La inflación de los trabajadores fue del 2,6%, levemente por encima del 2,4% de junio y julio, y acumula un alza de 19% en lo que va del año. Si se compara con agosto del año pasado el aumento en el bolsillo de trabajadores y trabajadoras fue de 40,5%. "Si en los próximos cuatro meses la inflación se mantuviera en el 2,5%, 2020 cerraría con una variación de precios acumulada del 31,4%", reveló el Instituto Estadístico de los Trabajadores de la UMET.
La inflación de agosto tuvo varios componentes, muchos de los cuales reproducen patrones de los últimos meses, como el congelamiento de precios regulados en electricidad, gas, agua, peajes, prepagas y telecomunicaciones, que también contribuyeron a mantenerla moderada en los últimos meses. El principal precio regulado que se movió en el mes fue la nafta, con un aumento del 4,5% hacia fines de agosto, y que impactará mayormente en la medición de septiembre.
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Pero agosto sufrió el impacto del ajuste en Precios Máximos realizado en la segunda quincena de julio. "Si bien los precios de los alimentos y productos de higiene y limpieza tendieron a desacelerarse a medida que avanzaba el mes, el arrastre dejado en julio había sido alto", señala el informe. El resultado que los alimentos treparon 2,7% en el promedio de agosto (la desaceleración hizo que empezaran el mes en 4% mensual y lo terminaran en 2%).
Bienes no regulados como rubros electrónicos, electrodomésticos, muebles o materiales de construcción en su mayoría continuaron liderando la dinámica inflacionaria de meses anteriores. Por ejemplo, heladeras subieron 7,7%; grifería 7,1%; cemento 5,6%; muebles 3,6%; TV 3,6% y computadoras 3,1%. Se trata de productos con demanda importante debido a que son bienes durables ligados al hogar, y cuyo precio en dólares está en niveles históricamente bajos.
La proyecciones privadas ubican la inflación de agosto debajo del 3% y a nivel interanual el 40,5% que de cumplirse implicaría la cifra más baja desde septiembre del 2018. La cifra oficial se conocerá la semana próxima.