Una familia tipo de cuatro integrantes, dos adultos y dos menores, necesitaron en diciembre 54.207 pesos para no ser pobre, informó este jueves el INDEC. El mismo hogar requirió de 22.680 pesos sólo para alimentarse y no ser considerado indigente.
La incidencia de los alimentos y artículos de primera necesidad en el promedio de aumentos del 2020 se intensificó en los últimos meses y esa tendencia se refleja en el costo de la canasta básica alimentaria. Esta canasta se encareció un 45,5 por ciento el año pasado, incluso por encima del incremento de la cesta total, que incluye servicios y alquiler, y que aumentó 39,1 por ciento.
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El Índice de Precios al Consumidor registró en diciembre un alza de 4 por ciento, y acumuló en los doce meses de 2020 un incremento de 36,1 por ciento. La suba intermensual fue la más elevada del año pasado, ya que superó el 3,8 por ciento de octubre. La división alimentos y bebidas no alcohólicas aumentó en diciembre y cerró el año con un alza de 42,1 por ciento.
En esa línea se ubica el incremento en el costo de la canasta básica alimentaria. Un hogar de cuatro integrantes, compuesto por un varón de 35 años, una mujer de 31 años, un hijo de 6 años y una hija de 8 años necesitó 22.680 pesos, un 5,1 por ciento más que en noviembre y un 45,5 por ciento por encima de diciembre de igual mes del año pasado (15.584 pesos).
La canasta básica total aumentó 4,7 por ciento mensual en diciembre y 39,1 por ciento respecto de diciembre de 2019 (38.960 pesos).
Estas canastas son utilizadas para definir la cantidad de hogares pobres e indigentes. Los resultados del primer semestre de 2020 del INDEC correspondientes al total de aglomerados urbanos registraron que el porcentaje de hogares por debajo de la línea de pobreza alcanzó el 30,4%; en estos residen el 40,9% de las personas.
Dentro de este conjunto se distingue un 8,1% de hogares por debajo de la línea de indigencia, que incluyen al 10,5% de las personas. Esto implica que, para el universo de los 31 aglomerados urbanos de la EPH, por debajo de la LP se encuentran 2.849.755 hogares que incluyen a 11.680.575 personas y, dentro de ese conjunto, 754.155 hogares se encuentran por debajo de la LI, e incluyen a 2.995.878 personas indigentes.
Según la medición realizada entre julio y octubre por el Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina, el índice de pobreza habría subido al 44,2% en el tercer trimestre. El dato difundido este jueves advierte que un 34,1% de la población se ubicó en la categoría de "pobres no indigentes", mientras que un 10,1% están en la indigencia, es decir, no pueden cubrir la canasta alimentaria básica.
La mayor cantidad de pobres, que rondaría los 20,3 millones de personas, se disparó en medio de la pandemia de coronavirus, que impactó muy fuerte sobre la actividad económica ya golpeada por el macrismo. Para la UCA, en el período julio-octubre el desempleo ya llegaba al 14,2%, lo que representa unos 2,7 millones de personas. El estudio arrojó aumentos con relación al 2019, cuando había arrojado 40,8%.