La suba de los alimentos enciende el reclamo de las organizaciones sociales al Gobierno

Mientras el costo de los alimentos se dispara, el fervor en las calles empieza a sentirse con más fuerza por los pedidos de un ingreso adicional que contengan los ingresos. En agosto también se discutirá por la actualización del salario mínimo.

22 de julio, 2022 | 00.05

El aumento de la canasta básica golpea el bolsillo de los más vulnerables y enciende los reclamos por parte de las organizaciones sociales para que el Gobierno de un volantazo en la política de protección social. Mientras el costo de los alimentos se dispara, el fervor en las calles empieza a sentirse con más fuerza por los pedidos de un ingreso adicional que contengan los ingresos.

Una familia de cuatro personas necesitó en junio $ 104.217 para no ser pobre, según reveló el último informe del Indec. Sin embargo, el dato a tener en cuenta ante la conflictividad social es la cifra que mide el nivel de indigencia: se situó $ 15.057 para un adulto individual y de $ 46.525 para una familia promedio integrada por cuatro personas. En comparación a los números de mayo, tanto la canasta básica alimentaria como la total subieron un 4,6 por ciento. En términos interanuales, la total acumula una suba del 56,7 por ciento mientras que la alimentaria, un 63,7 por ciento.  

Esta semana, diversas organizaciones sociales intensificaron su presencia en las calles para pedirle al Gobierno por medidas urgentes que atiendan la crisis de ingresos en los barrios. Tras un día de movilizaciones en todo el país en reclamo del Salario Básico Universal (SBU), organizaciones sociales anunciaron una nueva marcha en conjunto para el 27 de julio en Plaza de Mayo. Los reclamos los llevarán a cabo organizaciones afines al oficialismo y opositoras: la UTEP, referenciada en Esteban "Gringo" Castro y Juan Grabois; y la Unidad Piquetera de Eduardo Belliboni.

La suba de los alimentos motoriza el reclamo de las organizaciones sociales

Desde el Frente Patria Grande, rama integrante del Frente de Todos, apuntaron a este medio que el SBU eliminaría directamente los niveles de indigenciaEn el marco de una crisis inflacionaria en alimentos, el monto equivaldría y se actualizaría en base a la Canasta Básica Alimentaria, mientras que alcanzaría a las personas desocupadas, informales, monotributistas sociales, trabajadores agrarios y de casas particulares. Por eso, el incremento de los productos que componen la canasta empeora el malestar de las organizaciones.

Si se incorporan condicionamientos socioeconómicos y patrimoniales, se estima una cantidad de SBUs a otorgar de 7,5 millones de personas, en línea con la cantidad de beneficiarios del Refuerzo de Ingresos otorgado este año. Sin establecer límite de beneficios por grupo familiar ni condicionamientos patrimoniales ni de consumo, se proyecta una población objetivo total de 13,9 millones de beneficiarios. Con un límite de 2 SBUs por grupo familiar, la cantidad se reduce a 11,2 millones. De esta forma, el SBU cubriría al 27% de la población adulta.

En cuanto a la erogación del Estado, el costo fiscal bruto anual de la prestación ascendería al 1,8% del PIB, pero si se resta el gasto actualmente afrontado por programas que serían total o parcialmente absorbidos por el SBU (Tarjeta Alimentar, entre otros), la proporción sería del 1%. Al mismo tiempo, si se contempla el retorno fiscal generado por el propio SBU (mayor recaudación por inyección de demanda), la estimación desciende al 0,7% del PIB. 

Se acerca la discusión por el salario mínimo

En línea con los reclamos de las organizaciones sociales, en agosto también se llevará a cabo la reunión del Consejo del Salario para discutir la actualización del salario mínimo vital y móvil. Esta revisión ya había sido prevista en la última reunión que se realizó en marzo y se resolvió una suba del 45% en cuatro tramos. Sin embargo, la aceleración inflacionaria y una proyección anual del 70% ponen al Gobierno contra las cuerdas para fijar un aumento a la altura de las circunstancias.

Según las últimas estadísticas oficiales, los salarios perdieron contra la inflación en abril. En el primer cuatrimestre del año, las remuneraciones crecieron un 20% en promedio, mientras que el índice de precios al consumidor subió por encima de ese número. 

El índice de salarios se incrementó 5% mensual y 58,4% interanual. Además, el indicador acumuló una suba de 20,6% respecto de diciembre previo. De esta forma, las comparaciones frente a la inflación fueron negativas: en abril, los precios de la economía aumentaron 6% mensual y el acumulado en el año fue del 23,1%.

Las actualizaciones del salario mínimo suelen representar un ancla para el sector privado, lo cual puede marcar el pulso de la segunda parte del año. Mientras tanto, el inmenso mundo de los informales espera por definiciones en el seno del Ministerio de Economía respecto al aval o la negativa de un ingreso adicional que fortifique las cocinas de los hogares más perjudicados por la crisis.