Los bancos argentinos son los que más ganaron el año pasado en la región y en el mundo. Según un informe del Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica (CELAG), el rendimiento porcentual del sector bancario en Argentina fue de 5,9 por ciento en 2019, lejos del 2,6 por ciento promedio registrado en América Latina. Si se lo compara con el retorno registrado por los bancos de la Unión Europea, que promediaron el 0,4 por ciento el año pasado, fue quince veces mayor.
La flexiblización del sistema bancario durante el macrismo elevó la ganancias de las entidades financieras a niveles record. Un trabajo elaborado por los investigadores Guillermo Oglietti y Sergio Martín Páez para el CELAG en base a la metodología que mide el retorno sobre el activo (ROA), puso de manifiesto que la media regional (de 2,6 por ciento) sextuplica la de los países de la Unión Europea (0,4 por ciento).
Dentro de la región, Argentina hizo punta con un retorno de 5,9 por ciento. Detrás se ubicaron Perú (2,9 por ciento), Uruguay (2,8 por ciento), Brasil (2,6 por ciento), Paraguay (2,4 por ciento), México (2,3 por ciento), Ecuador (2,1 por ciento), Colombia (1,8 por ciento) y Bolivia (1,6 por ciento). “Hasta el país latinoamericano que menos rendimiento obtuvo el pasado año, Chile, con un 1,2 por ciento, duplica los porcentajes europeos”, resalta el documento.
Al analizar los resultados obtenidos entre 2015 y 2018, se evidenció que el rendimiento del sector bancario en América Latina alcanzó el 2,1 por ciento, situación que lo posicionó como el segundo más alto del mundo, detrás de 2,6 por ciento obtenido en África.
El rendimiento en ese período en Canadá y Estados Unidos fue del 0,7 por ciento y en el continente asiático, del 1,4 por ciento. “El alza de beneficios de la banca latinoamericana, muy por encima de la media internacional y tan solo superado por África, es una constante desde el año 2005”, explicó el documento de trabajo.
El análisis concluyó que “el sector financiero se desmarcó por completo de la evolución de las economías nacionales, casi todas a la baja, y por tanto no puede ser ya considerado un instrumento de la economía real”.