La Unión Industrial Argentina confirma que abril fue el piso de caída en la actividad manufacturera producto de la pandemia, aunque la mejora recién comenzó a registrarse a partir de julio y remarcan crisis heredada del macrismo. Esto coincide con el diagnóstico del sector privado sobre una recuperación de la economía en forma de "U", más lenta, y no en "V", con un marcado rebote.
El diagnóstico de la entidad, incluido en un documento presentado en el marco del Día de la Industria, que este miércoles fue celebrado con un acto en el que el Gobierno lanzó la primera parte del mega paquete de medidas económicas para la pos pandemia. En la entidad fabril sostienen que el 63 por ciento de las empresas en mayo no estaba produciendo o tenía caídas mayores al 50 por ciento.
En el documento se analiza la actualidad económica global, la región y el país y una serie de "sugerencias" condensadas en un manifiesto de políticas que, obviamente, incluye la idea de reducir cargas patronales e impositivas.
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"Es la primera vez desde 1870 que tantos países registran una disminución de su PIB per cápita, siendo la peor recesión desde la Segunda Guerra Mundial", remarca la entidad. El PIB mundial caerá este años un 6 por ciento con nueva de cada diez países en recesión. Los principales destinos de las exportaciones argentinas tendrán fuertes caídas de su PBI, como en Brasil (-6,9%), Estados Unidos (-7,3%), Europa (-9,1%) y China (las estimaciones de la OCDE son de -2,6%). Esto impactará en el comercio externo del país y en la posibilidad de generar divisas.
De acuerdo con las estadísticas de la entidad, con un caída interanual del 31 por ciento, la actividad industrial tocó fondo. La recuperación a niveles pre pandemia se habría iniciado recién en julio. En el Gobierno aseguran que se está en niveles previos al arribo del coronavirus pero con una composición distinta. La entidad reconoce que "hasta que se encuentre una vacuna" habrá menor nivel de actividad económica en general, menos actividad turística y que necesitará una readaptación productiva en los distintos eslabones de la cadena de valor.
"La transición hacia la nueva normalidad estará atravesada por el impacto económico de la pandemia y la vulnerabilidad económica que se arrastra de la fase previa", afirma la entidad fabril en clara alusión a la crisis que se heredó del macrismo.
La entidad recomienda finalmente "una política monetaria que fomente el ahorro en moneda local, una cambiaria previsible que sustente a la inversión productiva con precios relativos favorables y permita relajar gradualmente los controles --comprendiendo que la restricción de divisas genuinas ha sido la principal limitación al desarrollo productivo-- y una tributaria que promueva la inversión y el empleo con políticas e incentivos focalizados".