La empresa Ribeiro se presentó en convocatoria de acreedores y le apuntan a Macri por el origen de la crisis

La firma se presentó en convocatoria de acreedores y acusó el comienzo de la grave situación que atraviesa a la fuerte devaluación de la moneda de abril de 2018, cuando gobernaba Cambiemos.

02 de agosto, 2021 | 19.53

En un durísimo comunicado contra las políticas económicas que impuso el macrismo, la empresa de electrodomésticos Ribeiro se presentó en convocatoria de acreedores. La pandemia profundizó la crisis de la compañía, que comenzó a tener serios problemas de sostenimiento a partir de la implosión económica de 2018. 

La empresa comunicó la medida “después de mucho esfuerzo para intentar salir adelante por otras vías”. Según informaron a la Comisión Nacional de Valores, la firma de más de 110 años acusó el comienzo de la grave situación que atraviesa a la megadevaluación de abril de 2018. “Se transformó en el inicio de una gran crisis que nos termina llevando, y después de mucha lucha y esfuerzo, a la comentada presentación en concurso de acreedores”, expresa la nota firmada por el presidente Manuel Ribeiro.

No tiene mucho sentido explayarnos sobre la gran crisis económica que vive el país desde 2018 en adelante porque ustedes la viven a la par. La caída en el nivel de actividad y por ende en los resultados de la empresa se originaron como dijimos con la devaluación del año 2018 y sus consecuencias inmediatas; es decir, altas tasas de interés e inflación y en contraposición la baja en el poder adquisitivo de nuestro cliente promedio afectaron de manera ostensible la venta y por ende la situación económica y financiera de la compañía”, remarcó la misiva.

Durante el primer trimestre de 2020-pero momento de la pandemia- la continuidad del proceso recesivo agravó la situación. “Las ventas siguieron en baja, la compañía siguió operando a pérdida, con bajísimos niveles de caja para hacer frente a sus obligaciones. Ese deterioro económico-financiero se aceleró llegando a una situación extrema a mediados de marzo de 2020, unos días antes de la cuarentena obligatoria declarada por el gobierno, el 19 de marzo, cuando nos vimos obligados a cerrar todas las sucursales (algunas habían sido cerradas unos días antes por las autoridades locales), por la pandemia del Covid 19, esto nos puso en una situación dramática”, indicó la carta.

“En ese momento tuvimos que tomar la decisión final de tener que optar por subsistir, manteniendo una operatividad mínima, sabiendo que estaba en juego la continuidad de nuestra empresa centenaria. La compañía siguió tratando de superar la crisis que exponencialmente agravó el Covid-19, gracias al esfuerzo inclaudicable de sus empleados, gerentes, directores y el compromiso de sus accionistas, quienes reinvirtieron en la sociedad casi U$S 20 millones entre 2018 y 2019″, añadieron. La empresa destaca que el cobro de sus créditos de consumo, “las minicuotas Ribeiro”, se normalizó en abril de 2020, cuando el Gobierno le habilitó abrir las sucursales para ese fin, y con eso se logró transferir “su recaudación cedida a los fideicomisos financieros públicos, en tiempo y forma, debiendo destacar el sorprendente nivel de cumplimiento de esos minicuotistas que con sus pagos permitieron normalizar el mercado de fideicomisos”.

Sin embargo, no alcanzaron a firmar con los proveedores un compromiso vía fideicomiso en garantía para provisión de mercadería. “Sin stock suficiente no pudimos acompañar el crecimiento de venta on-line”, explicó la empresa. El directorio de la empresa intentó buscar un socio inversor para relanzar el negocio, pero todo fue inconcluso.

Según indicó el presidente de la empresa, la presentación a concurso de acreedores “no es el fin”. En ese sentido, recalcó: “Por el contrario, es un mecanismo que nos da la ley para reordenar la compañía y continuar la búsqueda de inversores y financiamiento que nos permitan volver a tener una compañía operativamente rentable, y que de esta manera pueda cumplir con todos los acreedores en el tiempo que se requiera y conservar la mayor fuente de trabajo posible”, comentó.

“En síntesis, les pedimos nuevamente un voto de confianza, ya hemos demostrado en los pasados 100 años nuestra vocación de hacer negocios con ética y visión de largo plazo, una de las claves para el buen funcionamiento de Ribeiro. Por eso sabemos que sanar la relación con nuestros acreedores lo antes posible es una de las claves para volver a ser la empresa de la que todos estemos orgullosos”, concluyó.