A la inestabilidad interna que trajo consigo la pandemia del coronavirus, ahora habrá que sumarle complicaciones en el ámbito regional. Un grupo de países del Mercosur presiona para bajar el Arancel Externo Común (AEC), algo que no estaba dentro de los planes de Argentina.
El AEC del Mercosur se cobra al ingreso de mercadería desde fuera de los países del bloque. En promedio es del 12,5%, pero puede llegar hasta un 35% como máximo. Aún así, existen posibilidades para realizar excepciones: los plazos de vigencia permitidos para la rebaja arancelaria se establecen en 12 meses y en algunos casos considerados de urgencia de seis meses.
La solicitud de una reducción fija fue una idea impulsada por Brasil y acompañada por los gobiernos de Uruguay y Paraguay. Sin embargo, por pedido de la Unión Industrial Argentina, Argentina había logrado enfriar la discusión para llevarla a cabo a lo largo del segundo semestre.
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Pero el clima no se calmó del todo, ya que el miércoles iba a concretarse una videoconferencia entre los países integrantes del bloque para tratar la rebaja del arancel. Finalmente, fue cancelada y aún no hay fechad e reprogramación. Lo cierto es que Brasil, Uruguay y Paraguay intentan apurar el debate.
Según pudo saber El Destape, el requerimiento a la rebaja del AEC no sería abarcativa para todos los segmentos, sino más bien focalizada en ciertos rubros.
Además, también se plantea la posibilidad de un lograr un acuerdo Mercosur para el libre comercio automotriz en 2030. En este caso, Argentina y Brasil lo rechazan por considerarlo perjudicial: Paraguay no quiere prohibir la importación de autos usados, lo que provocaría un enorme problema de competencia.
Cabe destacar que ambos países vienen de formalizar la Política Automotriz Común (PAC), el cual fija un esquema que convalida cupos de preferencia creciente para las importaciones locales por cada dólar exportado, hasta alcanzar el 1 de julio de 2029 la liberación del comercio bilateral de automóviles y autopartes.
Por lo pronto, este 2 de julio la Cumbre del Mercosur se desarrollará en forma virtual y Paraguay pasará la presidencia pro témpore a Uruguay. Desde el lado argentino confían en alcanzar un consenso que evite efectos negativos para la comercialización regional y ya se habla de una propuesta superadora en ese sentido.
El presidente de la Cámara de Importadores de la República Argentina (CIRA), Rubén García, afirmó que este requerimiento viene siendo repetido por Paulo Guedes, el ministro de Economía de Brasil, aunque “Argentina tenga otro posición”.
En diálogo con este medio, el titular de la Cámara sostuvo que el Mercosur presenta “muchas desprolijidades y falta de normativas homogéneas”. Para el caso puntual del AEC, aseguró que cualquier modificación provocaría un “costo” que afectaría a toda la población.
“El costo lo pagamos todos. Lo que necesitamos es incentivar las exportaciones y tener políticas coherentes para dentro del Mercosur”, enfatizó García. Además, expresó que cualquier traba burocrática “atenta contra mejoras en el comercio”.
Durante la semana, el ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, adelantó parte del plan de recuperación económica que idea el Gobierno tras el paso de la pandemia. En conversación con El Destape Radio, anticipó que uno de los ejes del programa será elevar el nivel de las exportaciones.
Ahora restará saber si Argentina podrá sostener su postura en contraposición a tres países gobernados por espacios políticos que expresan una ideología económica muy distinta. Ya en febrero, el país había anunciado su retirada de las negociaciones por los acuerdos comerciales en curso, que incluían a Corea del Sur, Canadá, India y el Líbano.