A la espera de su reunión con el FMI, el titular de la Coordinadora de las Industrias de Productos Alimenticios (Copal) y directivo de la Unión Industrial Argentina (UIA), Daniel Funes de Rioja, aseguró que la recuperación del empleo será lenta porque tras la pandemia "van a convivir altos grados de informalidad con un mercado que se achicó". Además, pidió una mayor participación del Estado para evitar un salto de la desocupación.
En medio de la crisis económica, Funes de Rioja pidió una "emergencia ocupacional" por tres años para generar empleo. El dirigente planteó combinar un seguro de desempleo fortalecido con una rebaja de cargas patronales aplicable a los nuevos empleos.
“Hay que ver si las empresas vuelven a trabajar al ritmo al que lo hacían previo a la pandemia, y en qué momento. Es un camino largo y la primera cuestión a tener en cuenta es que la contracción de la actividad hace que, en el mejor de los casos, en una primera etapa se pueda aspirar a una recuperación, lo que no significa tener una dinámica normal sino la del año pasado, que ya venía con problemas”, afirmó en diálogo con El Cronista.
Problemas de empleo
Respecto a cómo se generará empleo en este contexto, sostuvo: “Primero deben sacarse las mordazas que se han puesto al sistema laboral. Hay que despejar el doble cepo de duplicación indemnizatoria y prohibición de suspensiones y despidos. Estas restricciones dificultan al momento de contratar”. En ese sentido, agregó: “La única forma de despejar el doble cepo es que las nuevas contrataciones tengan un régimen de emergencia ocupacional que alivie el costo de las cargas sociales para que no se contrate informalmente. Y además, un seguro que cubra la doble contingencia, despido y suspensión”.
Ante la consulta por una reforma laboral, el empresario aseveró: “Es empezar a prever que el mundo globalizado, así como tuvo la crisis del 2008/09, hoy tiene esta pandemia y puede tener otras circunstancias. Ha cambiado la tecnología, ha venido la Industria 4.0, el trabajo a distancia, el trabajo de plataformas, también para la contratación más convencional hay que buscar formas que mejor se adecuen sobre todo a la realidad de la pyme”.
Sobre las negociaciones paritarias y las dilataciones en las conversaciones con los trabajadores, apuntó: “Bueno, tampoco sabemos cuál va a ser la inflación. Algunos sectores tuvieron recomposición y si medimos contra la inflación corrida en el año, han venido más o menos a la par. La primera ola de negociación fue del 20% pero hay una segunda ola que está ubicada en el 30%. Hay ciertas adecuaciones que tienen que hacerse con prudencia porque si usted sacude mucho el árbol, el problema es que compromete más a algunas empresas”.