Una de las calificadoras de riesgo más importantes del mundo, Fitch, le dio este martes a la Argentina la calificación "CC", el parámetro previo a la caída al default. La noticia se da en medio de los problemas del Gobierno para acumular reservas en tiempos de cosecha gruesa y los conflictos políticos para arribar al consenso necesario que permita sancionar la Ley Bases.
"La calificación «CC» de Argentina indica la opinión de Fitch de que parece probable una reestructuración de los bonos u otro tipo de incumplimiento en los próximos años, dada la persistente incertidumbre en torno a la capacidad del Estado para lograr una acumulación sostenida de reservas internacionales y recuperar el acceso a los mercados mundiales de capital, y por lo tanto hacer grandes pagos de bonos en moneda extranjera en los próximos años", señaló el informe. Sobre el Gobierno, especificó: "Para hacer frente a los pagos de deuda, es probable que el soberano necesite lograr una mayor acumulación de reservas y también recuperar el acceso a los mercados internacionales para refinanciar una parte".
En diálogo con El Destape, el expresidente del Banco Central Miguel Pesce afirmó: "Las calificadoras de riesgo han presentado dificultades en su desempeño en diversas circunstancias. El gobierno al inclinarse a ser evaluado por los mismos procedimientos agudizan su problemática".
"Todos comienzan a coincidir que la profunda recesión dificulta el desenvolvimiento económico. El gobierno sufre la paradoja de sus convicciones y quienes lo juzgan. Exigen una fuerte recesión y luego critican sus consecuencias", apuntó el exfuncionario.
En línea con Fitch, el economista principal del banco de inversión internacional Goldman Sachs, Robin Brooks, sostuvo que Argentina y Egipto "están atrapados en el mismo círculo vicioso". Y explicó: "Se devalúan y luego, inmediatamente después, se vuelven a fijar al dólar estadounidense. Luego, la alta inflación hace que el tipo de cambio real vuelva a subir. Argentina ya está allí. Egipto está llegando a ese punto. Una y otra vez".
El ex economista jefe del BCRA, Germán Feldman, consideró “lógico el planteo de Fitch sobre las perspectivas de vulnerabilidad de la deuda pública argentina” y señaló que “por más que las perspectivas de crecimiento de las exportaciones sean auspiciosas en el mediano plazo, el superávit comercial -que hasta ahora se logró por un fuerte ajuste de las importaciones inducido por la recesión y que tenderá a reducirse en cuanto la economía real comience a recuperarse- no será suficiente para afrontar los servicios de la deuda pública y sostener la acumulación de reservas, lo cual obliga al Gobierno Nacional a recuperar el acceso a los mercados para obtener dólares financieros”.
Según Feldman, “llevar el riesgo país a un nivel compatible con el acceso a los mercados (esto es, debajo de los 1000 puntos básicos) requiere profundizar el superávit fiscal y la acumulación de reservas, pero los drivers que llevaron en este primer semestre las cuentas públicas a terreno positivo (la licuación del gasto real por el efecto de la licuación vía inflación) y al BCRA a compras divisas en el mercado de cambios (el diferimiento del pago de importaciones) evidencian signos de agotamiento”.
El duro reporte de Fitch sobre el gobierno de Milei
"La administración de Javier Milei ha logrado avances iniciales en materia de ajustes económicos desde que asumió el cargo en diciembre de 2023, a través de acciones ejecutivas en lugar de leyes. Sin embargo, lograr un ajuste duradero suficiente para acumular reservas y recuperar el acceso a los mercados también puede requerir apoyo político y reformas más amplios, lo cual aún está por verse, mientras que las crecientes tensiones en la nueva combinación de políticas aumentan la incertidumbre", evaluó la calificadora de riesgo.
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"Algunas tensiones dentro de esta combinación de políticas se están volviendo evidentes. La paridad móvil ha permitido una rápida revaluación real del peso y puede ser difícil de sostener, lo que podría debilitar su eficacia como ancla de las expectativas de precios", remarcó el documento. Aún "no está clara una estrategia de salida de los controles cambiarios y las tasas de interés reales negativas, y estas políticas podrían socavar la confianza cuanto más tiempo permanezcan vigentes", sumó Fitch. Según sus técnicos, la inflación "puede enfrentar una mayor resistencia después de caer a aproximadamente el 5% en mayo, debido a la recuperación económica, la indexación salarial y las incertidumbres políticas".
Por otra parte, la sostenibilidad de la acumulación de reservas "no está clara", dado que "ha sido posible mediante el aplazamiento de los dólares adeudados a los importadores mediante la emisión de títulos BOPREAL y mediante restricciones más estrictas a las importaciones que ahora están expirando". La apreciación del peso real y la "recuperación económica también podrían impulsar la demanda de importaciones más adelante en 2024",agregó el informe. Y subrayaron: "Las compras de divisas ya se han desacelerado drásticamente en las últimas semanas, a pesar de la cosecha de soja en curso".
Dudas sobre el pago de deuda
En otro pasaje, el informe advirtió que "se avecinan grandes pagos de deuda". Los montos adeudados "aumentarán significativamente a 9.000-10.000 millones de dólares en 2025-2027 y coincidirán con otros pagos por provincias y el BCRA (en el BOPREAL)", soslayó el documento. Para cumplir con estos pagos, el Gobierno "probablemente necesitará lograr una mayor acumulación de reservas y también recuperar el acceso al mercado internacional para refinanciar una parte", puntualizó.
Por último, el informe fue lapidario respecto al futuro cercano: "Fitch sigue sin estar seguro de si Argentina podrá lograr estos objetivos. Recuperar el acceso a los mercados puede no sólo requerir mayores ajustes macroeconómicos, sino también evidencia de una aceptación política más amplia y la preservación del apoyo social. Esto puede ser particularmente difícil de lograr antes de las elecciones legislativas de mitad de período en noviembre de 2025".
Mientras tanto, Argentina negocia con el FMI
Este martes, el ministro de Economía, Luis Caputo, adelantó que luego de que el staff del Fondo Monetario Internacional (FMI) realice este jueves la revisión del programa acordado, se negociará “un nuevo programa” para tratar de que de esa manera “llegue nueva plata” necesaria para salir de las restricciones cambiarias conocidas popularmente como “cepo”.
"Estamos en el proceso de la revisión del Fondo que va a ser el 13 (de junio, este jueves) y a partir de ahí empezaremos a negociar con ellos un nuevo programa. No lo estamos anunciando ahora porque lógicamente primero hay que acordarlo con el Fondo y eventualmente tratar de que con ese nuevo programa llegue nueva plata", anunció Caputo en diálogo con el director ejecutivo de la Fundación Libertad y Progreso, Aldo Abram, en el Foro “Renacer de la libertad en la Argentina”, que se lleva a cabo en el Hotel Hilton de esta ciudad.
Luego de exponer en el Foro, Caputo identificó cuatro factores como necesarios para salir del cepo cambiario al dólar, remarcando que el primero de ellos, el equilibrio fiscal, ya está consolidado. Los dos siguientes, explicó, son el equilibrio de los stocks de demanda y solucionar los problemas de los flujos, en los que destacó los avances conseguidos, en especial con las pymes que ya cuentan con 30 días para obtener las divisas.
El cuarto y último factor es que exista “una relación razonable entre la cantidad de reservas y los pasivos remunerados”, una variable en la que, dijo, “todavía no estamos ahí” pero que una vez que se cuenten con los recursos que podrían aportar el FMI dejarían abiertas las puertas al levantamiento del cepo.
De este modo, Caputo se mostró optimista pese a la falta de definiciones sobre este punto de parte del FMI en los últimos días. El jueves pasado, en su conferencia de prensa habitual, la vocera del organismo, Julie Kozack, evitó explícitamente dar cualquier anticipo acerca de un nuevo programa entre el FMI y Argentina que pueda llevar al envío de fondos extra con los que el Gobierno quiere salir del cepo.