Datos oficiales del ministerio de Trabajo advierten que el nivel de empleo formal del sector privado tuvo una caída en el mes de marzo del 0,5% en relación al mes anterior. Esta es la mayor contracción mensual de los meses de marzo desde el año 2002. Y anticipan que en abril la pérdida de empleos será superior. Entre los sectores más afectados están la construcción, el comercio, hoteles y restaurantes, y la actividad industrial.
En Trabajo justifican que la caída del empleo es producto de “la contracción de las incorporaciones de personal”, y argumentan que “no se debe al incremento de las desvinculaciones ni al crecimiento de los despidos”.
Es la primera vez en los últimos 18 años que el nivel de incorporaciones de marzo resulta inferior al de febrero. En marzo de 2009, con la crisis financiera internacional, se registró una caída similar, apenas menor a la actual.
Incluso advierten que se espera un mayor impacto en el empleo en los próximos meses. Así lo anticipan las expectativas empresarias relevadas durante el mes de abril. “Las expectativas netas de aumento de personal, se ubicaron en el valor más bajo de la serie (-6,5%)". El escenario es desalentador.
Desde la cartera de Claudio Moroni describen que la baja es producto del aislamiento social, preventivo y obligatorio declarado el 20 de marzo, aunque algunos sectores ya habían restringido o suspendido sus actividades. La información fue relevada por la Encuesta de Indicadores Laborales (EIL).
En el informe oficial destacan que en el mes previo a la llegada de la pandemia el mercado de trabajo había mostrado señales de una recuperación incipiente, que se vio rápidamente afectada por los efectos de la crisis producto de las medidas sanitarias establecidas para frenar el avance de la pandemia en la Argentina.
“En febrero 2020, la información procesada del Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA) refleja que el trabajo registrado total se mantuvo estable, mientras que el empleo asalariado en empresas privadas registró un crecimiento de 0,2%, hacía más de 2 años que el empleo asalariado no crecía a esa tasa”, detalla el documento. Y enumera que, luego de esos dos años de caída, “la Industria mostró un incremento de mil empleos y después de veinte meses, el Comercio mostró un crecimiento de 3,7 mil trabajadores. Los servicios empresariales impulsados por el sector informático generaron 1,7 mil empleos nuevos, Enseñanza aportó 1,5 mil trabajadores adicionales y la Pesca mil asalariados".
En el gobierno nacional enumeran las medidas adoptadas para amortiguar el impacto de la crisis. “Durante el mes de marzo se agregan la ampliación del Programa ATP que incluyó el pago de sueldo complementario (hasta el 50% del salario neto del salario), créditos a tasa 0% para monotributistas y autónomos y el aumento de la prestación por seguro por desempleo, el pago por segundo mes del Ingreso Familiar de Emergencia (IFE), el refuerzo alimentario de la tarjeta Alimentar, la prórroga de los precios máximos para los productos de primera necesidad y se efectivizó el otorgamiento de los créditos para Pymes con destino a pago de salarios a tasas bajas”, destaca el informe.
Este martes, el gobierno nacional extendió a mayo el alcance de los beneficios del Programa de Asistencia de Emergencia al Trabajo y la Producción (ATP), y también a las contribuciones patronales. Fue a través de la Decisión Administrativa 747/2020 publicada en el Boletín Oficial. La Jefatura de Gabinete avanzó con las recomendaciones del Comité de Evaluación y Monitoreo del ATP, en base a informes elaborados por el Ministerio de Desarrollo Productivo y la Secretaría de Política Económica. Pese a las medidas de asistencia, el impacto de la crisis recae con fuerza sobre los trabajadores y las trabajadoras.
Entre el 15 de marzo y el 15 de abril, los despidos, suspensiones y rebajas bajas salariales perjudicaron a 309.672 trabajadores, según un relevamiento del Centro de Economía Política Argentina (CEPA). El informe detalla que hubo 5.386 cesantías, 7.223 suspensiones, 3.070 atrasos de pago de salarios, 54.030 reducciones de haberes, 8.480 suspensiones y 231.483 convenios obrero-patronales de baja de ingresos. Y destaca que hubo más de 5.000 despidos pese a que el gobierno nacional decretó la prohibición de despidos por razones de "fuerza mayor".