El impacto del schock de los mercados de este lunes recorrió el mundo luego del desplome de las bolsas asiáticas y su posterior contagio en Europa y en los llamados países emergentes. Mientras los titulares traen a la memoria el “lunes negro” de la crisis financiera de 1987, el actual frente externo presenta no pocas dificultades que obligan a poner el ojo en el impacto para la Argentina y, sobre todo, para el bolsillo de la población. Al respecto, especialistas consultados por este medio señalaron que la volatibilidad financiera se sentirá en las inversiones en acciones y bonos, así como también puede afectar el devenir de los dólares financieros, de la brecha y de los precios, sumado al Riesgo País. Otras formas de inversión como fondos de billeteras virtuales también se verán resentidas.
“El principal activo económico del gobierno en su anhelo de reducir la inflación radicaba en las expectativas optimistas del mercado que busca creer a toda costa. Entre los movimientos del último mes y este sacudón global, lo poco que tenía el gobierno para ofrecer se va esfumando, y con ello la estabilización sigue pendiendo de un hilo”, analizó el economista Matías Wasserman. Al respecto, se pone el foco en los altos niveles de deuda y reservas a la baja de la economía nacional, y el impacto de una posible salida de capitales, seguida de devaluación y aceleración de los precios.
“En una economía nacional con tanto nivel de deuda, con reservas que vienen cayendo y en un modelo económico que desde el primer día ajusta en los que menos tienen obviamente -como ha pasado en ocasiones anteriores- una crisis de esta magnitud a nivel internacional impacta en el país sobre todo si no hay políticas para contrarrestarlo”, consideró en diálogo con este portal Manuel Valenti Randi, director ejecutivo del centro OCIPEx. En relación, explicó que “lo que sucede en este tipo de contextos de crisis es que los capitales se suelen ir de los países emergentes y sus monedas se empiezan a devaluar porque los capitales se marchan, sobre todo a Estados Unidos. Recién estamos viendo el inicio de la mayor caída de la bolsa japonesa de la década de los ‘80 producto básicamente de la especulación financiera, vía el mecanismo del ‘carry tarde’ como sucedió acá en el gobierno de Macri que implica que en Japón había bajas tasas de interés y se tomaban préstamos para hacer inversiones especulativas en empresas tecnológicas de alta rentabilidad, pero los malos resultados de la economía estadounidense generaron un tembladeral que repercutió posteriormente en la bolsa japonesa, con la suba de tasas y los efectos que vemos hoy, que golpean también a las economías frágiles como la nuestra”.
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Este lunes se inició con fuertes caídas en los mercados luego de que el índice de referencia Nikkei 225 de Japón se desplomara hasta un 12,4%, impactando en los mercados financieros asiáticos tras una suba de tasas mayor a la esperada. Al tiempo que el pasado viernes se conoció un informe de la economía norteamericana que alertó por un crecimiento de la tasa de desempleo y deterioro de los indicadores industriales en dicho país. Si bien en tal escenario el Riesgo País se disparó hasta superar los 1.700 puntos, desde el gobierno señalaron que “como ya explicamos el otro día, hoy no es ese el tema importante ya que el gobierno no necesita financiamiento y las empresas privadas lo están consiguiendo a tasas muy favorables”.
Cómo impacta en el bolsillo
"A nosotros nos afecta, pero mucho menos que usualmente, dado el orden macroeconómico y que no tomamos medidas apresuradas como haber salido del cepo”, indicaron fuentes del ministerio de Economía a la prensa en el marco del histórico desplome de los mercados. En un panorama de turbulencias, el gobierno destacó el rol de las regulaciones cambiarias al punto de reconocer que “sin cepo hubiera sido una calamidad".
Sobre el impacto de la crisis global en la economía nacional, Matías Wasserman, economista del Observatorio de Coyuntura Económica y Políticas Públicas (OCEPP) consideró al ser consultado que “es bastante probable que el desplome de los mercados internacionales implique una suba de los dólares financieros -y con ellos, de la brecha- y del Riesgo País”, además agregó que otras formas de inversión como acciones e incluso fondos de billeteras virtuales también sufrirán el impacto.
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Por su lado, Juan Manuel Telechea, director del Instituto de Trabajo y Economía de la Fundación German Abdala, evaluó que “el impacto directo en los bolsillos de la gente se vería si aumenta la inflación”. Al respecto, “lo que podría suceder es que justamente este lunes negro impacte en el aumento del dólar financiero, algo de ello se está viendo, pero es poco todavía el aumento, es decir, no es significativo para que sea trasladado a los precios por las empresas”. El economista consideró en esa línea que “en principio, por lo menos por ahora, no hay indicios de que haya tal impacto directo”.
Sobre lo anterior, la inflación -cuyo dato oficial para julio se conocerá la próxima semana- podría verse afectada por un alza en la brecha cambiaria, producto de una disparada en los financieros y las menores reservas acumuladas. Vale recordar que el gobierno tomó en las últimas semanas medidas para intervenir en la brecha luego de que llegara al 50%-60% en junio, a partir de la venta de un porcentaje de las reservas adquiridas en el mercado oficial. “Lo importante es seguir bajando la inflación y que se recupere la economía y eso no debiera verse afectado”, dijeron sobre ello desde Economía este lunes.
Por el lado de los fondos comunes y las billeteras virtuales que utiliza gran parte de la población, Telechea coincidió en que “pueden verse afectadas si ese fondo común está formado por títulos de la deuda pública o acciones locales. En estos días que siguen cuando se actualicen vamos a ver una caída similar a la que estamos teniendo en este momento en esos activos”, aclaró.
Qué se puede esperar
El efecto contagio que se genera en los mercados internacionales genera que los capitales tiendan a buscar “refugio” saliendo de los países emergentes hacia mercados centrales o “más seguros”. Mientras tanto, la mirada sigue puesta en la Reserva Federal norteamericana (FED) y posibles cambios en su tasa de política monetaria.
En lo que viene “hay que mirar la brecha cambiaria -a ver si aumenta- y las reservas del BCRA, a ver si caen”, resaltó Telechea quien analizó que “es sumamente arriesgado salir del cepo sin reservas. Como referencia, solo en los tres primeros meses de la unificación llevada a cabo por Macri en 2015 la compra neta de divisas para atesoramiento fue de USD 4.700 millones”.
A su turno, Valenti Randi indicó que “considerando que estamos en un gobierno que busca bajar la inflación induciendo una depresión económica y para el que su única ancla es el salario y el dólar, el actual contexto internacional nos lleva a esperar que haya ruido en el dólar oficial y el financiero, y ello repercute sobre los precios porque hay muchos importadores que compran vía dólar financiero y muchos que establecen expectativas en la economía y ponen precios de acuerdo a los dólares financieros. A esto se suma el tarifazo, el aumento del transporte, todo lo que ya afecta a la población en un marco donde lo único que no suben son los salarios”.
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Por su parte, Wasserman agregó que “habrá que esperar a ver qué decide hacer el gabinete económico ante este escenario, todas las acciones conllevan costos y riesgos. Una opción es que deje libre al Contado con Liquidación, lo que podría impactar fuertemente en precios y, al incrementarse la brecha podría aumentar las expectativas de devaluación del oficial, con todo lo que eso implica (aumento de importaciones, postergación de exportaciones). La opción alternativa radica en sostener la intervención en el CCL tal como lo vino haciendo en las últimas semanas, con el peligro de que el MEP quede por encima (se estaría incentivando la salida de dólares) e incluso de que ninguna intervención alcance, por lo que significaría quemar reservas sin siquiera obtener los beneficios buscados”.
Para cerrar, el economista subrayó que “la coyuntura global nos deja dos reflexiones. La primera: sin cepo, un shock como el que estamos viendo, habría dejado a la economía argentina patas arriba. La segunda: si la economía argentina estuviese dolarizada, una crisis de estas características sería catastrófica, y sus efectos una pesadilla difícil de imaginar”.