Este jueves las centrales sindicales llevan a cabo el segundo paro general al gobierno de Javier Milei, cuyas medidas económicas vienen golpeando con fuerza el día a día de la mayoría de la población. En ese sentido, una de las problemáticas centrales tiene que ver la imposibilidad de acceder a un techo donde vivir. Desde el gobierno insisten en que, tras la desregulación del mercado, se habría incrementado la oferta disponible pero lo cierto es que, si bien creció, el 40% del total es en realidad para alquiler temporario y más del 60% está en dólares, es decir, difícilmente constituya una solución para las familias inquilinas. Otro punto clave: ningún sueldo promedio llega a cubrir los precios actuales.
Los datos se desprenden del primer informe del Monitor de Acceso a la Vivienda en la Ciudad de Buenos Aires y dan cuenta de que en marzo una persona necesitó, al menos, 3,2 salarios mínimos para pagar el valor promedio de un dos ambientes y, de hecho, un trabajador con sueldo promedio ($620.000) tendría que gastar todo su salario, y aun así no le alcanzaría para afrontar el total. Un tres ambientes ya supera el millón de pesos. “Después de un año de alta inflación y su acelerado crecimiento luego de la devaluación de finales de 2023, la liberación de las tarifas de servicios y la derogación de la Ley de Alquileres, el costo de acceder a una vivienda en CABA aumentó por encima de la inflación”, se indicó en el informe.
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Estas realidades, que se alejan bastante del derecho básico a un lugar para vivir, muestran un empeoramiento de las condiciones de alquiler luego de la entrada en vigencia del DNU 70/2023 que derogó la Ley nacional de Alquileres y promovió la desregulación el mercado inmobiliario y que, pese a ya haber sido rechazado en el Senado, espera aún ser tratado en Diputados. Se trata de una problemática que se viene profundizando desde hace décadas, y enfrenta ahora el agravante de crisis económica y el crecimiento de la pobreza de las familias argentinas.
Qué oferta aumentó y qué ingreso alcanza
Los primeros datos de 2024 del Monitor de Acceso a la Vivienda elaborado por El Centro de Estudios Metropolitanos (CEM) ponen sobre la mesa los precios y la oferta de los alquileres de CABA dando cuenta del acceso desigual al alquiler en una jurisdicción que tiene, comparada con el resto del país, la menor proporción de viviendas propias (cayó diez puntos en la última década y ya llegan a 37% los hogares inquilinos) pese al incremento sostenido de las construcciones. Al respecto, si se analiza qué pasó con la duración de los contratos, se observó que los contratos con actualizaciones anuales cayeron 54 puntos porcentuales y las actualizaciones trimestrales ganaron terreno, de forma que el 70% se actualizan cada 3 meses o menos.
Sobre el eje puntual del incremento de la oferta disponible, los datos relevados mostraron que la oferta de alquileres aumentó (5,5% mensual en marzo). Sin embargo, al poner la lupa en la información disponible se detecta que el 40% de esa oferta corresponde a alquileres temporarios y más del 60% se publica en dólares. Así lo detalló el documento al que accedió este medio donde se puntualizó que, de hecho, la oferta está concentrada en los barrios más caros de la ciudad: Palermo, Belgrano Puerto Madero, Retiro, Recoleta, y Núñez superan el 60% de la oferta local (solo los dos primeros concentran el 20% del total). “El corredor norte de la Ciudad tiene una combinación de precios altos de alquiler y de venta con alta incidencia de obras nuevas y penetración de unidades en Airbnb”, se indicó. Como contracara aparece el sostenido incremento del número de personas que alquilan en asentamientos, hoteles familiares o pensiones dando cuenta de un universo más vulnerable que, por los altos precios y deterioro salarial, enfrenta desalojos frecuentes.
“En esta primera publicación de 2024 se puede observar un aumento del costo que conlleva acceder a una vivienda, sobre todo por el aumento de los servicios y las expensas”, señaló Fernando Bercovich, coordinador del Área Urbana del CEM y agregó que “si bien la oferta de alquileres aumentó respecto de 2023 y los precios se mantuvieron relativamente estables, las condiciones de alquiler empeoraron”.
MÁS INFO
¿Quién puede pagar un alquiler hoy? La inflación en viviendas y servicios sigue en alza. En detalle, el rubro “Vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles” del índice de Precios al Consumidor del INDEC, fue uno de los de mayor impacto en marzo (+17,9%) sólo superado por “Educación” e “Información y comunicación” y por encima de la inflación general que fue de 13,2%. Con respecto al mismo mes de 2023 aumentó 255,2%. En el caso de los alquileres se incrementaron 6,8% mensual, y escalaron al 279,6% con respecto a hace un año atrás.
En tal escenario, una persona necesitó en marzo al menos 3,2 salarios mínimos para pagar el valor promedio de un departamento de dos ambientes en Buenos Aires, sin contar expensas. Hay que recordar que el gobierno dispuso unilateralmente una suba del ingreso mínimo del 9% para abril y del 6% para mayo. De esta forma, pasó de $202.800 en marzo, a $221.052 en abril y llegará a $234.315 en mayo. Un monto inalcanzable para cubrir la canasta básica de alimentos (línea de indigencia) que se ubicó en $385.049 para una familia de cuatro integrantes.
A su vez, un trabajador que cuente con un sueldo promedio ($620.000) tampoco llegaría a hacer frente a este gasto, ya que “tendría que gastar todo su salario, y aun así no le alcanzaría para pagar el total de un dos ambientes de $650.000”, alertó el informe. Más aún, para acceder a un departamento de tres ambientes se necesitan más de un millón de pesos (subieron 12,5% en marzo). Es decir, una familia debería contar con ese dinero para alquiler y además un monto semejante para hacer frente a la canasta básica (alimentos y servicios básicos) que rondó en ese mes los $800.000. A su vez, el promedio de las expensas se ubicó en $58.898, llegando en los barrios más caros a alrededor de $165.000.
Tal datos, que reflejan el deterioro en el acceso a bienes y servicios básicos y en las condiciones de vida de las familias inquilinas, se enmarca en un contexto donde, de acuerdo con la misma fuente, la proporción de hogares de clase media en la Ciudad cayó del 56% en 2015 al 51% en 2023 (un 10% menos). “En los último 8 años, cada vez menos porteños forman parte de la clase media y cada vez hay más pobres e indigentes debido al deterioro generalizado que afecta a todos los sectores sociales. Los hogares pobres en CABA se duplicaron entre 2015 y 2023”, alertó el CEM.
El avance de los temporarios desregulados
Por cada propiedad publicada para alquiler permanente hay dos ofertas activas para alquiler turístico en Airbnb. Así lo indicó el Monitor de Acceso a la Vivienda que relevó 27.269 ofertas en esa plataforma en el mes de marzo (+6,8% mensual y +110% interanual), “esta cantidad de unidades supera la oferta de alquileres tanto permanentes como temporarios publicados en Zonaprop”, compararon.
Un aspecto relevante es que “casi la totalidad de la oferta en esa plataforma corresponde a viviendas enteras de 1 y 2 ambientes”, es decir que “se genera una tensión clara con la oferta para alquiler permanente”. La distribución de la oferta de alquiler turístico en la ciudad se concentra en pocos barrios: 10 de los 48 barrios aglutinan más del 80%. En Palermo, donde está el 30% de la oferta de la ciudad, cada 2 publicaciones en alquiler permanente hay 7 ofertas activas en Airbnb. Le sigue Recoleta con el 16% y los barrios del centro histórico que juntos suman un 15%.
Las ganancias promedio por mes por publicación rondan los USD 770, “este valor representa una caída del 12% en dólares con respecto al año pasado y un aumento con respecto a febrero de 2024, el mes con menores ganancias en los últimos doce meses”. Si se compara la ganancia promedio con el precio de un alquiler mensual tradicional, la ganancia de Airbnb es casi un 50% superior.