no tiene acceso formal a energía eléctrica, en el 91% a la red de agua, en el 97%, a la red cloacal y en el 99%, a la red de gas, de acuerdo con datos del primer Observatorio oficial de Barrios Populares, lanzando en abril de 2023. Frente a dicha realidad, lo que se busca es “dar respuesta a un problema estructural como es el déficit habitacional” de la mano de la regularización de los barrios, así como la suspensión de desalojos (en 2022 se extendió por 10 años más) y la habilitación a que las empresas prestadoras de servicios realicen las obras necesarias. 

En relación, un dato no menor que se desprende de las estadísticas del Observatorio es que la década de mayor crecimiento de los barrios informales fue la del 2000 (28%), en el marco de la crisis social, política y económica tras las políticas neoliberales de los ‘90 que llevaron a la destrucción de fuentes de trabajo, a una mayor fragmentación social, crecimiento del desempleo (escaló al 20%) y de la informalidad (43%), afectando el acceso a un conjunto de derechos básicos para la mayoría de la población. Paradójicamente, las mismas recetas que hoy son plataforma electoral de candidatos de la oposición aunque presentadas como medidas “innovadoras”.

Un programa que se viene implementando desde la Secretaría de Integración Socio Urbana es el denominado "Mi Pieza", que brinda subsidios a mujeres en situaciones vulnerables: 250.000 mujeres ya fueron seleccionadas para la mejora, ampliación y refacción de sus hogares en más de 4.500 barrios populares. “Sabemos que en la pandemia fueron las mujeres quienes estuvieron muy pendientes y no solamente en su casa, se han transformado en enfermeras, en maestras, fueron quienes se juntaron para hacer una olla popular cuando todo cerraba, y era una necesidad acompañarlas”, explicó la entrevistada y agregó que “muchas veces la familia encabezada por la mujer es la que tiene menos recursos, no puede acceder a créditos, y la casa queda en un segundo lugar, es decir, sumado a que no llega a comprar los alimentos si además le llueve en la casa, tiene humedad, tiene un piso de tierra, no puede comprar ni una ventana, por eso decidimos encarar una política que llega al corazón de la necesidad y es imprescindible que pueda continuar en una próxima gestión”.

“La falta de acceso a los servicios básicos en barrios populares supone una mayor exigencia y dificultades para garantizar las tareas cotidianas vinculadas con los cuidados propios y del conjunto del hogar”, señaló el Relevamiento sobre condiciones socioeconómicas y uso del tiempo de las mujeres y personas travestis-trans en barrios populares, realizado por el del Observatorio de Géneros y Políticas Públicas (OGyPP) y presentado en junio pasado. Según se relevó, el 87% de las mujeres que viven en barrios populares del país son responsables del hogar, cerca del 23% de las encuestadas participa de espacios socio-comunitarios sosteniendo las tareas de cuidado, el 53% de las mujeres declaró que realiza trabajo remunerado en el marco de la economía popular y solo el 6,7% trabaja en el sector asalariado registrado.

Las claves del financiamiento

Como toda política pública, para llevar a cabo las obras de integración urbana en los barrios populares de todo el país es clave contar con financiamiento. “Llevamos invertidos más de 470 mil millones de pesos, que en gran medida provienen del Aporte Solidario y Extraordinario de las Grandes Fortunas”, señalaron al respecto desde la SISU. 

Puntualmente, el Aporte Solidario y extraordinario de las Grandes Fortunas sancionado en el 2020 fue clave para impulsar esta política, aunque al ser por única vez, su impacto en el tiempo se ve limitado. Asimismo otro recurso clave proviene del Impuesto País que se aplica para la compra de moneda extranjera, y que también podría verse afectado en un eventual cambio de gobierno que implique eliminar las regulaciones existentes. “Hay mucha inquietud por la continuidad de las obras que tenemos en marcha, en un contexto donde se viene insistiendo con la disolución del Estado por parte de algunos candidatos presidenciales de la oposición, obviamente la familia de los barrios populares está inquieta” reconoció la funcionaria de Desarrollo Social en este punto y remarcó que “es imprescindible contar con todas las distintas expresiones organizativas y políticas para poder seguir llegando a todos los barrios”.

Sobre los recursos detalló, “es muy importante lo que significó el Aporte de las Grandes Fortunas para poder hacer obras que transformen verdaderamente la cotidianeidad de las familias así como el Impuesto País que hoy sostiene en mayor medida todo el trabajo que venimos haciendo, frente a ello queremos continuar y garantizar las obras en marcha”. Para Miño, “estas formas de financiamiento son una manera de repartir el recurso de los que más tienen, es una redistribución necesaria para poder llegar a las familias que menos tienen a través del Estado”. 

Política pública, economía y dignidad

Si bien se trata de programas focalizados en obras y sectores sociales puntuales, pocas veces se pone el foco en las repercusiones que tienen en el conjunto de la economía barrial y doméstica.

Estas políticas son las que transforman, con todas las obras que llevamos adelante desde la Secretaría creamos más de 300.000 puestos de trabajo, un número que no se muestra en las estadísticas de empleo. Se contratan cooperativas del territorio que absorban mano de obra del barrio, con un alcance a más de 500.000 familias alcanzadas”, dijo Miño y sobre como cambia la vida de las familias puntualizó, “ya no tienen que pisar barro, quien no lo ha vivido es imposible que lo entienda, pero cuando el que no lo tuvo nunca finalmente lo tiene, empieza a mejorar su casa, se abre un kiosquito, todo eso va creciendo a medida que la integración llega al barrio popular e incide en el funcionamiento de la economía interna de los barrios, empieza a darse un círculo virtuoso distinto cuando las obras llegan, cuando la dignidad se hace costumbre”.

También analizó que “es muy importante” que las familias “se apropien de estas políticas” cuando “hay dos expresiones, tanto la de Bullrich como la de Milei, que no hablan nunca de barrios populares ni de redistribución de la riqueza, ni de tierra para vivir, que sepan que desde un espacio que hoy expresa Sergio Massa se ha tomado esta política como parte de la agenda”. Finalmente la entrevistada consideró que “la tenencia de la tierra es fundamental para tener la posibilidad de planificar la vida junto a tu familia, y si eso podemos llevarlo adelante en una próxima gestión y nos ponemos a trabajar, porque lo que mejor sabemos hacer es organizarnos y trabajar, va a ser cada vez más una realidad. Queremos trabajar en esto que venimos soñando desde hace mucho tiempo los sectores populares, que es poder tener un pedacito de tierra para transformar la vida y poder edificar desde ahí la felicidad”.